sábado, diciembre 18, 2010

Huyo.
Después de una semana en la que pasó de todo y todavía no termina de caer la ficha.
Una gata nueva, terminar con una relación, flores de Bach, un señor seduciéndome, evasión de responsabilidades académicas, escritura, canto, desorden, malestar físico, ataques de ansiedad, el peso y la responsabilidad que trae la mirada del otro.
Huyo.
Nos tomamos el tren con Sol y Nieves hasta Tigre, nos subimos a la lancha, nos internamos en lo profundo del delta.
Como si eso me permitiera saber qué es lo que extraño tanto y no puedo poner en palabras.
Huyo. Me gusta huir.

3 comentarios:

ene dijo...

mo importa que te guste huir, lo importante es saber volver

Lucercita dijo...

Yo huiría si tuviera hacia donde. Pero para donde corra me sigue su recuerdo que no me deja...y aghhhh...tengo que regresar!

Cel dijo...

ene, volví y soy millones.

Lucercita, ah, pero qué viva que sos. ¿vos te pensás que se puede huir del recuerdo? no hay manera, mi querida. es sólo cuestión de un poco de voluntad y tiempo. la clave es el tiempo.