sábado, agosto 21, 2010

Me levanté sola, después de ocho reglamentarias horas de sueño; de buen humor a pesar de los sueños perturbadores que había tenido. Le di de comer a Plutón, me comí una mandarina y me fui a bañar. Con la sensación de "es, oficialmente, un nuevo día" me enjogginé y me fui hasta el lavadero. La señora oriental -yo creo que es coreana, pero no la tengo muy clara con los taiwaneses todavía, así que por las dudas no arriesgo- que lava mi ropa y me atiende siempre con una sonrisa enorme estaba con el esposo, ese que parece salido de una peli de Kim ki duk y activa lo más pecaminoso de mi imaginación. Me gusta porque se nota que se llevan bien, que dividen tareas y que se sonríen mientras le tiran suavizante a los lavados de acolchados de la clase media caballitense. Pagué lo que me correspondía y caminé por Formosa con mis dos bolsas repletas y la mirada hacia arriba. Y durante una cuadra y media mi cabeza se llenó de pajaritos. Porque a veces me inunda la gratitud y no puedo parar de pensar en cosas lindas, de verle el costado positivo a todo. Entonces se me puebla el pensamiento con bichos afelpados, cupcakes, guirnaldas, y papel picado. Y qué lindo día, qué lindo agosto, qué lindo que llegue la primavera, qué lindo tener toda la ropa limpia, qué lindos los coreanos (o taiwaneses), qué lindo que ella use ojotas con medias y no le importe nada, qué lindo que él use esas poleras de mafioso cool que tan bien le quedan, qué lindo qué lindo qué lindo, qué lindo ponerme mi pollera azul y mi saquito rojo, qué lindo ver esta noche a un chico tan lindo, qué lindos los pajaritos, qué linda la vida, qué linda mi vida.
Y de repente, PUMBA, siento cómo mi pie derecho se resbala, siento mi rodilla izquierda flexionarse para evitar darme la cara contra la vereda. Lo próximo fue estar ya parándome, sin detenerme a mirar para atrás. Caminé rengueando los dos metros que me separaban de mi casa. A los diez minutos -después de haberme lavado el tremendo raspón- ya habían vueltos todos los pajaritos y animalitos a mi cabeza.
Torpe, sí, pero feliz.

7 comentarios:

Flor Naranja dijo...

A veces me pasa lo mismo.
Saludos.

Anónimo dijo...

Hello

I wanted to share with you a wonderful site I just came across teaching [url=http://www.kravmagabootcamp.com][b]Krav Maga[/b][/url] like they teach it in the Israeli Army (IDF) If you guys have seen the Tv Show called Fight Quest you would have seen their chief instructor Ran Nakash there featured on their [url=http://www.kravmagabootcamp.com][b]Krav Maga[/b][/url] episode. Anyways, let me know what you think. Is training via the internet something you would do?


Holla

Ken

Anónimo dijo...

http://histericapresente.blogspot.com/

La Criatura dijo...

ja! podrías haber adornado el posteo con el último jit de ricardito montaner

Soria dijo...

OCHO horas? te envidio.

Lucercita dijo...

Todos en mi oficina saben que recien termine una relaci{on importante, porque soy una llorona patetica y justo hoy lunes que me decidi llegar muy entera, me corté sin querer con un fierro que estaba salido en mi closet JUSTO EN UNA MUÑECA.

Asi que traigo una gasa que parece que me trate de cortar las venas.

Yo no estoy feliz, yo soy torpe y mi vida apestaaaa jaja

Cel dijo...

FLÓ, debe ser algo hormonal.

Criatura, sos malo, eh. nunca, NUNCA, latinos románticos. yo creo que algo de los beach boys le hubiese quedado mejor.

Soria, vos sos joven y geminiano, tenés pilas para dormir 4hs por día y estar bien. yo soy vieja y chota, no me da el cuero para menos.

Lucercita, primero te doy un abrazo y te convido un té de canela. qué feo cuando vas al laburo y todos saben que tenés los ojos hinchados de llorar!
segundo, me rio un poquito, me imagino a tus compañeros mirándote la muñeca y enarbolando teorías suicidas!