miércoles, junio 30, 2010

Fulano (el objeto de mis soliloquios gramaticales, quien, como aprendimos en el post anterior es un hombre interesante, increíble y muy sexual) me dice que soy fácil. Ante mi reacción de pepita-la-pistolera me apacigua con un gesto de la mano y pasa a explicarme. Fácil as in easygoing. Fácil like Sunday morning.
"¿Fácil como una receta de Choly Berreteaga?", pregunto asustada.
"No, tontita, fácil como los huevos estrellados de Francis Mallman", me contesta.
Y yo no sé hacer buenos huevos estrellados, pero sonrío igual.

martes, junio 29, 2010

Tenés que ver cómo conseguir más plata sin emplear demasiado tiempo. Hay que coger más. Hay que coger más con fulano. No hay que coger más con mengano. Berenjenas en escabeche. Ajos confitados. Pimientos en vinagre. El nominativo, si no es el núcleo del sujeto, es predicativo subjetivo. Fulano es un hombre increíble; "un hombre increíble" es el predicativo subjetivo. Gershwin, quiero cantar y escuchar mucho Gershwin. Hay que apagar la luz de la cocina. Hay que pagar la luz. Hay que pagar el gas. Mañana me despierto temprano y estudio. Tarde, tarada, ni siquiera pusiste el despertador. ¿Cómo tardé tanto en empezar a leer Bolaño? ¿Por qué no sacan Alta Fidelidad en versión compactos? ¿Por qué no vivo en España para comprar libros a 9 euros? ¿Dónde voy a meter todos los libros que ya no entran en los estantes? Fulano es un hombre muy interesante; "muy" es un adverbio, un circunstancial. Tengo que sacar turno con el tatuador. Todo lo terrible en mi vida es culpa de la cuadratura Luna-Saturno, nunca va a ser suficiente, no hay Fulano en el mundo que pueda cumplir con las expectativas. Llamá a amigo y consejero apenas te levantes. ¿Qué le vas a regalar a amigo y consejero? Dormí. Dale, dormí. Chocolate con almendras. Cuando me dijo que una palabra como "apoteosis" me define ¿qué me quiso decir realmente el flaco este? Porque yo sí vivo el presente en ciertos momentos. Ciertos momentos equals garchar. Hay que coger más. Fulano es un hombre muy sexual; el verbo "ser" es copulativo. Hay que copular más..

No me para la cabeza.
Necesito vacaciones.

viernes, junio 25, 2010

Soy de libro.
Cuando me gusta mucho alguien, me pongo a buscar recetas para cocinarle a ese alguien.
Ya tengo en mente el ragú de osobuco con risotto y el curry de cordero y pollo de Vic; moussaka -con una mezcla de especias árabes que de tan sólo meter la nariz en el frasco sentís la alfombra mágica debajo de los pies-; y, por supuesto, el súper-power-turbo guiso de lentejas, que si no conquista hasta el labrador, los niños corriendo en el jardín y la cerca blanca, por lo menos me asegura un subidón de ego y repetidas muestras de afecto a lo largo del ágape.
No soy de libro. Soy nieta de mi abuela. Soy hija de mi madre.
A ver si nos entendemos.
Usar el "de que" cuando no corresponde queda horrible, sí. Dios nos libre a todos del dequeísmo.
Pero ojo, mis queridos, que no usarlo cuando sí corresponde es igual de incorrecto.

Entonces:
Antes/después DE que.
Me acordé DE que.
Estamos seguros DE que.
No se dio cuenta DE que.
Estaban convencidos DE que.

