viernes, octubre 31, 2008

- Y después me preguntó "¿qué opina Celeste de todo esto?"
- ¿Ah, si?
- Sí, dijo "Celeste es la voz de la conciencia"
- La voz de la conciencia... ¿Celeste, la voz de la conciencia?
- Parece...
- Celeste es un camionero con tetas.

lunes, octubre 27, 2008

Después de que el tipo citara una canción de Alejandro Sanz (¡Alejandro Sanz!) y hablara de sus planes a corto plazo, planes en los que yo podía llegar a estar incluída "si todo sale bien", me agarró un ataque de ansiedad. Ansiedad por estar sola debajo de la ducha digiriendo todo lo que se me estaba pasando por la cabeza.
Entonces, una vez debajo del chorro de agua, las ideas vinieron solas, unas detrás de las otras. No quiero al tipo que quiere un noviazgo formal, que promete jazmines y que pretende que todo esté prolijamente planeado con tiempo; y esto no quiere decir que no quiera ponerme de novia, lo que me aburre es el discurso del romanticismo conservador que no tiene ni un poco de vuelo. No quiero que le haga culto a la responsabilidad orientada a un futuro sólido; no me interesa hablar de futuros sólidos. No quiero que mida la decencia de sus pares masculinos usando como parámetro la cantidad de tiempo que espera para llevarse a la chica a la cama; quiero que un tipo me haga saber si tiene ganas de cogerme o no desde los primeros diez minutos.
Estoy podrida de los que se piensan que porque "te respetan" y no te tocan una teta son mejores hombres, más grandes, como si estar más allá de las debilidades de la carne fuese algo loable. También me tienen podrida los que se creen que porque accediste a garchar en la primera cita sos una golfa perdida que lo único que quiere es valorarse a través de la libido ajena.
Quiero no tener vergüenza de expresar mi deseo, sentirme contenida por el simple hecho de saber que el otro está en la misma búsqueda y que no prejuzga. Después vendrán los paseos de la mano y los "te presentó a mamá", porque esas cosas no se planean; aparecen solas si está lo otro: las ganas del otro, en todo momento y lugar.
Quiero eso y no voy a dar el brazo a torcer, no transijo más. Y aunque ya lo tuve en repetidas ocasiones, algo no alcanzó, por un motivo o por otro. Y si esas otras repetidas veces no fueron más fructíferas fue por problemas que nos excedieron a los dos, no porque mi modo de pensar o mi proceso de elección estén errados.
Y de eso me di cuenta el viernes mientras me duchaba, yo no me equivoqué en mis elecciones de los últimos años, realmente fui fiel a lo que sentía.
Si la cosa con Mr. Blonde no prosperó, no fue porque él no fuera decente o yo no fuera suficiente, fue por otras cosas que nunca voy a entender. Lo que sí entiendo es que lo elegí porque nunca juzgó y siempre me hizo sentir que con él podía darme el lujo de ser yo.
Si Tomás agarró un día y me dejó sin que yo tuviera tiempo de entenderlo, ya no importa. Lo que sí me importa es que durante 6 meses estuve con un tipo con el que me conectaba desde la piel y la mirada y no importaba más nada.
Si LlaveInglesa no me puede ofrecer lo que yo quiero de un vínculo, mala leche. Lo importante es que nunca nadie me hizo sentir así de desinhibida y tan en contacto con mi deseo.
Y si hubo tres, habrán cuatro, y cinco, y seis, y los que sean necesarios.
He dicho.

viernes, octubre 24, 2008

Habían pasado 9 años desde mi último tequila.
Hasta ayer a la noche.
Duele.

Tengo que preparar 120 empanadas para el festejo de mi cumpleaños (el que se hace con la familia; puedo cocinar para mi familia, para mis amigos ya me da paja)
¿Cuánta carne es 120 empanadas?

Reservamos casa en Cabo Polonio con Flor y Nat. No me alcanza vivir con ellas, también vacacionamos juntas.

LlaveInglesa es mi alma gemela. Sólo (le) faltan un buen psiquiatra y un suministro vitalicio de ansiolíticos.

jueves, octubre 23, 2008

”Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adonde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno.”

