sábado, julio 22, 2006

Y yo no sé hacer malabares. Se me caen las naranjas al suelo todo el tiempo.
No puedo ser una buena estudiante, estar contenta en el trabajo, cuidarme un poco la salú y no hacerme bardos emocionales.
Son demasiadas pelotas en el aire.
Me di cuenta de que estaba por irme al reverendo carajo cuando compré la tintura negra en farmacity. En un rapto de conciencia, decidí guardarla en el botiquín. Quedará archivada hasta que tenga cambiar de look para escaparme de todo el bardo que se avecina.
Se vienen tiempos violentos. Me estoy convirtiendo en una máquina de liberar endorfinas.

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