¿Estamos?

jueves, junio 24, 2010

"...incluso se sabe la fecha de nacimiento de Virgilio" dice la profesora de latín mientras La Secretaria y yo la pisamos: ¿cuándo? ¿cuándo? ¿qué fecha? El 15 de octubre, libriano. Hacemos caritas de entendidas y seguimos escuchando. El llanto constante de Eneas, el heroísmo contra su voluntad y estas diosas que mueven las tramas y las aguas mediterráneas constantemente porque si no nuestro héroe se queda moqueando al lado de un túmulo y dale, apurate, que Roma no se hizo en un día, querido.
Yo digo que Eneas es de Piscis. Tanto lamento, tanto sacrificio y tanto dejarse llevar por la corriente sin saber bien por qué. La Secre no coincide, para ella es de libra, como el autor. Horas después, debo darle la razón, sólo un libriano puede tener a Venus de su lado y caer tan bien parado después de tanto bardo.
Después fantaseo con un futuro probablemente lejano, conmigo como profesora. Y no lo puedo evitar, yo sólo me imagino enseñando latín.
Uh-ahí-viene-la-de-latín será mi nombre.

sábado, junio 19, 2010

¿Saben que voy a hacer hoy, cómo voy a pasar la noche de sábado?
Voy a inaugurar mi whisky invernal -siempre scotch, nunca bourbon- y me voy a poner Synecdoche New York.
Esto es como lo del gato de Schrödinger, puede salir genial o para el carajo.
Veremos.

Update 01:20 am: Ay, perdón. Perdón por no haber sido correcta mi enunciación de la metáfora del gato de Schrödinger; me había olvidado de que ahora todos somos Sheldon Cooper. La idea era, al mismo tiempo, estúpida y genial. Supongo que nunca sabremos qué podría haber pasado, me quedé dormida después de cenar y ahora me agarró culpa por ser tan irresponsable y me pienso poner a leer la Eneida de una puta vez.
A quién quiero engañar. Yo googleo. Googleo a todo el mundo. Parientes, ex's, potenciales candidatos, amigos. A-todo-el-mundo.
Y ahora, por metida y chusma, me re jodo. Acabo de encontrar un caudal importante de información sobre cierto sujeto. Me re jodo porque lo que encontré me generó tal estado de alteración, que ahora no sé cómo carajo manejarme.
Bah, como si realmente supiera manejarme alguna vez. A quién quiero engañar.
No quería reconocérmelo a mí misma porque no sé lidiar con la desilisión. Pero ya es hora de que lo asuma.
Mi jefe no leyó un carajo. Su universo literario es por demás acotado y no tiene intenciones de ampliarlo. Toda la mística que pudo haber tenido en un principio venir a trabajar a una librería pequeña, desordenada y polvorienta se esfumó cuando empecé a notar que este hombre es muy elocuente y persuasivo a la hora de vender, pero que detrás de eso no hay mucho más.
Digo, hace unas semanas se llevó el último de Dan Brown. Con eso me terminé de convencer.
Igual lo quiero.

jueves, junio 17, 2010

Hace dos meses me robaron el celular. No volví a comprarme otro. Desde hace dos meses que me siento liberada.
Ante cada sonido de mensaje de texto pensaba "¿y si es fulanito?". Pero nunca era fulanito, siempre era Movistar arengándome a que duplique, triplique y mortifique a mis conocidos con infinidad de mensajitos. O peor incluso, mi madre, indagando sobre aspectos de mi vida acerca de los cuales no me gusta profundizar: "Hola, hija. ¿Cómo estás?".
Ahora ya no, ya no más. Se terminó la mirada ansiosa posada sobre el aparato, esperando un llamado que, aunque prometido, nunca llegará. O llegará con dos meses de retraso. Ahora mi mamá no sabe cómo estoy, ni nadie me despierta a las nueve de la mañana para preguntarme si quiero pasarme a un plan con abono. Ahora camino por la calle mirando al frente y no a una pantallita; incluso ya me encontré como tres monedas en la vereda.
Lo único que tengo que solucionar es el tema del despertador.

lunes, junio 14, 2010

A veces los cambios de planes repentinos me caen bien.
Hoy, ya con las llaves en la mano, se me ocurrió llamar a mi mamá para confirmar que me estaba esperando para ir a hacer unos trámites. "Dejá, voy yo sola el miércoles, llueve mucho".
Así que, encamperada y encapuchada como estaba, me fui hasta Rivadavia y me metí en el cine. Kick-Ass y la sala entera para mí. Parece que a la gente no le gusta ir al cine los lunes a las tres de la tarde; mejor para mí, me despatarré y no sufrí por la aparición en pantalla de Nicolas Cage, así de mucho disfruté la peli.
Cuando salí al mundo ya no llovía.

