domingo, mayo 30, 2010

En la primera clase del curso introductorio del profesorado nos hicieron escribir un texto que hiciera alusión a alguna situación que nos hubiera llevado a estar sentados en esa silla, queriendo ser docentes, queriendo enseñar literatura. No necesité pensarlo mucho.
A los once años me enamoré de un libro. Había una colección de libros españoles en la biblioteca del colegio. Tenían la tapa color maíz y la traducción era de esas que ahora me resultan un poco molestas pero que en ese momento ni registraba. Me llevé el librito este, de una escritora alemana, a mi casa un viernes. El domingo a la tarde lo había terminado, después de haber pasado por todos los estados posibles.
Fue en ese fin de semana que surgió el ritual, un acto que se repite cada vez que una lectura me llega y me completa. Pasó con Yo que he servido al rey de Inglaterra de Hrabal, pasó con Océano mar de Baricco, también con El maestro y Margarita de Bulgakov; pero nunca tan intenso como con Tengo miedo torero, de Pedro Lemebel: el amor más kitsch, comprometido y adornado. Lloré durante horas por esa mariquita llena de puntillas, flores; por el guerrillero de corazón enorme que tal vez sí, pero no. Después, devolvérselo a Nat con eterno agradecimiento y despedirlo con un pañuelito blanco, como enamorada en estación de tren.

El libro debajo de la almohada. Tenerlo cerca durante un par de noches. No querer despegarme de la sensación. La fuerza del objeto.

Por eso cuando ayer a la tarde Ita sacó el libro del chileno de su biblioteca y me lo dio, me lo regaló, un escalofrío me recorrió el cuerpo. La fuerza del objeto.
Llega en el momento justo. Cuando siento que la transición me parte en dos. Cuando ya no más tengo miedo, torero sino tengo miedo torero*.



(*) El valor de una coma, cosa de no creer, eh.

viernes, mayo 28, 2010

No pasa casi nunca, pero muy de vez en cuando caigo en un blog y tengo la certeza de que quien lo escribe me gustaría. Va más allá de que me guste el blog, de si el tipo escribe más o menos bien o no. Se me dispara una fantasía y devoro archivos para alimentarla. A veces me dan ganas de mandar un mail, pero no lo hago; ni siquiera dejo comentarios. Debe ser un poco porque soy tímida y otro poco porque me gusta espiar sin ser notada. Espío y fantaseo.
Igual, con el voyeurismo no alcanza, eventualmente me entra la curiosidad y averiguo. Porque, es necesario que se sepa. no hay que ser una blogger popular para estar bien contactada y enterarse de las cosas. Y, lamentablemente, en este tipo de situaciones, lo peor es enterarse de ciertas cosas.
Si fuera de esas chicas etéreas que tienen el pelo lacio y finito podría quedarme en mi rol de voyeur, pero no, tengo alma de señora con ruleros, chusmeo, averiguo y acá me tienen, con el globo pinchado.

Ah, vos no te preocupes. Vos tampoco, eh. Que yo pregunto pero nunca cuento. Chusma sí, boluda no.

jueves, mayo 27, 2010

Si bien durante durante la mitad del año me pongo la camiseta de NO AL MELODRAMA, activo mi radar interno de histeria, anulando cualquier intento de goce a través del síntoma o la manipulación, y llevo una militancia activa contra el síndrome que sufrimos todas aquellas que nos criamos con las novelas de Andrea del Boca y Cris Morena -aunque estoy casi segura de que fue Dawson's Creek lo que me dejo mal para el resto de la cosecha-, soy conciente de que los seis meses restantes soy una auténtica estúpida que traga cantidades industriales de comedias románticas y se mete en historias estériles, retorcidas y catalizadoras de llantos tan injustificados como efusivos.
Venía relativamente bien. Con paso firme, la cabeza en alto y las ideas claras. Sin querer llearme todo por delante, pensando pero también sintiendo. Vamos, que estaba más o menos estable y muy feliz por eso. Hasta que se me activó el gen de quinceañera. Y ojo, eh, que el gen de quinceañera no es lo mismo que el gen minita, es mil veces peor. El gen quinceañera hace que una dibuje corazones al lado del nombre del chico que nos gusta; el gen minita te hace tomarte unos daiquiris, encamarte con alguno y después echarle la culpa al alcohol. El gen quinceañera te hace llamar y cortar cuando el chabón te atiende; el gen minita te hace mandarle un sms medio porno a un flaco que sabés que no te quiere ni ver, para después poder enviarle sin culpa maldiciones a toda la raza masculina cuando no se reciba respuesta alguna del otro lado. Bueno, no, el gen minita es peor. Los corazones y cortar el teléfono son absolutamente inofensivos.
Ayer llegué al límite del quinceañerismo. Podría hacer un relato detallado, pero realmente me da vergüenza. Solamente voy a decir que me metí en un myspace para maquinarme escuchando "su música", le quemé el cerebro a Lau que me dio los mejores consejos del mundo y... BUSQUE UN NÜMERO EN LA GUÏA DE TELÉFONO. ¿Hay algo más 1997 que buscr un número en la guía de teléfonos?
Me voy a estrangular y vuelvo.

