sábado, octubre 23, 2010

Ayer mientras iba por Salguero rumbo a Santa Fe fui aminorando el paso porque detras de mí venía una parejita casi a los gritos. Sí, soy una chusma. La cosa es que el pibe -que tenía un manejo de la palabra casi sexy- le dijo a la chica "salí de ese cuadradito nefasto donde vivís, por favor" y no se refería a un monoambiente. Después crucé la calle y me quedé con las ganas de saber qué iba a pasar después, pero también me quedé pensando en esos lugares que uno habita en su cabeza. Si sabré de cuadraditos nefastos...
Después me tomé el 29 a lo de Laurita y cancelamos la salida al cine para quedarnos en su cocina hablando. Con las geminianas se puede oscilar entre lo más íntimo y la abstracción más distante con una soltura que aliviana las angustias. Salvo que esas angustias no deban ser alivianadas sino atacadas, machacadas y transformadas, claro.

"¿Cuándo estoy?, ¿en qué momento se puede constatar una real presencia? Si lo único que hago es dejar todo a medio anudar ¿en qué clase de persona me convierte eso?, ¿qué clase de persona soy?"
Después de eso, uno de esos silencios que podrían extenderse hasta siempre, porque el otro acompaña en ese momento maravilloso del no-sonido, de la mente aquietada por la revelación y el abismo ante lo desconocido. Un silencio de llanto inminente sin pensamiento, sin necesidad de entendimiento, sin necesidad de intelectualización.

Esto yo ya lo viví.

2 comentarios:

La Criatura dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=ZgBF4Tv8okQ&feature=related

Cel dijo...

Criatura, jaaaaaaaaaaaaaaa!!!!
muy bueno, muy bueno. lo voy a usar para hacer ginasssia en casa.