Ahora tengo un goulash en la olla. Tuve una charla imaginaria con el espíritu de mi oma mientras cortaba la carne en cubos. Ella me retaba por pensar que un puré de porotos negros podía ser buena guarnición para la receta que ella siguió a rajatabla durante los setenta años que fue activa cocinera; yo le ofrecía una copa de tempranillo aunque fueran las seis y media de la tarde y le decía que no se preocupara, que el clavo de olor se lo ponía sí o sí; porque con ciertas cosas no-se-jode.
Creo que en dos o tres horitas va a estar listo.

domingo, junio 13, 2010

- Ani me dijo que el miércoles a la noche trajiste a un chico...
- ¿De dónde sacó Ani eso?
- Me dijo que te escuchó.
- No traje a nadie. Era sexo telefónico.


Ahora saco unos papeles picados del bolsillo y los tiro para arriba.
Iupi.

sábado, junio 12, 2010

sa - ... Ah, un celesto.
- ¿Eh?
- Celeste versión masculina.
- ¿Por qué?
- ¿No te das cuenta? Vos ahora sos como Nicolás y él es como eras vos con Nico.
- ...
- Te dice que no le importa si no son algo más que amigos porque lo importante es tenerte cerca, que te quiere en su vida.
-...
- Mientras, vos ni regitrás su existencia.
- ...
- Se pone mal si le hablás de otros tipos pero no lo dice explícitamente.
- No lo puedo creer.
- ...
- Soy Nico.

miércoles, junio 09, 2010

En el medio de un hábito que se estaba volviendo rutina me di cuenta de que lo que estaba haciendo estaba más dominado porla inercia que por un deseo real. Y en ese preciso instante la observación de lo automático me devolvió la libertad. Ya no importa. Lo que necesitaba , decir y saber hace dos semanas, seis días, 36 horas, se había convertido en la nada, la nada misma.
Ya no me interesa. Ya no me mueve hacia ningún lado. Y aunque me alarme este desapego casi inmediato -porque me pongo a resignificarlo todo y a escribir "¿de veras me gustaba tanto?" con el dedito en el aire-, por otro lado sonrío de costado y me doy una palmadita imaginaria en el hombro.
Así como en algún momento no fue una persona sino un concepto de hombre, ahora deviene en eso que nunca más. Un nunca más auténtico, sin deber asociado, sino más bien fluido, orgánico. Mi cuerpo me lo informa, mi cabeza ya ni quiere ocuparse del asunto.
En tiempos de personas normales, un mes suena a demasiado. En tiempos de drama-queen-con-alta-tolerancia-al-fracaso en lo que a hombres ausentes respecta, un mes no es nada.
Es como si estuviera aprendiendo de una vez por todas.

martes, junio 08, 2010

Si bien la idea era renovar por completo el cast, por algún motivo que aún desconozco terminé invitando al chico de ojos increíbles a mi casa a emborracharse. Quizás en mi cabeza albergaba la idea de tomarnos hasta el agua de los floreros y después, beso en mejilla y "qué lindo que seamos amigos", porque ahora que descubrí que puedo ser amiga de los hombres me estoy re copando. Pero no, porque cualquiera que tiene dos dedos de frente se da cuenta instantáneamente de que es imposible salir ilesa después de traer a tu casa a un tipo que ya te vio en pelotas en contadas ocasiones y te dice que va a llevar una botella de tequila. Claro que me avivé 10 segundos tarde, como siempre.
A veces me hago tanto la boluda que hasta yo me lo creo. "Amigos". ¡Ja!