miércoles, mayo 26, 2010

En el principio del principio, el tipo se quejaba, decía que las mujeres éramos todas unas rompebolas que nos quejábamos por ser tratadas por ser sólo un par de tetas. Yo me reía y acompañaba la risa con la sensación de que hay algo en los virginianos misóginos que me atrae de manera enferma. Le tuve que explicar que no, que sí soy minita, pero que quejarme por ser sólo un par de tetas, nunca, eso nunca.
Después entendí todo. El tipo no había usado una frase al azar. El tipo dijo "se quejan de que sólo son un par de tetas" porque su obsesión con las gomas es algo que yo nunca hubiera imaginado posible y que probablmente puso incómoda a más de una. Pero fetiche, eh, no exagero. Estoy hablando de una fascinación inquietante, de un deseo irrefrenable, una pasión desbordada. Me sentí halagada, porque es de conocimiento público que soy una tetacéntrica, y hasta imaginé un futuro juntos, en el que él halagaría mi pechera hasta hacernos viejitos y desdentados. Pero mi euforia creció a razón inversa de su manía por mi escote y terminó por agotarse después de unos ruegos muy penosos en los que me pidió por favor -dijo "por favor", es una cosa de no creer- de vernos, o de ver mis tetas, que para él era más o menos lo mismo.
Así fue como llegó el momento en el que le tuve que decir que no, que yo no era sólo un par de tetas; claro que sin usar esas palabras, me inventé unos dolores un día, unos malhumores otro y la cuestión quedó suspendida en la nada desde marzo hasta hace unos días.
Y qué sacada andaré que casi le digo que sí al loco de las gomas cuando me invitó con un combo irresistible -al menos para él-: ir a una jam -él a tocar, yo a cantar-. para después pasar por su casa y deleitarnos con los placeres que puede proporcionar mi delantera. Casi que casi.
Por ahora.

viernes, mayo 21, 2010

El deseo urge y me convierto en un auténtico peligro. En un peligro para mí, eso primero; y en un peligro para todo aquel que se me acerque con la guardia baja. Si me ven por ahí, guarda, mejor esquivarme, o no, todo depende de qué se esté buscando. Si pudiera elegir, elegiría, eso está claro. Pero esta vez apunté mal. Los signos de aire se me escapan, o flotan por encima de mi cabeza, plantando ideas y nada más. Si pudiera elegir, agarraría al libriano de sonrisa que derrite y que con dos palabritas, pumba, me tiene de rodillas. O al geminiano que me hace acordar a McGyver y que me deja sin palabras. Pero no. Cuando no se puede, no se puede, hay que arremangarse y salir a ver qué pasa por ahí. Y hoy, hoy es el día. Porque después, una casita en el Tigre con Genève, Cedric y Alejo, tres libros, las flores recién cosechadas, una cantidad monstruosa de comida y mucha calma.
Los leo al regreso.
Sean felices.

jueves, mayo 20, 2010

- Yo realmente creo que sos muy atractivo. Va más allá de que seas medio freak.
- Eso pensás porque vos estás medio rota. Yo no le puedo gustar a ninguna mina normal. Tampoco me puede gustar a mí ninguna mina normal. Por eso las cosas están como están.

