domingo, julio 02, 2006

Como que una no se da cuenta y termina convirtiéndose en la Amelia de todos.
Que tira un poco y después afloja, pero nunca se define la cuestión. La palabra que se reemplaza por el suspiro o la respiración entrecortada. Que me ubico estratégicamente pero no pasa naranja.
Tal vez sería cuestión de dejar de fijarme en los Charlies y empezar a poner el ojo en los Donalds.

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