El chico de ojos increíbles siempre me halaga y me trata bien. Incluso una vez me dijo que me quería. ¿Saben cuándo fue la última vez que un muchacho me dijo que me quería? Yo tampoco, ya me olvidé de tanto tiempo que pasó. Claro que no le crei. Tampoco la pavada.

domingo, junio 06, 2010

Masala ahumado, curry picante, "garrapinola" (creo que compré por el nombre nada más, no me cabe mucho la granola), portobellos secos, gírgolas, arroz yamaní, porotos negros, mostaza ahumada, salsa de soja, hamburguesas de trigo burgol, salsa barbacoa y chocoarroces.
Volví del barrio chino en el 55, leyendo una de esas novelitas chotísimas con las que me vengo castigando últimamente. Caminé las cuatro cuadras hasta casa pensando en que iba a hidratar los hongos con un poco de vino, saltar cebolla, agregarle el masala; todo con un poco de arroz que me había sobrado de ayer y qué rico, pero qué rico.
Terminé llorando sobre los portobellos, sobre el arroz, sobre las pastillas de levadura de cerveza, sobre el plato y sobre la almohada. Todo lo lloré, sin saber bien por qué. Capaz porque nunca me respondieron un mail que mandé hace una semana y que pensaba que merecía una contestación al menos breve; o porque me gustaría cocinarle a alguien alguna vez; porque me quiero cambiar de trabajo y no sé bien por dónde empezar; por pasarme la tarde recordando estupideces; por lo inconveniente de mi deseo. Probablemente, por todo eso junto.
Un gran llanto condimentado con especias de India, exquisito, suculento.
Estoy que reviento.

jueves, junio 03, 2010

Este puto corte de luz cayó justo el día en que yo TENÍA que volver a mi casa para bañarme, cambiarme, encremarme, maquillarme y perfumarme, no sin antes ultimar detalles con cierto sujeto que me esperaría con un Johnny Walker pronto a ser abierto y una gran sonrisa.

Edesur, la puta que te parió.
Acaba de entrar a la librería un pibe con el que salí una vez hace como nueve años.

Yo salía de The Roxy, se largó a llover y me invitó a que compartiéramos taxi. Diez minutos después estábamos transando en algún callejón de Chacarita. De borracha, le di el teléfono; en esa época nunca daba el teléfono. Salimos un viernes por Plaza Serrano. El tipo me contaba que era fanático de Kiss y que los había perseguido hasta el hotel durante su estadía en Argentina mientras yo me enrulaba un mechón de pelo y trataba de no quedarme dormida. Intentaba terminar el cbc de medicina desde hacía tres años. Le apasionaba todo lo que tuviera que ver con la segunda guerra mundial; ante mi "ahá" desencantado se atajó. "pero mirá que tengo amigos judíos". Posta, "pero mirá que tengo amigos judíos". Yo no lo podía creer y se me abrieron muy grandes los ojos, el único signo de vitalidad que emití esa noche. A los cinco minutos miré mi reloj imaginario y le dije que me tenía que ir. Mientras me paraba y sacaba el morral colgado de la mesa me preguntó si quería que me acompañara a casa. Tenía 19 años y mi diplomacia era inexistente.

- Dale, ¿cómo te vas a volver sola a tu casa? Es tarde.
- Todo bien, me tomo un taxi. Si no hay onda, ¿para qué te voy a hacer acompañarme hasta mi casa?
- ¿No hay onda?
- Ehmmm... no. ¡Suerte, eh!

Ya treintañero, con cara de buena onda pero bastante banana, me preguntó por un policial que estaba en la vidriera. Le mostré el libro, le dije el precio y mientras me miraba con cara de a-vos-te-conozco-de-algún-lado, yo puse cara de nada.
Estoy casi segura de que a último momento se acordó; a punto de abrir la puerta hubo un cambio en su expresión, pero parece que él también decidió hacerse el boludo.

miércoles, junio 02, 2010

Cuando terminé de ver Super Size Me -hace unos cuantos años ya- lo primero que hice fue ir y devorar un cuarto de libra con queso.

Ayer a la madrugada terminé una novela chota sobre adictos al sexo.
No puedo explicar el estado en el que quedé. En realidad sí puedo, pero no tengo ganas de ponerme a contar.

Ojalá esto se arreglara con un whooper.

martes, junio 01, 2010

El problema era que siempre otorgaba el beneficio de la duda.
Hoy, me saco un conflicto de encima. No más dudas.
No hay dudas de que soy una boluda. No hay dudas de que me han pelotudeado de lo lindo.

Y hasta cierto punto, es un alivio.