Y yo me reí, a pura carcajada me reí, porque lo dice de una manera tan graciosa que forma le gana a contenido y medio que no registro que me está metiendo en la gran bolsa de neuróticos incurables en la que va acumulando amistades, minitas y, bueno, cosas como yo, que, como de costumbre, soy una especie de híbrido entre unos polvos inolvidables y confidencias a la madrugada.
Después de la risa lo pienso un poco y tal vez tenga razón; por lo menos en lo que respecta a él, lo que me conquistó desde un principio, cuando tenía tiernos veinte años y todavía creía que iba a ser una brillante psicoanalista, fue esa pinta de loco manso que hacía lo que se le venía en gana cuando se le venía en gana, todo siempre acompañado de un look impecablemente desalineado y ese pelo de largo grunge y suavidad perfumada.
Su presencia lo abarca todo y se convierte en ese que precedió a todos, en casi todo. Brindo por su anormalidad, por la mía. Lo enmarco y lo cuelgo de una pared. El primero que me hizo acabar, el primero que me hizo hablar, el primero que me respetó, el primero que entendió.
El primero del que no me arrepiento en absoluto.

miércoles, mayo 19, 2010

Como el lunes estaba de relativo buen humor, no me convertí en Medusa cuando una quinceañera vino a pedirme La Vara, de Moliera (sic) y Bolas de Sangre, de García Orca (oh, my, sic) (sick). Fue al final del día, sabía que después me iba a tomar unas cervezas con gente linda así que no pasó de ser una más de las burradas de los pibitos estos palermistas.
Pero. Ay, siempre hay un pero. Hoy me levanté llorando y enojada. Enojada con mi madre por no querer saber qué es de mi vida, con mi padre por nunca ser capaz de levantar el puto tubo del teléfono para saludarme, con mi jefe por pagarme chirolas, con un muchacho por tratarme decentemente y después desaparecer, con telefónica por despertarme a las once de la mañana, con el mundo por ser mundo. Y mientras hacía ejercicios de respiración para no largarme a moquear en el medio de la librería vino un muchachito en su uniforme azul y gris a pedirme "1834". Le entregué 1984 con desprecio y una cara muy particular que suelo poner cuando estoy de estos humores tan poco amenos y que un día de estos va a hacer que alguien me pegue un bife por ser tan asquerosita, estoy segurísima.
Estoy ahí, al borde. No sé al borde de qué, pero se presiente el límite.
Que no me busquen.
En serio, que no me busquen.
El regreso académico se cristalizó en forma de nota. 9 (nueve).

Eso sí, la alegría se terminó de completar con el gran 10 (diez) de La Secretaria, que se puso toda colorada.

Un aplauso para La Secre, que se estudió todo.
Y bueno, uno para mí también, que me encanta que me aplaudan.

martes, mayo 18, 2010

Uy, ¿saben qué?
Tengo las tetas llenas de esta infatuación que tiene todo el mundo por los cupcakes.
Y de repente, lidiar con la ansiedad. Hacerme cargo de todas las cosas que vine diciendo durante el último tiempo.
Respiro.
Cuento hasta diez.
Y me voy a dormir.

lunes, mayo 17, 2010

- Ay, soy una pelotudaaaaa. No sé por qué estoy llorando. Buaaaaa.
- Peeero, no. Lo estás sacando afuera. Está bien.
- Pero ni sé por qué estoy llorando, boluda. Jajajabuaaaajajajbuaaa.
- Te estás permitiendo otra cosa. Estás evolucionando. ¡Sos el homo novus!
- Buaaaaaaa. No, soy una marmota. Jajajaja. ¿Ves? No sé si me estoy riendo o llorando. Estoy podrida de las hormonas.
- Pero más allá de las hormonas. Que llores, que digas las cosas que estabas diciendo... es todo parte de un cambio re grande, nena. ¡Homo novus!
- Novus: nominativo singular de la segunda declinación. Novus, nove, novum, novi, novo, novo.
- Aunque hay cosas que nunca cambian.

sábado, mayo 15, 2010

Días como hoy siento que los ojos se me hacen más grandes, más marrones, más expresivos. Porque estoy un poco triste, un poco hormonal y como no me sale decirlo, comunico con los ojos. Entonces miro desde abajo, bajando el mentón y apuntando hacia arriba la mirada; asiento mucho y cuando hablo meto mucha mano, mucho gesto.

