miércoles, diciembre 09, 2009

- Bueno, si el sábado me dan franco a la mañana, nos vemos el viernes ¿dale?
- No puedo. Trabajo el sábado a la mañana. No puedo salir el viernes.
- Cierto...
- ...
-...
- ¿Ves?
- ¿Qué?
- Lo que acabo de hacer. Estuvimos hablando, todo bien. Llego a abrirme un poco y automáticamente pongo distancia.
- ...
- De veras, boluda, vos no te das cuenta, pero yo sí. Es verdad que laburo el sábado a la mañana, pero siempre la termino bardeando los viernes. Dije que no podía para poner distancia. Es automático; ya me tiene podrida.
- Bueno, por lo menos ahora lo identificás.
- Siempre lo identifico.
- Bueno, por lo menos ahora lo verbalizás.
- No alcanza, Dedé. Con verbalizar no alcanza.

Dedé dice que no se puede creer lo mercuriana que ando. También dice que nunca me vio tan preocupada. Dice muchas cosas y mientras las dice yo no puedo ni mirarla a los ojos, porque sería demasiado, prefiero pensar que es una voz que sale de algún lugar y me tira un par de puntas. Porque si la miro me tengo que hacer cargo de todo lo que me dice.
Dice que basta de ser rebuenaonda recopadas merebancotodo yosolapuedonotenecesito. Y sí, yo asiento, aunque la luz esté apagada y no pueda verme. Asiento, pero por dentro, muy adentro, no tan adentro, a quién engaño, siento que sí puedo sola, que sí me banco todo, que necesito dis-tan-cia. Entonces me duermo con una angustia imposible de traducir en palabras.
Me despierto y la angustia no se fue, camino por el centro y lo mismo, sigue ahí. Me bajo mal del bondi y camino por Bolívar como diez cuadras y no se me pasa. Bajo las escaleras de la estación Perú de la A y hago la combinación con la D como una zombie, escondiéndome detrás de los lentes, porque no puedo tolerar ni siquiera la mirada de los desconocidos. Desde Catedral hasta Facultad de Medicina una nena de rulos me mira, yo también la miro un poco, pero siempre desde detrás de los vidrios casi negros.
Sobre Córdoba hay un olor insoportable, son los huevos aplastados de los recién recibidos que se van pudriendo después de andá a saber cuánto tiempo de estar ahí. Las arcadas son lo único que me sacan del estado ese de desdoblamiento, es como si me despertara, justo a tiempo para cruzar la avenida antes de que se vengan todos los autos encima.

6 comentarios:

hgfghrthshr dijo...

me pasa algo muy parecido, que triste porque no tengo alguna solución, más que, hasta ahora, hacer igual que vos, contarlo.

ene dijo...

No le veo lo malo a poner distancia, esta re bueno que si puedas sola y que no lo necesites

Diego dijo...

Nadie, absolutamente Nadie puede absolutamente todo, absolutamente solo... Esta en la condicion humana/animal...
Asi que menos cocorita y mas abierta a lo que su amiga le dice...al fin de cuentas.... si piensa eso de ud es lo que ud misma deja ver...

Cel dijo...

Cleotilde: bueno, si yo encuentro la pastillita que nos cure, te aviso.

ene: hoy estoy de acuerdo con vos. mañana, quién sabe.

Diego: bueno, nadie dijo TODO. ciertas cosas. es menos problemático en soledad. igual, si, le voy a hacer caso a Dedé.

azul dijo...

linda, me dieron ganas de darte un abrazo y decirte que todo va a estar bien y que ya va a pasar y que es un mal momento y que ya vendrán tiempos mejores. y después me dieron ganas de que me mandes a la mierda porque quien soy yo para decirte todas esas cosas. y despues, no, no: que ya va a pasar. transito horas similares. espero que terminen. y tener, tambien, un lugar donde descansar un poco la cabeza, y que ese lugar sea yo.

Cel dijo...

azu: gracias por tus palabras, de veras. y nunca te mandaría a la mierda, nuncanuncanunca.
eso, esa frase *un lugar donde descansar un poco la cabeza, y que ese lugar sea yo*, no lo podrías haber dicho mejor.