Estoy en un bar de Acoyte y Rivadavia y mientras uno de los mozos se me hace el galán de maneras de lo más extrañas, mi amiga de la adolescencia que desde hace años vive en España me dice "bueno, vos nunca fuiste demasiado sentimental".
Ayer se me quemó un poquitín el guiso de lentejas -la culpa fue mía y sólo mía- y me pasé un poco con el cabernet. También recibí un poco de dulzura, algo que no experimentaba desde hace años. Sí, años.
Uno de esos fines de semana raros es este. Me gusta.
No me sale llamarlo "eso"
Hace 12 años.
2 comentarios:
De haber sabido que estabas ahí, entraba al bar y antes de tomarme un café y ponerme a leer, me acercaba y te regalaba una copia trucha, pero bastante buena, de "Al otro lado", para que termines trés bien el día del niño.
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