miércoles, octubre 06, 2010

Si bien suelo ser víctima del mal timing, a veces es como si la sincronización estuviera de mi lado.
Claro que siempre es para cosas de lo más pelotudas, nunca para las importantes, pero bueno, algo es algo.
Mientras hoy lloraba frente al monitor por cosas que no vienen al caso y que tampoco podría publicar (porque esto de que todo mi pequeño mundo lea este blog es un peligro y ya me tiene las tetas re llenas), se terminó de bajar la segunda temporada de Mad Men.
Plop, hizo el torrent. Y yo me pasé el dorso de la mano derecha por la mejilla para secar lágrimas y puse rápido play. Sólo pude ver veinte minutos de Don Draper y su mirada misteriosa. Don Draper en remera blanca y su espalda contundente. Don Draper y sus Lucky sin filtro.

Me esperan unos días de hacerme cargo de ciertos límites que me había prometido poner por ahí. Me esperan encarnizadas luchas con mi ego y sus embates codependientes. Menos mal que tengo horas y horas de Don Draper.

3 comentarios:

carlos dijo...

cel no te angusies de a poco lo vas a ir superando. hay que darle tiempo al tiempo besos

La Criatura dijo...

oh, ¿hizo una promesa y ahora ya no bebe, no fuma, no coge?

Cel dijo...

carlos, angustiarme es mi hobbie. todo me angustia. la angustia no es mala, es la inquietud de los neuróticos.

Criatura, ja! vos tomaste témpera?
no no, los límites y la codependencia pertenecen al ámbito de lo emocional.