viernes, octubre 08, 2010

Es justo en ese momento en el que voy entrando en trance que me gustaría abrir la boca para decir algo más que "sí" o "me encanta"; pero, justamente, porque de eso se trata el trance, mis facultades intelectuales merman para darle paso a lo sensorial. De repente todo es piel y química y pajaritos de colores y fuegos artificiales y esas cosas que los científicos intentan explicar con ECGs y las adolescentes calentonas con canciones de reguetón.
De todos modos reconozco que mi naturaleza es sabia -mucho más sabia que otras partes- y por eso me tapa la boca con un manto de gemidos. Porque ¿qué sería capaz de decir en esos momentos? ¿Podría ser yo una de esas que no ven las líneas divisorias y enuncian tequieros apresurados y cargados de moralina latente? ¿Podría hilvanar un rosario de guarradas irreproducibles en otro ámbito? Quién sabe.
La realidad es que me callo la boca y dicen por ahí que con la mirada todo lo digo.
Las palabras llegan después. Después de descansar y despertar en el mismo estado de ebullición que no me dejó caer rendida sobre la almohada la noche anterior. Me brotan las palabras por todos lados. Me lleno de palabras como hace unas horas me llené de piel, pajaritos y fuegos artificiales.
Te extrañaba, satisfacción.

2 comentarios:

carlos dijo...

cel los ojos son el reflejo del alma. y efectivamente los ojos lo dicen todo esos que dicen que no es cierto te aseguro que mas de una vez han dicho por ejemplo hay me quiere tragar con la mirada o algo por el estilo. depende de tu estado de animo, tus ojos le pueden decira una persona lo que sientes. cuando estas muy contenta, cuando estas triste o preocupada ect besos

Lucercita dijo...

Ufff

siento envidia...y de la mala