jueves, noviembre 01, 2007

Ayer Nat tenía fiebre así que nos instalamos en la cama de Flor para charlar sobre futuros proyectos, mirar libros y tirar ideas para salvarnos de la ruina.
Después vimos Sex & the City, ella con sus 39 grados y yo con un cansancio espantoso que me subía en forma de dolor por la piernas hasta instalarse en la zona lumbar. En un momento, Charlotte dice que una nunca conoce a las personas con las que se está acostando y Carrie, o su voz en off, afirma que la tarada esta a veces puede decir cosas muy zen. Ya me estoy hartando feo de Carrie Bradshaw y su grupete. Me pasa como con Amelie, si me limito a lo entretenido que veo en la pantalla, está todo bien, pero (ay) si me pongo a pensar en la idea de mujer que estos personajes representan, me angustio feo. Pero la cuestión es que Charlotte tenía un poco de razón, o no.
De repente, flashback a la mañana de ayer. Y flashback a la madrugada que precedió a la mañana de ayer. Y este pibe que conozco desde hace más 4 años y sigue siendo un interrogante. Se sabe en qué trabaja, con quién vive, qué películas se baja, con qué películas llora, qué cantante lo emociona, qué cosas lo hacen reír, qué le gustaría hacer en el caso de liberarse de ese trabajo siniestro que tiene y cuál es su lugar preferido en el mundo. Y aún así, sigue siendo impenetrable, tan hermético. O capaz es mi percepción amoldada, condicionada por lo predecible y la tibieza de sus anteriores y posteriores, que me hace saltar de perturbación cada vez que se me sale de mi estructura tan neura y tan prolija.
Él me agradece, muy sutilmente, la paciencia para soportar sus fluctuaciones, las ganas y predisposición para seguirle el juego.
Yo le agradezco, tácitamente, su capacidad de hacerme creer que todavía somos un misterio absoluto a los ojos del otro.

De cómo ver Sex & the City te hace hilar un montón de pensamientos y terminás dándote cuenta de todo lo que querés a alguien.
Ese habría sido el título de este post.

3 comentarios:

nadie dijo...

4 años es mucho tiempo. y sin embargo es muy poco para entender esas pequeñas historias q forman nuestra vida que le hacen dar un poco de sentido a todo esto.

fran dijo...

tenés razon: hoy no hay patron ;)

iamfran

Cel dijo...

tacho: siempre es muy poco, y más aún si uno está en el medio de la cuestión. No hay lugar a la retrospectiva.
Beso.

fran: me parece que no había patrón...