sábado, diciembre 05, 2009

Que sobrevaloraba el amor, me dijeron hace unos meses en una charla por msn. Y yo, toda cocorita, abrí grande la boca, puse cara de sorprendida y le empecé a hablar al monitor. ¿Y vos qué sabés? ¿Eh? ¿Qué es lo que sabés de mí? Que vos lo desvalorices no quiere decir que yo lo sobrevalore. Pero decidí no decir nada. Porque esta persona conoce lo suficiente de mí como para emitir tales juicios, porque yo no tenía ni idea acerca de su valoración del amor y porque si había saltado tan alto frente a una frase, era porque habían destapado algo que tenía intenciones que permaneciera oculto.
Y entonces, como cuatro meses después me acuerdo de ese día y le doy la razón. Esa idea que tengo de amor es completamente desproporcionada. No existe. Y si existiera, sería un garrón, no me lo podría bancar, no podría, bajo ninguna circunstancia, hacerme cargo. Me resultaría sofocante; me quejaría incesantemente, lo despreciaría.
Se siente como un deja vu, porque ya perdí la cuenta de cuántas veces llegué a esta misma conclusión a lo largo de los últimos años. Sin embargo, tiene el mismo efecto cada vez que sucede; me sorprende para después paralizarme. Tropiezo, entonces, una y otra vez con la piedra de mi histeria, que dice que el amor es como en los culebrones, apasionado, inflamable, sufrido, desencontrado, para después hacerme rechazar cualquier atisbo de intensidad, propia o ajena.
Hago este duelo una vez más. Porque la Andrea del Boca que llevo dentro se me muere un poco cada vez que decido quitarle presión a todo el asunto este. Y me angustio, porque no sé ser sin todo eso a cuestas. Debe ser por eso que siempre vuelvo al estado anterior.
Si alguna vez tengo una hija, no la voy a dejar ver novelas.

5 comentarios:

ene dijo...

Siento exactamente lo mismo

Hijo De Puta dijo...

mierdo

Cel dijo...

ene: vos decís, entonces, que es la sobredosis de novelas?

ene dijo...

Cel: y si! Yo no creo que sea casualidad que las que crecimos mirando a Andrea Del Boca o a Thalia (!) actuemos de esta manera!

Penny Lane dijo...

Si si las novelas y no nos olvidemos de los fucking cuentos de hadas! Todo comienza ahí cuando sos solo un retoño de unos 3 o 4 años... Obras tales como "Cenicienta" "La bella Duermiente" "Blanca Nieves" Nos obsesionan con buscar al príncipe azul... y asi nos va, como unas pelotudas buscando al "charming" y encontrandonos con Quasimodo una y otra vez...
Como diría mi sabio amigo Kukilo "Querida el principe azul destiñe en el primer lavado"