jueves, junio 17, 2010

Hace dos meses me robaron el celular. No volví a comprarme otro. Desde hace dos meses que me siento liberada.
Ante cada sonido de mensaje de texto pensaba "¿y si es fulanito?". Pero nunca era fulanito, siempre era Movistar arengándome a que duplique, triplique y mortifique a mis conocidos con infinidad de mensajitos. O peor incluso, mi madre, indagando sobre aspectos de mi vida acerca de los cuales no me gusta profundizar: "Hola, hija. ¿Cómo estás?".
Ahora ya no, ya no más. Se terminó la mirada ansiosa posada sobre el aparato, esperando un llamado que, aunque prometido, nunca llegará. O llegará con dos meses de retraso. Ahora mi mamá no sabe cómo estoy, ni nadie me despierta a las nueve de la mañana para preguntarme si quiero pasarme a un plan con abono. Ahora camino por la calle mirando al frente y no a una pantallita; incluso ya me encontré como tres monedas en la vereda.
Lo único que tengo que solucionar es el tema del despertador.

6 comentarios:

hormiga dijo...

Qué placer Cel! Que desgracia más afortunada! Si, yo también cada tanto pierdo el celular y todo el tiempo que estoy sin celular me sirve para purgar un poco de ese tipo de ansiedades que solo genera el celular maldito.

Ale dijo...

Compra un celular la puta madre! Beso,

CMQ dijo...

pues yo, al contrario, era feliz pasando de móvil... y ahora no puedo vivir sin él porque sí, me llama quien me tiene que llamar, y me manda mensajitos. Mi vida es mirar a una pantalla...

La Criatura dijo...

yo también decía lo mismo, cuando volví a tener, volví a respirar.



(mi celular es mi emepetres, fun-da-men-tal)

Cel dijo...

hormiga, viste que es una tranquilidad?

Ale, ay... cómo te explico que, por lo menos por el momento, no.

CMQ, ah, recuerdo, recuerdo esas épocas y ahí sí estaba bueno. =)

Criatura, jaja eso me decía una amiga ayer: "esperá a tener de vuelta y vas a ver".
(en ese caso, se entiende por qué es que volvió a respirar).

ANITASI dijo...

Dejate de hinchar, te hubieras tomado el whis!!!!!!!! y después me contabas cómo estabas, para que nos matemos de la risa como cuando tomabamos esos remedios extraños.