jueves, agosto 16, 2007

No fui al trabajo los últimos dos días. El motivo? No viene al caso, mis queridos. Lo que sí viene al caso es que aproveché para dormir por demás y me di cuenta de que el affaire con mi nueva cama está en la cresta de su ola. Hasta nombre le puse, pero siempre le pongo nombre a las cosas que se supone que debo cuidar. La laptop se llama Roberta, el celular, Román. Hay un Atilio, una Isabel. Rotulo para encariñarme, para ocuparme un poco porque de otra manera, rompo todo.
Entonces el Lunes a la noche fui a despedir a mi amiga y su novio que se volvían a Madrid y cuando llegué a casa, medio fumada y con una mezcla de nostalgia y alegría por un lado y el enojo, la rabia y lo atragantado por el otro. Dormí y dormí y dormí y el Martes cuando me desperté, me fui al cine. A mí sí me causó gracia lo del puerco araña, será que me conformo con muy poco. Todo el circuito del cine en solitario me hace bastante bien, tengo cerca el Village Caballito (y al pronunciar estas dos palabras juntas siento como náuseas) y otro que está enfrente que pasa "cine arte" (lo que sea que eso signifique), es claro que termino siempre gastando 16 pesos para ver alguna pochoclera. Y el circuito es siempre el mismo, me tomo un café o como algo por ahí después de sacar la entrada, compro los obligados pochoclos, me meto en la sala y espero. Salgo del cine y paso por la librería. Ok, es Cúspide, pero es lo que está ahí, me meto y algo me llevo. Esta vez, fue la narrativa completa de Dorothy Parker que encima no pagué porque lo saqué con los puntitos estos. Qué genialidad esto de agarrarme de las pestañas con el asunto este de los puntos y las tres cuotas sin interés.
Cuando volví a casa tenía un mensaje de texto "estás bien? no te veo en el msn y la entrada del blog es lapidaria". Oh, alguien en el mundo piensa en mí! Oh, puedo ser lapidaria! Y así el enojo y la bronca se fueron yendo, a fuerza de los relatos de esta mujer, tan exquisitos, y té de canela con leche y miel, tan exquisito también.
Capaz lo que necesitaba era dormir 14 horas seguidas. O tomar un vino con amigos y comer sandwichs de pastrón y pepino. O no sé. Se me pasó un poco todo.
Qué bueno.

3 comentarios:

s3ba dijo...

A veces es lindo ir al cine sólo... y cuando menos gente hay mejor!!
Gracias por la visita, a mi recién nacido blog.
Besos

nadie dijo...

son los pequeños gustos personales. Cuando yo comento esto de la soledad, de disfrutar de un cafe, de un cine, e incluso de una visita a una libreria...todos me dicen que estoy mal! antisocial! o nose! cualquier cosa del momento.
Pero es una extraña sensacion de liviandad, en general sucede que termina dibujándome una sonrisa que nadie entiende y que ayuda a pasar por esos días donde todo es caos y donde el mundo alrededor parece explotar.
Es sencillo, como una pequeña catarsis no?

Cel dijo...

s3ba: eso me pasó, había, como mucho, 5 personas más en la sala.

tacho: A veces catarsis, otras, simplemente se trata interactuar con escenas y no con personas. Y sí, es de lo más sencillo y placentero.