jueves, septiembre 27, 2007

Hace un par de días me empezó el mal humor. Primero se lo atribuí a tener que ir a una lectura cuando odio ir a ese tipo de eventos, después vi la luna llena y, claro, le eché la culpa a eso. Y ayer fue uno de esos días interminables, angustiantes. Quilombos en el trabajo, falta de red en la empresa por lo que tuve que irme a un bar con wifi para poder seguir trabajando, mails con reclamos y darme cuenta de que me mandé una cagada de gravedad media, pero gravedad al fin. Llegué a casa casi a las 11 de la noche, sin hambre y con una ganas de llorar incontenibles. Tomé un par de Camparis con naranja, hablé con Natalí un buen rato en la cocina y di vueltas en la cama hasta más o menos las 4 de la mañana, cuando me dormí y soñé que recorría Roma en subte. Esta mañana la sensación de angustia fue peor, se me mezclaron demasiadas cosas, el cansancio de tener que viajar 3 horas por día, tratar de asimilar que el analista se me va en un momento medio jodido, las pocas ganas de salir a la calle, las pocas ganas en general.
La bomba llegó en el almuerzo, cuando llamé a la casa de mis viejos para reportarme vivita y coleando y mi hermana me contó que al mejor amigo de mi papá lo asaltaron y le pusieron tres tiros en la cabeza. Las chances de que sobreviva son escasas, y aún saliendo de esta los daños neurológicos no lo dejarían llevar una vida "normal". Tres tiros en la cabeza, la puta que los parió.
Podría decir que con todo esto la angustia se me esfumó porque claro, cómo me voy a preocupar por nimiedades como el laburo o las pocas ganas de coger cuando hay gente, con esposa, con hijos, con alumnos, que va caminando por la calle y se come tres tiros en la cabeza. Pero no, la sensación de vacío se acentúa a cada minuto, la migraña me ataca, y lagrimeo a escondidas para que nadie se dé cuenta. Y lloro porque no entiendo nada. Qué sé yo si tiene que ver conmigo, con mi papá que debe estar pasando por un momento espantoso, con el hijo de este hombre que no quiere irse del sanatorio porque no quiere estar lejos de su papá, con él en sí que desde que tengo 6 años me dice que estudie y nunca abandone porque mi cabeza es lo más sobresaliente que tengo, o con qué carajo.
Nadie tiene un migral a mano?

3 comentarios:

Divan dijo...

Más que un migral ...tomate el primer bondi que salga de Retiro y borrate de Baires unos días ... el silencio y el aire fresco te van a venir muy bien!

Saludos y abrazos,

Cel dijo...

divan: sería buenísimo... pero tengo responsabilidades en baires... de todos modos, tomar solcito en el patio de casa va a ayudar bastante.

Un beso,

azul dijo...

te abrazo fuerte nena, a no bajar los brazos!