No tuve mejor idea que elegir uno de Murakami como compañía en esta tarde. Justo Murakami, con todo lo que me hacen angustiar los japoneses occidentalizados. Si apelo a la memoria emocional puedo hasta llorar de sólo recordar todo lo que me produjo Amrita, de Yoshimoto; un llanto sin razón, de pura angustia, de no me alcanza el alma para poder entender estas cosas que me querés decir, Banana.

Ahora lloro también, mientras me escondo detrás de la pc para que el jefe no me vea.
Un llanto sin causa, sin razón aparente. Porque sí, porque hay demasiada emoción dando vueltas últimamente; mucho detonante. Y me pregunto si realmente todo se trata de esto, de sentirlo todo de esta manera tan intensa, que me parte al medio, me atraviesa. Como si me estuviese conduciendo a mí misma hacia el más absoluto desastre, a una colisión entre decenas de variables que hasta ahora habían ido, muy panchas, por carriles diferentes. La autopista de mi mente es ancha, muy ancha.

Me gustaría que alguien me mirara a los ojos hoy. Hoy es el día.

viernes, mayo 14, 2010

Tengo contactos en el msn a los que solo les hablo cuando me falta un rato para irme del trabajo y ya no sé qué hacer para no quedarme dormida en el escritorio. Es el último escalón antes de pasar al tebloqueo-telimino.
No me siento mal al respecto. Es una cuestión de dinámica de relaciones, esta gente cumple ese rol, ellos me tendrán algún papel desginado en su vida cibernética.
Sin culpa, mantengo breves e intrascendentes conversaciones, hasta que a las ocho de la noche cierro con un "uh, ya se hizo la hora, suerte, un beso". Y me voy a tomar el 36.
- Bueno, bien. Se están viendo.
- No no, Dedé, "se están" no. Eso es tiempo presente. Implica hábito. Acá aplicaría un pretérito perfecto. "Se vieron". "Se vieron un día". "Se vieron otro día". No hay una rutina como para hablar de tiempo presente.
- ...
- Para que hablemos con propiedad.
- ...
- No, bueno, eso. Todo bien.

jueves, mayo 13, 2010

Si estás mal de salud, comete un churrasco. Si estás mal de ánimo, comete unas tortas fritas. Y si andás llorando por amor, jodete, sos una boluda, nadie que te hace llorar te merece, no sé qué estás haciendo, gastando lágrimas al pedo. Esa es la filosofía de mi abuela. Asi crió a mi madre. Así crecí yo, convencida de que una entrañita era capaz de hacer desaparecer una contractura, ocultando lágrimas o disfrazándolas de fracasos escolares o dolores de panza -sólo si estaba dispuesta a aceptar el remedio vacuno- con tal de no sentirme una tarada por andar llorando por andá a saber cuál pendejito que me tenía a mal traer.
Fue difícil hacer malabares con esos dos universos: el de la nena/púber/adolescente que sólo tenía tiempo para el estudio y actividades extracurriculares y el de la susanita incorregible que iba suspirando por todos los fulanitos que le quitaban una sonrisa. Qué digo, no fue difícil, fue imposible. No pude con eso, no me salió. Mi mente fue ganando terreno, conquistando espacios, volviéndose cada vez más hábil. Y mi pequeña susanita quedó rezagada en un rincón, juntando lágrimas en frascos, fantaseando matrimonios, sin que nadie la escuchara; a veces una guardia se baja y sale a la superficie, entonces guardo boletos de colectivo y envoltorios de chocolates, escribo párrafos cursis en mis cuadernitos y libretitas, y hago el jueguito ese en el que se escribe el nombre de los dos para sacar un porcentaje de no sé qué -sí, he hecho el jueguito ese con 25 años, me la banco-. Hasta ahí la dejo ir, después de eso, esquivar miradas, ponerme colorada y enarbolar teorías acuarianas de poligamia y desapego.
Justo en el medio, entre mi cabeza -porque estoy convencida de que a veces se convierte en una entidad independiente, casi ajena- y susanita, estoy yo. Yo, que siento todo, tanto, tan intenso y no sé cómo manejarlo. Que me desmorono si me corren el pelo de la cara con un poco más de delicadeza que lo habitual, porque recién a esta altura del partido me permito disfrutar de la dulzura. Que quiero, que realmente quiero, pero a veces no puedo.
Lloro, sin juntar nada en frasquitos. Tampoco me castigo.
Ni me como una torta frita. Ni nada.

