martes, agosto 11, 2009

Acerca de cómo un mismo hecho puede ser visto a través de miradas completamente diferentes.

Por ejemplo, que yo invite a un hombre nuevo en mi vida a pasar la noche en casa.

Ani me codea y se pone a pura onomatopeya. "eeeeehhhhh", "eeeeesaaaa".. Así.

Flor inclina la cabeza, sonríe y pregunta dulcemente "¿y? ¿qué tal? ¿cómo la pasaste?". Muy divina ella, siempre.

Lau es la representante de los pies sobre la tierra. "Che ¿y qué hace de su vida?". Ella es de las mías, la compra más una profesión copada que un cuerpo escultural.

Nat indaga, habilita espacios, compara con otras experiencias, hasta que yo termino diciendo "bueno, sí, me hace acordar bastante a mi viejo...". Porque los hijos de psicoanalistas a veces son así.

Genève mira de reojo y con picardía dice "Bueno, vamos a lo importante ¿cómo la tiene?" desatando la carcajada y los detalles más suculentos.

Yo también me hago un par de preguntas clave.
No, nunca las confesaría.

No hay comentarios.: