- A mí me gusta ir a la casa del pibe, ver cómo vive, concerlo un poco más viendo su lugar...
- Mmmm... mmmno, yo prefiero que vengan a mi casa, estoy más cómoda.
- ¿De veras?
- Toda la vida. Aparte se evita el conflicto. ¿Me quedo a dormir? ¿Me voy a mi casa? ¿Lo incomoda que me quede? Me estresa, prefiero que venga a casa y listo.
- Pero... ¿y si no querés que el chabón se quede?
- Miro mi reloj imaginario y le digo que me tengo que levantar temprano al otro día. Prefiero ser mala onda antes que quedarme en una casa donde no quieren que me quede.
Lo que no le dije a Lau porque es algo que descubrí recién hoy a la mañana, cuando me desperté en mi cama, después de una muy buena noche fuera de casa. Me gusta que los hombres pasen la noche en mi casa porque sé que al otro día voy a oler la almohada y me voy a encontrar con su olor. Porque me gusta mirar al día siguiente las sábanas revueltas y que se me dibuje una sonrisa recordando. Porque el cuarto se va llenando de recuerdos felices, divertidos, intensos, tiernos. Porque adoro que cada mueble, que cada pedazo de parquet encierre algo, un significado, que dispare millones de imágenes que me hacen llenar el cuerpo de escalofríos.
Y porque, si de descanso se trata, siempre prefiero mi cama.
No me sale llamarlo "eso"
Hace 12 años.
3 comentarios:
cuando empece a salir con mi ex pareja cada dos fines de semana me tomaba un avion y me quedaba en la casa de ella. si bien era su casa me sentia comodo, tranquilo, podia caminar tranquilamente en bolas cuando ella se iba a trabajar y era como mi casa. despues esa cama inmensa y ese espejo me empezaron a resultar familiar, ademas de las ollas, la heladera, el balcon, las toallas el candelero, las cosas escondidas y la comida que le gustaba a ella.
Despues ella se fue a mi casa y mi departamento con pocos muebles empezo a tener cortina, la cama empezo a estar tendida, la alfombra aspirada y volvia yo de mi trabajo y encontraba a esa ehrmosa mujer en bolas esperando para hacerme el amor o esperandome para hacerme una escena por cosas escondidas que me habia descubierto en mi ausencia. ahi... me empece a desorientar... y ya me daba miedo a caminar en bolas en mi propia casa...
sergio jaime: Eso pasa cuando la presencia del otro trasciende límites que ni sabíamos que estaban ahí. Te habría dado la misma sensación aunque ella no revisara las cosas, hay gente que tiene ese poder de avasallarlo todo.
escribi unas lineas en tu honor en mi blog. espero te gusten
sj
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