sábado, mayo 14, 2011

Se habla de géneros discursivos en la clase de Expresión Oral y Escrita II. Que las convenciones, que loa enunciados, que blabla. En un momento, el profesor -que es lo más de lo más de lo más-, habla de géneros más informales. Por ejemplo, el diario íntimo.
¿Alguien lleva un diario íntimo?, pregunta.
Y yo asiento sin pensar, sin darme cuenta de que el aula es chica y que cualquier movimiento puede ser notado. Así que el tipo me dice que sí, que yo, que hable un poco de eso. Entonces armo una oración atropellada, casi tartamuda, que incluye la frase "bola de catarsis".
Me cago en mi cráneo que asiente automáticamente y en mi falta de adaptación a los espacios. Una hora antes, el tipo me había devuelto un TP diciéndome "muy buena manera de resolverlo" y resulta que me las arreglo para arruinar mi imagen; bola de catarsis, qué estúpida.
Él es amable e indaga sobre otras cosas, por ejemplo, las convenciones. Me pregunta si fecho cada entrada del diario y ahí sí, ya estoy en graciosa-mode y le contesto que claro, que soy neurótica, que necesito el registro.
Todos ríen, el profesor ríe, yo río.

2 comentarios:

lali balbi dijo...

ajajajaja
y yo, desde acá río también

ANITASI dijo...

cómo me gustaría haber ido a la secundaria con vos!!! fabulosa!