J. D. Salinger

Ay, Jerry, cómo me tenés. ¿Todavía estaré a tiempo como para que dejes a esa con la que vivís desde hace unos años y me lleves a mí a New Hampshire?
Puedo preparar mermeladas mientras vos me leés haikus. Podemos hacer siestas en el piso. Podemos hacer que me muestres todo lo que tenés escrito de la familia Glass. Podemos hacer tantas cosas, Jerry... Pero no, tonto ¿a quién le importa que puedas ser mi abuelo?

viernes, octubre 17, 2008

Pídele a San Perón y se te concederá.
Un 17 de Octubre (hoy, digamos) mi amiga y roommate Nat se enteró de que ganó un concurso (con un premio más que interesante) por un cuento bellísimo que escribió.
Ahora nos vamos a comprar unos vinos y a brindar toda la noche.
En serio, pídele a San Perón y se te concederá.

martes, octubre 14, 2008

¿Cuándo fue que empecé a categorizar de manera tan feroz (e ineficaz)? No lo sé muy bien. Ló único que sé es que no tengo otra forma de elegir a la gente que quiero tener cerca. Tal vez haya perdido amistades, amantes y novios con esto, pero ya a esta altura del partido se me hace inevitable.
Amistades ya tengo bastantes y suficientes, así que ahora lo que más me preocupa es el asunto este de los hombres. Cuando era adolescente, elegía casi pura y exclusivamente por los signos; y bueno, che, tenía 16 años y una obsesión con los virginianos y acuarianos. Absoluto fracaso. Después, recién entrada en la veintena, el criterio cambió hacia el lado de las profesiones: sólo eran admitidos publicistas (ya sé, es como hacer un pacto con el diablo, pero no se dan una idea de cómo me gustaban) aspirantes a/psicólogos y aspirantes a/cineastas; fracaso nuevamente. Los últimos años los dediqué a estar enamorada de alguien que nunca se enamoró de mí, así que me dedicaba a comparar a cualquier muchacho que apareciera con ese que nunca terminó de corresponderme. De más está decir que tampoco funcionó.
Ahora es simple. Sólo 2 preguntitas. Casi nada.
Primera pregunta. ¿Cuál es tu trago de cabecera? Si me contesta que whisky, fernet o cerveza, le damos para adelante.
Segunda. Si fueras una empanada ¿de qué gusto serías? Y acá ejemplifico con dos díálogos que NUNCA debe suceder.

Ejemplo 1: See you in another life, brotha (diría Desmond)

Yo: Si fueras una empanada ¿de qué gusto serías?
Él: Ehm... de carne.
Yo: ¿Por qué?
Él: Porque me encantan las empanadas de carne, pero sin aceituna. Mi mamá nunca les pone aceit...
Yo: No no, pero si vos fueses una empanada es la pregunta, no qué te gusta. Si un día te levantaras y estuvieras sobre una fuente aceitada, en el horno de una empanadería, y te dieras cuenta de que sos una empanada, una empanada que reflejara tu esencia ¿de qué gusto serías? No sé si me explico.
Él: ¡Pero es que me encantan de carne! Pero sin aceituna, eh.
Yo: Ok.


Ejemplo 2: Hablale a la mano (mientras se le muestra la palma bien de frente al interlocutor)

Yo: Si fueras una empanada ¿de qué gusto serías?
Él: Humita.


Debo decir que este sistema tampoco está funcionando como yo esperaba.
Estoy destinada al fracaso.

sábado, octubre 11, 2008

Con Flor me puedo permitir muchas cosas divertidas. Organizar maratones de Will Ferrell, fumarnos un porro e ir a ver Tropic Thunder en segunda fila, morirnos de risa con todas las de Judd Apatow & cia. También nos damos sobredosis de Sex & the city, Seinfeld y Mike Myers.
Lau, en cambio, me enseña sobre cine cada día. Gracias a ella descubrí a Jarmusch, a Kim Ki Duk y a Wong Kar Wai, entre otros. Creo que lo más "divertido" que vimos juntas fue una de Kevin Smith que andá a saber por qué ella se terminó bajando.
Ayer, encontré la manera de poder ver películas con mis dos amigas.
Fassbinder.


En otro orden de cosas, quiero tener MUCHOS hijitos con Eddie Vedder.

jueves, octubre 09, 2008

Festejo mi cumpleaños y haciendo la lista de invitados me di cuenta de que la proporción es de más o menos 5 mujeres por cada hombre que conozco.
Tengo un mes y medio para conocer, por lo menos, 15 hombres solteros.
No es necesario que me gusten, pero sí que me caigan bien. Digo, no es que quiera hacerme la especial, la soy-re-loca-ningún-tipo-me-viene-bien, pero soy bastante rompepelotas con los tipos; así que con que me caigan bien es más que suficiente, con eso soy de lo menos exigente.
Y todos dirán que es una pelotudez, que se consiguen hombres que asistan a una fiesta llena de chicas con sólo chasquear los dedos.
Bueno, no.
Los gajes de no creer en la amistad entre el hombre y la mujer.

miércoles, octubre 08, 2008

Y capaz que me vuelvo para acá.
Sí, es un hecho.
Me vuelvo para acá.

Los veo al rato.