sábado, mayo 23, 2009

Cosas que descubrí haciendo diagramas de árbol mientras me aburría en el laburo hoy a la mañana.
Las primeras citas se dividen en dos. Las horrorosas y las fantásticas.
Las segundas citas se dividen en tres. Las incómodas, las insoportables, y las fantásticas.
Las terceras, nuevamente en dos. Las aburridas, y las fantásticas.
A partir de la cuarta y hasta los tres meses, todo se resume en tres categorías. El muchacho deja de pensar que todas mis excentricidades, paranoias, inseguridades, quejas y manías son tiernas y procede a dejarme; yo dejo de pensar que todas las cosas que me gustaban del otro son atractivas y me aburro hasta el novamás; o bien, por algún designio cósmico, la cosa fluye hacia algún lugar lleno de aventuras y, seguramente, decepciones.
De ahí, los tres meses, en adelante, ya es tierra de nadie. Eso... o empecé a hacer rayones sobre el diagrama porque se me vinieron a la cabeza demasiados recuerdos espantosos.

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