Algo que realmente me gustaría es agarrar y viajar hasta el año 2003 y ver cómo me comportaba en ese momento, poder tener acceso a esas miradas que seguramente me devolvía pero a las que nunca me pude enfrentar porque estaba demasiado ocupada mirándome el ombligo.
De todos modos, durante estos años guardé en algún rincón unas cuantas imágenes desde una subjetiva que dispara escenas en tonos fríos. Un dedo paseándose por mi remera rayada; mi mano acariciándole el pelo en la oscuridad; él yendose una madrugada lluviosa; su mano levantando mi pollera violeta.
Me agarra una especie de nostalgia y contrasto esos recuerdos resignificados con un presente que nos reencuentra un poco cansados del enrosque. A los 20 años la neura era una necesidad, llegando a los 28 es un accesorio del que estoy re podrida.
Ahora es como si todo fuera verde. O tonos tierra. Es olor a tierra mojada, que avisa que se viene la lluvia, que dice que la tormenta siempre viene acompañada de sensaciones que intoxican los sentidos.
Y si cierro los ojos todo es negro. Pero los abro, porque no puedo dejar de mirar, ya no puedo permitírmelo.
No me sale llamarlo "eso"
Hace 12 años.
3 comentarios:
Curly: Moe!, Moe!, no puedo ver, no puedo ver!!!!
Moe: Que diablos tienes?
Curly: Mis ojos cerrados…
Moe: Recuerdame que te asesine.
Por eso me encantaría que fueran reales todas las leyendas urbanas que han surgido de la foto de 1914que existe en el museo virtual Barlone Pioneer donde supuestamente aparece el que podría ser un viajero en el tiempo. La has visto? (hago oidos sordos a las explicaciones lógicas que la refutan)
Uta mi imaginación vuela. Creo que yo viajaría a 1999.
Soria, ja! cuántas veces me pasó...
Lucercita, no sé nada de esa foto! ya me pongo a investigar!
Publicar un comentario