martes, abril 27, 2010

- Dale, marmota, te hablo en serio.
- Yo también te hablo en serio. Aprovechemos un día que no esté mi jefe, a la siesta.
- Pero yo te estaba hablando de otra cosa.
- Sí, y ya te dije que todo bien, que te lo conseguía al libro. Ahora vayamos a lo interesante.
- ¿Vos te das cuenta?
- ¿De qué?
- De lo que hacés.
- ¿Qué hago?
- Siempre llevás todo al mismo lugar, lo volvés sexual, con mi ayuda, obvio. Y a mí me encantás, y me encanta que te puedas soltar conmigo, que te lo permitas, pero me da la sensación de que estamos siendo medio boludos.
- ¿Por qué boludos?
- Porque nos elegimos unos disfraces que nos quedan chicos.
- Desarrolle que me interesa.
- Eso, que vos te comiste un personaje de la más putita y te queda re lindo, pero todos sabemos que hay màs. Y yo agarré el de más pija del condado, y de vuelta, todos sabemos que hay más. ¿Por qué no aprovechar... nos? ¿Por qué no podemos hablar más de cosas interesantes, o de boludeces, como hacíamos antes? ¿Qué pasó en el medio? Ni vos te volviste idiota ni yo un obtuso, todo lo contrario, tu vida es más interesante que hace unos años, yo estoy bastante más del moño que hace unos años; deberíamos poder comunicarnos sin tener que usar la palabra pija o teta cada dos frases.
- Wow.
- Sí, acabé con la magia. Teta, pija, coger, leche. Digo, para equilibrar.
- Te quiero, boludo.
- Yo a vos, marmota.

2 comentarios:

Mariana dijo...

Uy cómo te corrieron. Date cuenta, marmota.
:)

Cel dijo...

Mariana, jajaja, soy bastante marmota, lo reconozco, pero no, no me apuraron ni nada... pero ponerme a explicar por qué no me corrieron tomaría demasiado tiempo.