martes, mayo 11, 2010

Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo

El presente proyecto fue presentado en la Cámara de Diputados/as por las organizaciones integrantes de la "Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito" el 16 de marzo de 2010. Es objetivo de los/as firmantes que el mismo adquiera estado parlamentario para darle tratamiento junto con las demás iniciativas referidas a esta temática.

Artículo 1º: Toda mujer tiene derecho a decidir la interrupción voluntaria de su embarazo durante las primeras doce semanas del proceso gestacional.

Artículo 2º: Toda mujer tiene derecho a acceder a la realización de la práctica del aborto en los servicios del sistema de salud, en las condiciones que determina la presente ley.

Artículo 3º: Fuera del plazo establecido en el art 1º toda mujer tiene derecho a decidir la interrupción del embarazo en los siguientes casos:
a) Si el embarazo fuera producto de una violación, acreditada con denuncia judicial o policial o formulada en un servicio de salud.
b) Si estuviera en riesgo la salud o la vida de la mujer.
c) Si existieran malformaciones fetales graves.

Artículo 4º: Previamente a la realización del aborto en los casos previstos en la presente ley, se requerirá el consentimiento informado de la mujer expresado por escrito.

Artículo 5º: Los servicios de salud del sistema público garantizarán el acceso gratuito a las prestaciones mencionadas en los arts. 1º y 3º y los de la seguridad social de salud y de los sistemas privados las incorporarán a sus coberturas en igualdad de condiciones con sus otras prestaciones. Asimismo deberán garantizar en forma permanente las prestaciones enunciadas en la presente ley, incluyendo el personal de salud, instalaciones e insumos requeridos.

Artículo 6º: Aquellos médicos/as y demás personal de salud que manifiesten objeción de conciencia para intervenir en los actos médicos a que hace referencia esta ley, deberán hacerlo saber a las autoridades de los establecimientos a los que pertenezcan dentro del plazo de treinta días corridos contados a partir de la promulgación de la presente ley. Quienes ingresen posteriormente podrán manifestar su objeción de conciencia en el momento en que comiencen a prestar servicio. Los/as profesionales que no hayan expresado objeción en los términos establecidos no podrán negarse a efectuar las intervenciones. En todos los casos la autoridad responsable del servicio de salud deberá garantizar la realización de la práctica.

Artículo 7º: Las prácticas profesionales establecidas en la presente ley se efectivizarán sin ninguna autorización judicial previa.

Artículo 8º: En caso de que la interrupción del embarazo deba practicarse a una mujer de menos de catorce años se requerirá el asentimiento de al menos uno de sus representantes legales, o en su ausencia o inexistencia de su guardador de hecho. En todos los casos la niña deberá ser oída y frente a cualquier otro interés se considerará primordial la satisfacción del interés superior de la niña en el pleno goce de sus derechos y garantías consagrados en la Convención Internacional de los Derechos del Niño (Ley 23.849).

Artículo 9º: Si se tratara de una mujer declarada incapaz en juicio se requerirá el consentimiento informado de su representante legal.

Artículo 10º: Derogase el Art. 85 inc. 2 del Código Penal de la Nación.

Artículo 11º: Deróganse los Arts. 86 y 88 del Código Penal de la Nación.

Artículo 12º: De forma.

