Por suerte, hoy la plata que el banco me había debitado por error ya estaba en mi cuenta. Pude, finalmente, poner mi parte del alquiler.
OCA me va traer la nueva tarjeta de débito el martes a la mañana. El asunto me tenía preocupada, supuestamente cobro el sábado que viene y sin tarjeta de débito y sin ventanilla de banco para retirar plata... con qué compraba los regalos de Navidá?
Hoy a la noche es la fiesta del trabajo. Una parte de mí quiere no ir para quedarse en casa comiendo Cofler Block; la otra parte dice que me calle la boca y vaya, que al final siempre la paso bien en esos eventos. Ok, por esta vez le doy la razón a "la otra parte".
Cuando venía en el colectivo me puse a llorar desconsoladamente. En la última página de Memorias de una joven formal, el libro que estaba leyendo, (y ojo que acá viene un spoiler, eh) a Simone de Beauvoir se le muere la mejor amiga. Un chino que se bajó conmigo en Barrancas de Belgrano me miraba de reojo mientras yo me trataba de secar las lágrimas por debajo de los vidrios de los lentes de sol. Después me puse a escuchar The Shins y se me pasó la tristeza.
Y se me fue el enojo con el mundo.
No me sale llamarlo "eso"
Hace 12 años.
1 comentario:
recibir plata, curbir regalos, decidir sobre la fiesta, subir a un colectivo, llorar desconsoladamente, musica, felicidad
pequeñas cotidianidades de un ser de este mundo
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