miércoles, agosto 05, 2009

Mi madre prepara unos fideos mortalmente deliciosos y me manda un mensaje, a ver si me aparezco por la casa matriz, que hace dos semanas que estoy completamente borrada. Llego y reparto abrazos. Devoro los fideos, charlo de libros con mi papá, admiro las pestañas de mi hermana y rechazo el postre, supuestamente me estoy cuidando.
Padre acusa cansancio y se va a su cuarto, entonces quedamos las tres. Mi hermana que está estrenando cinismo y se la ve y escucha de lo más afilada, mi madre que me mira inquisidora, tratando de hacerme preguntas con la mente sabiendo que nunca se las voy a contestar, y yo, con un Camel en una mano y un mechón de pelo en la otra, enroscando con el dedo índice.
Sin anestesia, tira la pregunta. Esa, esa que siempre me hace, si no quiero un novio. Le digo que no, que paso, que me estoy cuidando. Baja la apuesta, la mirada y dispara de vuelta "bueno, algo... ¿un pretendiente?". Ya está, pienso, estoy atrapada en su red, hoy me toca ser la destinataria de todo su deseo de casar bien a sus hijas y tener nietos talentosos con brillantes carreras artísticas -todo lo que ella siempre quiso, proyectó en sus hijas y no pudo lograr de ningún modo-. Me la banco estoicamente, no me hago la canchera diciendo "madre, un pretendiente pretende; yo no quiero que nadie me rompa las pelotas", me callo la boca y miro a mi hermana, que tiene que bancarse a mamá todos los días.
Al final, no es todo tan terrible. Ella reconoce que vé todo a través de su lente Capricornio-Capricornio -porque entre nosotras nos hablamos así, en código astrológico- y que yo no debería compartir sus valores machistas que pregonan el-hombre-tiene-que-ser-el-proveedor. También reconoce que mi nivel de neurosis no permite que podamos comunicarnos fluidamente, así que optamos por sacarle el cuero a mis tías y primas.
Hacia el final de la velada, mientras me pongo la campera, mi hermana, no sé a cuento de qué, escupe "Todos los hombres son infieles, lo que más les levanta el ego es tener dos minas, y si pueden, más. Es así, yo ya me di cuenta". Miro a madre con cara de preocupación y prendo otro cigarrillo, un poco perturbada.
Y yo que me preocupaba por mi madre...

5 comentarios:

ANITASI dijo...

Simplemente Fantástico.

Cel dijo...

Vos me dorás la píldora para que yo te prepare la cena, ya descubrí tu jueguito.
Besote.

La De Arriba dijo...

a veces las menores, o las que aguantamos a la señora madre todos los santos días, somos ocnsideradas como las babys

pero no! y menos con el aspecto machos


pasas por el mio?:) Éxitos

Anónimo dijo...

que cosa esta de darle importancia a los juicios familiares...como si la familia dijera algo sobre algo que valga la pena, o como si algo valiera realmente la pena!

Warry

Cel dijo...

La De Arriba: Pero acá no pasa por si es una baby o no... pasa que no quiero que mi hermana de 21 años suene a cuarentona gastada y descreída.

AlterHugo: Y bueno, algunos les damos importancia, otros no. Y no entremos a debatir si las cosas valen o no la pena porque es a-go-ta-dor.