miércoles, junio 03, 2009

Madrugada del Martes.
- Bueno, ¿qué te parece si mañana te llamo y vemos de tomar una cerveza?
- ¿¿¿Mañana???
- Hey, ¿qué dije? ¿por qué ponés esa cara?
- No sé, ¿no es como muy pronto mañana?
- Tranquila, mujer, no te escandalices.

Y hoy, mientras me recuperaba de la resaca y armaba una devolución a una editorial, relojeaba el celular a ver si llegaba algún mensaje.
Lo peor es que si me llegaba a llamar, me iba a caer mal, me iba a sentir sofocada. Pero como no llamó, me siento poco deseada, abandonada.
A veces no le puedo echar la culpa a las hormonas de ciertas cosas. A veces me odio un poquito a mí misma.

3 comentarios:

Botona dijo...

Que pareto ni pareto, solo ciertas mujeres creamos dilemas donde no importa qué suceda: "Acá ganamos todos"

No sos sola, querida, no sos sola

mayra dijo...

Bueno, pero es más facil que a una la recuperen y la vuelvan hacer sentir deseada que a una le vuelva surgir el deseo por el chico en cuestion no?
saludos!

Cel dijo...

Botona: Gracias, compañera! Es reconfortante sentirse acompañada!

mayra: Eso es justamente lo que pensaba hace un rato. Si me hubiera llamado, lo habría catalogado de avasallante y lo habría juzgado por no haber respetado la consigna; en cambio ahora, espérolo ansiosa.
Saludos!