lunes, septiembre 24, 2007

Hace más de dos años, le dije a un chico "te quiero tanto que vomito". Así le declaré mi cariño cuando todavía no podía ponerlo en otras palabras. Un par de meses más tarde vino el "estoy enamorada de vos, así que no te puedo ver nunca más", por lo menos no hablé de vómito. Después se enteró de que tenía un blog donde hablaba de él y lo llamaba "Mr. Blonde", sólo atiné a borrarlo en su cara.

Una vez dejé una carta en el hotel donde él estaba parando porque había decidido no verle nunca más el pelo y no podía no hacerle llegar que pensaba que era un egoísta que sentía que el mundo era una extensión de su cuerpo.

Otra vez escribí en un espacio anterior a este, que estaba frustrada sexualmente por culpa de él, que no dejaba que mi puta interior saliera a la superficie. Lo que sea que eso signifique.

Y, clavado, cada dos o tres meses le mandaba un mail bomba en el que volcaba toda mi confusión y le afirmaba que nunca nunca nunca más lo iba a ver porque su presencia me obstruía el plexo solar y muchas sandeces más.

He llegado a escribirle cosas tan chiquilinas como "...por eso, lo espantoso es que ya no te voy a buscar mas, que ya no te voy a ver mas... y me hubiese encantado que con querer alcanzara... creo que al final de cuentas las expectativas no estaban puestas en que vos te enamoraras de mi, sino en que con quererte nos alcanzara a los 2".

Toda esa confusión culebronera se esfumó hace rato. El es mi amigo. Mi amigo bonito, abrazable, rompebolas, neurótico, gracioso. Y hoy, mientras comía mi arroz con verduras, me sorprendió gratamente.

Mr. Blonde dice:

es que me di cuenta de que no paro de alejar a las personas que me quieren...

y vos te la re bancaste

no puedo creer lo que te la bancaste

así que me dieron ganas de reconocertelo

eso.

Y aunque él no lo pueda ver, y hable de elegir las cosas y el valor de las cosas y nosequé las cosas, él también se la bancó, me bancó lo suficiente como para que yo lo bancara a él. (pero qué bancadores que somos, che). Porque, vamos, de Madre Teresa no tengo ni un pelo.

De todos modos, era hora. Después de 3 años y monedas de remarla y sudarla me llegó el momento del reconocimiento.

Quiero dedicarle este premio a todas mis amigas, que soportaron estoicamente mis debates internos acerca de todo el asunto cuando las papas quemaban y a mi analista, que a la cuarta sesión me despachó un "bueno, para la próxima quiero que traigas definida tu situación con Mr. Blonde" y con eso me abrió un mundo de posibilidades.

Prometí que no iba a llorar, pero... perdón... perdón.

2 comentarios:

Julia Elena dijo...

Llore, llore..

(Hiba a citar a Moria pero me pareció que era muy algo -que no puedo definir en palabras, no supe encontrar el adjetivo correcto.. quizés la palabra indicada sea ASQUEROSO-


Todo con el tiempo llega.. Lo malo, que siemrpe aparece más rápido, pero lo bueno tabién..

Hacer las cosas bien lleva su tiempo.. Sino, hacerlas mal no sería tan fácil..

Cel dijo...

julita: no hay motivos para llorar... de hecho, todo me causa un poco de gracia a esta altura del partido.
Pero creo que sí, en este caso en particular hice las cosas bien.