Voy al cine a llorar.
En serio, me acuerdo del último día que lloré. 14 de Diciembre de 2006.
Bueno, en realidad, también lloré el 2 de Enero de este año, pero estaba rodeada de la gente del laburo y ni ganas de levantarme para ir al baño a hacerme la pobrecita, así que fue una lagrimita nada más. Llanto llanto fue el de Diciembre.
Y resulta que ayer a la nochecita estaba a punto de morir de aburrimiento, entonces me subí al 92 para terminar en el Village Recoleta agarrando la primera película que empezaba.
El Descanso. Sí, Cameron Diaz, I know. Pero te la salvan un poco Kate Winslet, Jack Black que es Dios (posta, ese tipo es Dios... Eso,todo lo que yo quiero que sea un hombre) y Jude Law que se parte al medio solo (aunque en esta en particular tenga menos expresión que una botella vacía de Cunnington).
A los 20 minutos ya estaba a pleno moco tendido. Sentada en uno de los laterales, medio adelante, bien alejada del resto de la gente. Llorando como si se me hubiese suicidado el gato.
La película apesta. En realidad es Cameron la que te lo arruina todo. El personaje ya de por sí era bastante inverosímil como para que la pusieran a ella a interpretarlo, no le sale. No-le-sa-le.
No viene al caso mi pobre crítica cinematográfica. Primero porque viene de alguien que adora Clueless y fue a ver la comedia musical de JB el Jueves pasado y segundo porque debo decir que no le presté toda la atención necesaria. No le presté atención porque no fui a ver la película, fui a llorar.
Voy a llorar al cine porque si no, no puedo. No me sale. Si me sale, me sale poco, una risa de llanto y así no vale. A mi me gusta llorar con todo el cuerpo, descargando, liberando. Y ese llanto sólo lo logro con situaciones límite y comedias románticas.
El problema fue que me pasé un poco de rosca. En unos minutos tenía que encontrarme con Muchacho Nuevo (que ya para esta altura del partido está dejando de ser nuevo, debería ponerle un nombre o algo) y yo estaba meta lágrima mientras caminaba por Santa Fe.
La angustia no se me fue. Esta mañana me desperté rara, hosca. Y Muchacho Nuevo que es un sol y me sonríe, me abraza y trata de hacerme sentir mejor. Es una pena que no pueda decirle lo que me pasa... Ni siquiera yo sé qué es lo que tanto me angustia.
Voy a llorar al cine.
Es perentorio que el analista vuelva de sus vacaciones.
No me sale llamarlo "eso"
Hace 12 años.