jueves, abril 22, 2010

Me gustaría saber dónde es que guardo la calma, porque sale y se instala en cualquier momento, sin ninguna razón.
Por qué no puedo sentirme satisfecha con lo simple más a menudo.
Por qué un día como hoy un detalle me alegra el día y el resto del tiempo es sólo eso, un detalle.
Por qué cada vez que siento paz la asocio con la melancolía.
Esas cosas me pregunto. Y estoy tan tranquila que ni siquiera me preocupa no poder contestarme.
El verano me pone ansiosa, el invierno me neurotiza, la primavera me emboba.
El otoño me calza perfecto.

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