Firmantes: Juliana Di Tullio (FPV), María luisa Storani (UCR), Miguel Barrios (PS), Cecilia Merchan (Libres del SUR), Marcela Rodríguez (CC), Héctor Álvaro (FPV), Adela Segarra (FPV), (SI)lvia Storni (UCR), Nélida Belois (Proy. progre(SI)sta), Claudio Lozano (SUR), Fabián Peralta (GEN), Verónica Benas (SI), Fernanda Gil Lozano (CC), Lisandro Viale (PS), Mónica Fein (PS), Alicia Ciciliani (PS), Liliana Parada (SUR), María Josefa Areta (Frente de todos), Adriana Puiggrós (FPV), Néstor Hugo Castañón (UCR), Horacio Alcuaz (GEN), Victoria Donda Pérez (Libres del SUR), Gerardo Milman (GEN), Silvana Giudici (UCR), Fernanda Reyes (CC), Hector Recalde (FPV), Martín Sabatella (NEPyS), Vilma Ibarra (NEPyS), Carlos Heller (NEPyS), Ricardo Cu(CC)ovillo (PS), Roy Cortina (PS), Jorge Rivas (NEPyS), Ariel Basteiro (NEPyS), Adriana García (Peronismo federal), Lorena Rossi (Peronismo federal), Laura Alonso (PRO), Remo Carlota (FPV), Hector Perié (FPV), María Elena Chieno (FPV), Graciela Iturraspe (Sur), Carlos M. Comi (CC).

PROYECTO DE LEY Iniciado: Diputados Expediente: 0998-D-2010. Publicado en: Trámite Parlamentario nº 15 Fecha: 16/03/2010

Si apoyás que el proyecto de Ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito se trate y apruebe en el Congreso de la Nación Argentina
Firmá acá

lunes, mayo 10, 2010

En Mayo:

- Aprobar el primer parcial de latín.
- Ir a buscar la estufa que compré hace una eternidad en Mercado Libre.
- No morir congelada.
- Ir a tatuarme; esta vez creo que les llega el turno a Venus y Plutón.
- Pasar el fin de semana bicentenario en alguna casita del delta del Tigre con amigas.
- Intentar no enojarme con Dedé por seguir con ese novio malo y choto que tiene.
- Feijoada.
- Seguir así, que las cosas van muy bien.

sábado, mayo 08, 2010

La señora entra con cara de asco y me pide alguna novela que no sea muy conflictiva, pero sí entretenida, y buena, tiene que ser buena. Compara a Almudena Grandes con Ruiz Zafón y yo ya no sé qué es lo que quiere leer esta mujer, qué criterio habita su mente, así que agarro de la vidriera unos cuantos y se los pongo sobre la mesa. Pregunta quién es Claudia Piñeiro y le comento que es la autora de Las Viudas de los Jueves; en ese momento a la vieja se le transforma la cara, una mueca de burla la deforma.

- ¿Pero de qué trata este?
- Es un policial -que le hacen leer a los pibes en segundo año del secundario, olvidé decirle-.
- No habla de los desaparecidos ¿no?
- Ehmmm... no, no habla de los desaparecidos -arriesgué sin conocimiento de causa-.
- Porque la literatura argentina es tan monotemática...
- ¿A qué se refiere?
- A que todos hablan de la época de la dictadura.
- No... es realidad no. Hay mucho, y de todo.
- Ay, nena, sí, todos piensan que los desaparecidos son tema obligado.
- ... -cara de póker-.
- Ya cansa.
- ... -no soy tan buena jugadora, vieja chota, no me busque-.
- ¿No te parece?
- No. Creo que todavía me cansa que Hollywood siga lucrando con el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial...

Ahí vino mi jefe a interrumpirme y poner paz, ya me venía relojeando desde que la vieja provocadora había pisado el local. Él, tan sagitariano, es el as de la diplomacia, salvo cuando le hablan de Perón, ahí se enciende y escupe su discurso gorilón de palermitano vitalicio. Igual, hacemos una buena dupla.
La vieja de mierda se llevó el de Piñeiro y se asoció a la biblioteca circulante. Quedó enamorada de mi jefe y se fue con una sonrisa enorme. Yo me vine a mi compu a escribir este post.
Por ejemplo el caso de mi sobrino... que tiene treintaypico y, pobre, como no estudió ninguna carrera no consigue trabajo de nada. Es una pena, porque los padres son profesionales, pero no sé por qué no lo presionaron un poco más. El muchacho siempre fue medio raro. Tuvo un hijo a los 17 años, y se separó... y me acuerdo que cuando era adolescente el padre lo había anotado en rugby pero al final abandonó y se empezó a juntar con una barrita que parece que le daba a la yerba, por suerte tenía otros amigos que no andaban en eso y lo apartaron de la droga. Ah, y después se hizo rastas... Para mí que es porque es adoptado, por eso todo tan desastroso.

