viernes, diciembre 07, 2007

Me acabo de acordar de que el día que me fui de la casa de mis viejos, con lo puesto y 5 pesos en el bolsillo, mi abuela me dijo que cuando mi mamá estaba embarazada de mí, había considerado seriamente entregarme en adopción. Odié a mi madre durante meses y meses. La puteé en la cara, por teléfono, con la mente. Le dije cosas horribles y ella me acusó de vaga, de vividora, de cínica, de manipuladora, de insensible.
Eso fue hace más de 3 años. Hace más o menos 2 que no nos peleamos. Nada, ni una levantada de voz, ni una discusión livianita. Nada de nada. De hecho, llegué al punto de contarle todo, y de realmente escuchar su opinión. Eso es raro.
Hace un rato me llamó llorando, acusando a mi hermana de hueca, de vividora, de cómoda, de colgada, de vaga.
Creo que a mi hermana le llegó la hora de irse.

Ah... otra cosa.
Tacho, extraño sus comentarios, así que por lo menos déjeme un "hola". No sea ingrato.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ciclos, ciclos...

Por suerte me fui bien de casa.

Anónimo dijo...

la vida es una rueda

Julia Elena dijo...

Pago cualquier precio por irme de mi casa..

Como sea..

Bien o mal..

Lo único que pido es un laburo..


Cuándo me llegará la hora?