jueves, octubre 15, 2009

Salí temprano de la librerìa, corrí el 36 y terminé Las Partículas Elementales. Empecé La Partícula Divina -porque parece que la física vuelve con todo, una vez más- y me bajé en Rivadavia. Paré para comprar unas supremas y paré de vuelta para llevarme unas paltas, zapallitos y una cabeza de ajo.
En casa no había nadie y me puse contenta. A veces me gusta llegar y que no haya nadie. Abrí un Malbec que había quedado del fin de semana, lavé los platos, le di de comer a Plutón y me comí media palta con oliva y sal.
Corté las supremas en cubos y las puse en la sartén con aceite. Mientras, una radio cualquiera sonando y yo cantando a los gritos. Después, cebolla, ajo, zapallito, morrón y berenjena. Aparte, un arroz con curry. A los cuarenta minutos, estaba con la bandeja en la cama, mirando Lie to Me, de lo más feliz.
De postre, una galletita de limón y un baño bien caliente, casi eterno.
Después de la 1, sonó el teléfono; en 4 horas se me llenó el cuarto de humo, entre sahumerios y puchos.
Colgué el teléfono, me metí toda debajo de las colchas, puteé por los pajaritos que ya empezaban a cantar, miré para arriba pensando "no te lo puedo creer, tanto que pedí y justo ahora me lo mandás" y sonreí. Un rato después, estaba durmiendo.

2 comentarios:

Cel dijo...

ger: naaah, por qué?

lali balbi dijo...

jaa, que linda cel: me devoré tu blog, es un bolero pero muy pop, lo adoré, te sigo leyendo!
besos