Mis queridos y queridas, les presento a mi jefe.

Keywords: barrita, yerba, rastas

No me le rei en la cara porque es un señor mayor y yo soy una chica muy respetuoisa.

viernes, mayo 07, 2010

Divina la librera, que describe las ilustraciones de ciertos libros infantiles como viajes de ácido (sic) ante la anonadada mirada de la madre que, aunque joven y canchera, nota un cierto exceso de efusividad en la rulienta vendedora y se incomoda.

Nunca me dejen a cargo a sus hijos.

miércoles, mayo 05, 2010

Cuando llegué a casa después de cursar, avisé que no iba a ensayar porque la garganta se me está enfermando, me preparé un bife, una ensalada con muchas semillas y espanté a Plutón mientras comía, quería tirarse encima del plato sin escuchar razones. Y mientras disfrutaba de mi sobremesa en soledad mirando un capítulo de In Treatment, fui quedándome dormida, muy de a poco; luchando contra el sueño, eran las diez de la noche y siempre se corre peligro de despertar a las dos de la mañana con todas las pilas, fui cayendo en esa nebulosa pre-onírica que dispara imágenes sin sentido. Esta vez, repetición de escena sucedida hace apenas horas.
Estaba yo entonces en esa cama ajena, en la más completa oscuridad, con música -¿clásica?- de fondo y muy satisfecha, muy contenta. Una mano apoyada en su barba, entre acariciando y rascando. De repente, más cercanía y casi que podía ver sus ojos abiertos. La respiración que se iba agitando cada vez más y ganas, muchas ganas. Un deseo que se me desbordaba, que no me dejaba quitarle las manos de encima.
Tan perfecta había sido en su versión original, que cuando se iba repitiendo mientras caía por ese túnel que lleva directo al sueño profundo, me hizo revivir cada sensación. Mientras sentia la electricidad subiéndome por la espalda pensé que era necesario escribirlo. Que ponerlo en palabras de alguna manera ayudaría en algo. No sé para qué.
Y ahora que hice el intento, con las imágenes nítidas a la altura de la frente, no me sale. Ni quiero que salga.
Me lo guardo para mí.

martes, mayo 04, 2010

Aries hace como que escucha, asiente, sonríe pero no emite opinión, está muy entretenido mirando el escote. Tauro desconfía, pero en ningún momento falta el respeto o desvaloriza. Géminis revolea los ojos y hace algún chiste para no caer en ningún tipo de debate. Cáncer presta atención, asimila y reflexiona. Leo lo convierte en un cuestionario acerca de sus propias cualidades solares. Virgo toma distancia, presenta su powerpoint mental refutador y hace que una quiera alejarse lo más posible. Libra se maravilla y le brinda al asunto un aura etérea, color pastel. A Escorpio se le escapa la curiosidad por los ojos, pero también se incomoda, se siente controlado, vigilado. Sagitario se ceba, pide más información, pide guía, pide clases, se entusiasma. Capricornio cuestiona, procesa, evalúa y no compra. Acuario integra y propone. Piscis inclina la cabeza mientras piensa en cualquier otra cosa.

Porque en algún momento, no puedo aguantarlo más y saco el tema.
Cel y la astrología, cuestión que allana o lleva posibles romances al mismísimo tacho.

lunes, mayo 03, 2010

Después de mucho tiempo me vengo a dar cuenta de que no soy la misma. La torpeza, la timidez, el temblequeo y la manipulación ya casi que no están. Y si bien sigo siendo bastante inexperta e ineficaz en esto de "el juego", y me rompe las pelotas el código tácito de las señoritas-medidas-que-se-saben-manejar, no soy la misma.
Me tomé más de dos años para esto y, por fin, veo los resultados. Unos cuantos meses para terminar con una relación ya irremontable. Otros tantos para no querer que me toquen ni un pelo. Y un período de transición en el que me reencontré con mi parte más divertida y descomprometida. Y ahora, ahora esto.
Ya no soy la misma. Qué lindo. Qué alivio.