miércoles, febrero 14, 2007

No es suficiente con que aparezcan desde todos los frentes potenciales disparadores de nostalgia. No, con eso no alcanza, hay una parte de mí que decidió que esa nostalgia va a ser buena, que me va a hacer reconciliar con ciertas fotos, canciones y películas.
No tengo ganas de ninguna reconciliación.
Tengo ganas de tirar un par de platos contra la pared, de pegar unos cuantos gritos y repartir algunos bifes.

En otro orden de cosas, me quiero ir a la mierda.

1 comentario:

Living Dead dijo...

Saque nomás todo afuera.

Llore, grite, patalee y pegue todo lo que haga falta.

Hay cristales que no hay que limpiar, sino romper definitivamente y cortarse (metafóricamente, por favor)al hacerlo, para no olvidar el dolor que nos causó.

Yo también me quiero ir a la mierda.

Que el último apague la luz.