Mis amigas hablan entre sí y llegan a una conclusión. "Cel está rara". Cuando estoy "rara" suelo hablar poco y nada, mi cara de orto se vuelve una constante -porque es como le decía ayer a Dedé, mi cara es, naturalmente, de orto; no quiere decir que esté mal, es simplemente la cara que tengo y punto; que tenga cara de orto es signo de que mi rostro no está expresando ninguna emoción- y es mejor dejarme sola y no preguntarme demasiadas veces "¿te pasa algo?". No sé qué me pasa, si supiera, lo hablaría, pero no sé qué es.
Dedé asume que se trata del período (astrológicamente complicado) de 54 días anteriores a mi cumpleaños; puede que tenga razón, siempre que llega esta época del año me chiflo y me cambia el humor drásticamente, andá a saber. Lo más llamativo es que yo me siento cómoda. Me gusta quedarme en mi cuarto mirando series, leyendo. La paso bien yendo sola al cine en horarios en los que las salas suelen estar casi vacías. Disfruto de estar sola en casa, cocinando para mí y nadie más.
Y si siento la necesidad de estar puertas adentro o de salir si y solo si tengo unos lentes que me tapen toda la cara, y bueno, tampoco es tan terrible.
No me sale llamarlo "eso"
Hace 12 años.
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