Y entonces ¿qué? ¿Voy hacer todo un despliegue de preparativos por casi nada? Tengo que bañarme, depilarme, elegir ropa decente, emprolijarme las cejas, pintarme los ojos, pintarme la boca y todo ¿para qué? ¿para un garche mediocre? ¿o una tocadita que puede llegar a ser igual que lo que hago todos los días yo sola? Nah, dejate de joder. Es demasiado laburo por nada.
Le decía yo a mi amigo y consejero hace un par de horas por teléfono. Claro que después dejé de hacerme la canchera y me di cuenta de que sí estaría dispuesta a todos esos preparativos... si notara un deseo real del otro lado. Porque sí, yo también quiero todo el versito, qué tanto; capaz un verso diferente, que no rime tanto. No pretendo que me prometan una escapadita juntos a San Bernardo el próximo fin de semana largo, pero sí exijo que me llenen la cabeza con perversas fantasías en las que yo soy la única fantasía. Por menos, no tengo ganas de negociar.
Aunque ni siquiera tenga ganas de pagar con la misma moneda.
Y he ahí la histeria. Oh, la histeria.
Por eso, amigo y consejero dijo la frase que todo lo desmorona. ¿Ves? También sos mujer.
Y ahí me callé la boca.
No me sale llamarlo "eso"
Hace 12 años.
4 comentarios:
te recomiendo una pelicula: "Brief interviews with hideous men"
A todas las mujeres se nos tendria que permitir algun momento de minita
Billii, ahí lei la sinopsis y parece interesante. ya está puesta a bajar. veremos qué onda.
ene, a vos te parece que no se nos permite?
si algun dia tengo una conversacion asi con una mina por telefono me voy a suicidar
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