sábado, octubre 03, 2009

Genève medio mal de la panza, yo haciendo una especie de ayuno; las dos enojadísimas por la ausencia de respuesta de dos sujetos en particular y muy cansadas, muy. Después de la travesía que implica tomarse el puto 36 y sabiendo que no quedaba otra más que pasar la noche en casa comiendo verdura, pasamos por el videoclub con una clara consigna: una comedia, bien boluda, que no nos haga pensar demasiado, en lo posible romántica.
Qué problema tratar de ver una película conmigo. Ya me vi casi todo, o por lo menos casi todo lo que entra dentro de mi estilo. Entonces ahí estábamos, cada vez que ella me señalaba una, yo negaba, diciendo "ya la vi" o "no no, esa no". Yo no sé si fue el hambre o qué, pero por algún misterioso motivo, nos pareció una buena idea elegir una argentina. La de Celeste Cid con Marrale. Me chupa un huevo ser cerrada y blabla, odio el (nuevo) cine argentino -salvo contadas excepciones, claro está-, me aburre, está lleno de lugares comunes, se le huele la pretensión a la legua, pretende ser íntimo y cercano cuando sólo logra alejar(me). No sé si me explico. Y esta peli no era la excepción, todos los clichés posibles, los personajes mal delineados, el conflicto que se avista desde el primer minuto, la resolución traída de los pelos, la estética trilladísima, la falta de gracia, ay, me acuerdo y me indigno.
Cuando había pasado una hora, Gen se levantó y se fue a dormir. Yo me fumé lo que quedaba del porro que habíamos empezado antes y traté de evadirme hasta el final de la tortura. Cuando empezaron los créditos me acordé que el director era amigo de El Innombrable. Èl lo admiraba. Me fui a dormir con una sonrisa sobradora en la boca. Y no tuve sueños.

6 comentarios:

Soria dijo...

yo cada vez que no quiero pensar veo una intelectual, porque si veo una boluda, rídicula y llena de clichés pienso por mímesis en mi propia vida; entonces no sirve para nada.

Anónimo dijo...

Un hombre que ve una película de cine arte es puto o a partir de entonces se convierte en puto.

anónimo bis dijo...

anónimo, me caes bien.
puto.

Ale dijo...

El Secreto de sus Ojos esta buena... es un Campanella pop, pero igual esta buena. Hay cosas nacionales que valen la pena.

Anónimo dijo...

Encontré la llave de la levitación en la hiperflatulencia.

Cel dijo...

Soria: cada uno con su método, entonces.

Ale: Campanella no me gusta mucho... Claro que hay cosas nacionales que valen la pena, pero creo que me expliqué, me refiero a "ese" cine argentino.