viernes, junio 29, 2007

"Es hermoso. Te juro que el chabón es hermoso. Es lindo, es musculoso, es afeminado y medio tonto. Como a mí me gustan"



Esas son las cosas que dice Sol, mi profesora de canto.



Ah, y toma vinagre de la botella.

jueves, junio 28, 2007

Mensaje que llega a mi teléfono al mediodía:
"HOLA BON BON COMO ESTAS"

Contestación de Celeste recién tatuada, sintiendo que la acaban de marcar como a una vaca, con un fierro caliente incrustándosele en su espaldita:
"Primero, se dice bombon y 2do, no se quien sos"

Hace sólo un rato...
"BUENO AHORA NO TE ACORDAS MAS DE MI CINTIA ANABELA TEJEDOR"

Y un...
"Bueno, Augusto Zenón De los Verdes Prados, no soy Cintia Anabela... SOY TU MADRE!"
... de mi parte hace unos pocos minutos.

Dudo que conteste.

miércoles, junio 27, 2007

El otro día estaba en una librería y casi le hablo a un chico que estaba leyendo la contratapa de La conjura de los necios.


Casi, eh. Casi.


Lástima que era medio petiso.





Corrijo, lástima que soy una miedosa.

lunes, junio 25, 2007

A la semana de haber empezado primer año nos llamaron a todos para llevarnos al salón de actos y sacarnos una foto.
La cosa era que yo venía de: a) un séptimo grado de ir a una academia tres veces por semana para hacer ejercicios de matemática, análisis sintáctico de oraciones y tratar de entender los procesos socio-económicos de cien años de historia argentina. b) un Enero tirada en la playa con el Tapia, resolviendo ecuaciones. c) un Febrero de levantarme a las siete de la mañana para ir al curso de ingreso. Un mes de puro nervio y tarea, hojas y hojas de tarea. Redacciones para Lengua, reglas absurdas para acordarme de los ríos argentinos, superficies, perímetros y diagramas, fotos de próceres y la mar en coche. d) un Marzo de definiciones, de sumar puntos de exámenes y especular y especular un poco más. Sinceramente, después de todo el sacrifio hecho, si me decían “Celeste, ahora te vamos a tirar por la ventana” yo aceptaba gustosa, así de contenta estaba por haber terminado con ese año de tortura académica.
La bendita foto era para una credencial. La idea original sostenía que la credencial tenía que estar colgada de la ropa de los alumnos para que las autoridades de la sobrevalorada institución supieran que uno no era un vagabundo que, después de tomarse un tetra de blanco dulce en la plaza del Pizzurno, había entrado clandestinamente al edificio para usar los sanitarios.
El plastiquito tenía mi nombre, una línea de color verde para categorizarme como estudiante del turno vespertino, una inútil banda magnética (la sola idea de unos molinetes fascistas en la puerta me ponía los pelos de punta) y mi foto. Mi foto, con mi cara y mi cuello, con mis cachetes medio colorados y mis ojos grandotes y medio tristones, el pelo revuelto y una remera batik.
Creo que la tuve colgada dos o tres días nada más, después devino en papeleta para que el tipo de la biblioteca no tuviera que pedirme que le repitiera el apellido cada vez que sacaba prestado un libro.
Para tercer año se había partido al medio y estaba remendada con cinta adhesiva.
En el 2000, cuando terminé el secundario, la metí en una agenda que archivé en un placard de la casa de mis viejos.

Después de terminar el colegio, no volví a entrar (salvo un día de verano pre debacle DeLaRuísta en el que pasé para retirar mi título). Las promesas a profesores y preceptores de volver a visitar para tomar unos mates nunca las cumplí. Cada vez que pasaba por la puerta del edificio y esquivaba adolescentes con pelos sucios, jeans claritos y remeras de Los Redondos, me agarraba una angustia horrible, todavía inexplicable.

Hace unas semanas, por medio de una de mis primitas que entró este año después de dos años de academia, me enteré de que la escuela estaba tomada por los alumnos. Miré notas al nuevo rector por la tele, leí noticias en los diarios, pasé por enfrente y me quedé mirando los carteles pegados en la puerta, vi un fotorreportaje de Clarín, con un montón de imágenes de chicos medio zaparrastrosos y con cara de ideales.
Busqué en ese placard la agenda vieja hasta encontrar la credencial. Ahí estaba la púber Cel, con los ojos tristes y enormes. Cachetona, con cara de nena y de superada al mismo tiempo. A veces la extraño. La mayoría del tiempo, no.

viernes, junio 22, 2007

Me dejó. Sí, Muchacho me dejó. De repente. Pumba, me dejó.
Lo bueno: que sé que hice todo lo mejor que pude. Le puse onda y fui yo. Bajé la guardia y esas cosas que siempre me habían costado un montón.
Lo malo: No sé... Es necesario que lo explique acaso? Será que ni yo lo puedo explicar?

Menos mal que están los amigos...

Flor que me llevó a caminar para tomar aire y no me avisó que tenía todo el maquillaje corrido y que parecía un mapache novelero, Mr Blonde que desde Santa Fé me prestó un ratito el oído y me tiró buena onda como siempre, Vic que me quiere sacar a pasear y "revolearla", y Pablo, que no sólo asoció a Muchacho con Chandler sino que me cita Pulp Fiction.

[14:17] Pablo: sabés? tengo ganas de ir a hablar con este pibe "Muchacho"...
[14:17] Pablo: y preguntarle... "What does Celeste Look Like"?
[14:17] Pablo: "Does she look like a Bitch"?
[14:18] Pablo: asi, muy al estilo Pulp fiction y de paso, pegarle un tiro en una mano.
[14:22] Ce.-: I don't like to be fucked!!!! (fucked in a "i leave you because I don't care about you anymore" kind of way, of course)

Ya vendrán tiempos mejores.

miércoles, junio 13, 2007

- Sos mi príncipe azul de la era cibernética.

Entonces, tenía fiebre y me preparó sopa de pollo. Me hizo muchos mimos. Jugamos al tutti frutti y me ganó. Tomamos té con galletitas y jugamos a Kevin Bacon. Me dejó dormir incontables siestas y volvió a cocinarme. Me presentó a la hermana y me llenó de besos y cosas lindas.

Esto del amor es contraproducente para el blog.
Es contraproducente para mi vida social en general.
Es lo más lindo que me haya pasado.

jueves, junio 07, 2007

Mi apellido es italiano, muy italiano. Termina en "cchetti".

Es la tercera vez que la vieja que me vende las entradas en el Village Caballito me dice lo mismo.
"xxxcchetti... español, españolísimo".

Se me está haciendo la graciosa.
Intenta ser irónica.
Es disléxica.

Alguno de estos días la interpelo.

lunes, junio 04, 2007

Hoy a las 11 de la mañana sonó el timbre en la casa de Muchacho.
Era el padre, que después de que Muchacho lo atendiera por el portero eléctrico subió porque le abrieron la puerta de abajo.
Mientras, yo todavía estaba en pelotas en la cama.
Me metí ligero ligero en el baño para vestirme, pero estábamos sin luz así que me arreglé a oscuras.
Así me conoció el señor, con el mañanero interrumpido, ojos de dormida, pelo revuelto y con una sola media puesta. La otra se me había caído antes de entrar al baño.

Y pensó que estudiaba algo relacionado con Economía.
Dios me libre.