sábado, diciembre 19, 2009

Cuando duermo tres horas pasa esto. Me pongo intolerante y tengo ganas de amordazar a mi jefe para que deje de hablar pelotudeces. En este preciso instante, está hablando de San Luis y sus maravillas. Como si el progreso fuese tener wifi en todos lados.
Pasa, entonces, que me empiezo a acordar de todas las cosas que me molestan de él, como cuando antepone el artículo femenino "la" a la palabra tupper. LA tupper. "Ahí en LA tupper hay una empanada, ¿la querés?" y yo no puedo, aunque tenga hambre, agarrar una empanada de UNA tupper, porque me corre un escalofrío absurdísimo por la espalda y tengo ganas de asesinarlo.
Es de esos que dice "setiembre" y "la tequila".
Y le cambia el nombre a las películas.

El mantra de diciembre: Necesito vacaciones.

6 comentarios:

Cata-o podria ser sharon site- dijo...

ajjaj diciembre+eso
es un asesinato

Edgardo G. dijo...

No te das una idea de cómo te compadezco... Que te sea leve. Fuerza que ya falta poco (!?)

Cel dijo...

Cata, igual, fue el sábado, hoy vuelvo a ser la empleada amable de todos los días.

Edgardo, falta poquísimo.

Ale dijo...

LA tupper es muy jodido. Yo consideraria seriamente un nuevo laburo.

Cel dijo...

Ale, no le metas leña al fuego, porque si a LA tupper le sumamos un par de cosas más, seguro que encuentro pretexto para irme... o cometer el crimen perfecto y quedarme con la librería...

Amarula dijo...

A mí me molesta como dicen los españoles EL tanga...me molesta mucho.