La gente entrá acá y pregunta si tengo tal o cual libro. Después de la pregunta, se arma en mi cabeza una especie de diagrama de árbol. Si el libro es relativamente nuevo o muy buscado, probablemente no esté en usados; si no está en usados, tiene que estar entre los nuevos; si está entre los nuevos y es traducido, está en la estantería de la izquierda, si es de habla hispana, en la de la derecha. O bien, es usado. O bien, está en vidriera. O bien, es de bolsillo y está en la estantería de la punta.
Luego, respondo. "Sí, lo tenemos" o "No, no lo tenemos" o "En este momento no lo tenemos, pero te lo puedo conseguir para dentro de dos días".
En general, ni me paro. Sé dónde está cada libro, si es que está. Después de ordenar alfabéticamente toda una puta librería, una se aprende qué hay dentro.
Entonces, a la próxima pelotuda que me ponga cara de sobradora después de un "No, no lo tenemos" y me elogie sarcásticamente la buena memoria porque no puede entender que le diga que no hay un libro sin tener la necesidad de levantarme de la silla -porque estoy absolutamente segura de que el libro no está, sino, obviamente, me paro y me fijo-, le voy a pegar una patada en el orto que va a aterrizar en la plaza de la esquina.
No me sale llamarlo "eso"
Hace 12 años.
4 comentarios:
ay cel, ya que estamos, una pregunta, tendrán Claus y Lucas, la trilogía de Agota Kristoff, una escritora húngara?
estoy buscando eso para regalar... pero no lo encuentroooo
no te pares, igual
ger: ya sé, a mí me han atendido esos vagos... pero mi "no" aparece después de hacer todo ese recorrido que hice en mi cabeza y con mucha educación.
No es el "no" de la vagancia. Es el "no" de la pericia.
Marie: Mañana te averiguo. En la librería no están, pero me fijo si se pueden conseguir y te aviso.
Marie: me acabo de fijar y no figura en el catálago de libros que se pueden llegar a conseguir. Bu.
Seguro que esas minas también son lindas.
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