jueves, octubre 08, 2009

Me hice amiga de Dedé hace 8 años más o menos. Había sido compañera de Ani en el secundario y aparecía en alguna que otra reunión de vez en cuando; nunca hablábamos, yo la miraba desde lejos y pensaba "qué mina personaje". Todo cambió una noche en The Roxy -lugar obligado de cada sábado desde que terminamos el secundario hasta que nos aburrimos-, sentadas en el patio, fumando un cigarrillo tras otro. Hablamos durante horas de fenómenos paranormales y astrología. Desde ahí, amigas, a veces hasta casi inseparables. Además de los planetas, las casas y los tránsitos astrológicos, nos unieron las maratones gastronómicas. Ella se mudaba cada seis meses, y en cada lugar que hacía nido, conseguíamos las coordenadas de alguna buena parrilla; incluso compusimos el hit "Me gusta tu chinchula" -cuya letra repetía el título de la canción una y otra vez, eso sí, la melodía era de lo más pegadiza-.
Cada tanto, alguna de las dos decidía dejar la carne por un tiempo, pero el amor es más fuerte, siempre volvíamos. Legendarias eran las noches de sábado de 2004. Parrillada para dos, hachís, Pop City y seguir hasta el desayuno del domingo, completamente ebrias.
La tragedia ocurrió en el verano de 2007. Ella vio una película sobre los mataderos no sé dónde y lo que empezó como un "me parece que voy a dejar de comer carne" se convirtió en un vegetarianismo de lo más disciplinado que dura hasta ahora. No más parrilla, no más. Una pena.
Y sí, a veces hacemos canelones o ella prepara unos brownies que enloquecerían a cualquiera.
Pero no es lo mismo.

2 comentarios:

Ale dijo...

Vegetariana?! Noooo... que error tremendo!

Cel dijo...

Ale: Y lo peor es que el otro día hablábamos y me decía que a veces se muere por un chinchulín, pero sabe que si se lo come le agarra un ataque (al hígado, ponele). Una pena.