lunes, febrero 22, 2010

¿Cuántas veces se puede mirar la misma película?
Acabo de ver Reality Bites, y quién sabe cuántas veces me la vi, de principio a fin, con acompañamiento de bailecito en la escena de la estación de servicio y llanto al final incluídos. Creo que la primera vez fue a los trece o catorce y claro, ¿cómo no querer ser Lelaina a los 23? ¿cómo no querer my own private Troy?

Entonces, son las cinco de la mañana, me tengo que levantar en cuatro horas pero no puedo, no quiero, irme a dormir, porque sé que en el momento en que apague la luz se me va a venir todo encima, como un peso muerto sobre el pecho. Porque es eso, peso muerto, algo que está ahí, desde los trece o catorce y ya no sé cómo manejar. Pero pesa.
No saber cómo hacer y ya no encontrar modos de parafrasear el intento de hacerlo palabra. Como si enunciarlo lo alivianara, como si sirviera de algo. Como si escribiendo pudiera reparar el daño, la torpeza de cometer siempre el mismo error. Siempre. El mismo.
Esas cosas que les pasa a otra gente y a mí nunca, y yo me pongo de al lado de afuera del vidrio y hago como si me estuviera arreglando el pelo con el reflejo pero en realidad todo se torna muy de-chiquilín-te-miraba-de-afuera. Y ese es el problema, que si alguien viniera y me dijera "¿querés pasar?" yo diría que no, que sólo estaba viendo si tenía los pelos demasiado alborotados. Como si me diera vergüenza reconocer que sí, que yo también quiero, pero que siento que no puedo, que es demasiado, que no sé si me lo merezco.
Parece que no necesité apagar la luz para que se viniera todo encima, porque son las cinco y cuarto y estoy llorando mientras tipeo. Porque parece que lo único que puedo hacer últimamente, es eso. Y por últimamente me refiero a los últimos trece años. Desde los trece o catorce hasta ahora. Se acumulan archivos, y posts, y blogs, y mails enviados, y borradores, y cuadernos, y cartas nunca entregadas; eso es lo que tengo. Eso y el peso muerto.
Y a vos, que estás leyendo esto ¿no te cansás de leer lo mismo una y otra vez? ¿no se siente como un deja vu constante? ¿soy sólo yo o es realmente evidente que, por cómo vienen las cosas, el panorama no va a cambiar? Sí, eso, que mañana -o en unas horas- me voy a sentir mejor, que no voy a estar tan hastiada, que voy a ponerme la mascarita carnavalera para salir a hacerme la cancherita por ahí. Y dentro de diez días, o quince, o en un mes, de vuelta con lo mismo; con el yunque en el pecho, la lagrimita fácil y todo el juego de inseguridades, miedos y tropiezos.

En serio, eh ¿cuántas veces se puede mirar la misma película?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Agradezco a mi pésima memoria la facultad de poder ver una película infinitésimas veces y que cada vez se sienta como la primera.

Oda al grunge, los '90 y la generación X.

lali balbi dijo...

mmm, qué dificil...
para mí mujer bonita es infinita, el día que deje de verla periódicamente me va a dar algo!!!!

Cel dijo...

Stella, qué suerte la tuya! Lo mío viene más por el lado de la neurosis de repetición.
Oda y alabanzas, gloria y loor, a todo eso!

secre, igual, pensá que nos vamos a ver periodicamente en otro ámbito, tampoco es cuestión que te des sobredosis de Cel.

Soria dijo...

>>Y a vos, que estás leyendo esto ¿no te cansás de leer lo mismo una y otra vez?<<

increíble, increíble el grado de autoconsciencia que a veces tenés de tu propia escritura

de todas maneras, no. sí me gustaría que haya una narración que enmarque el todo (por eso te suelo decir lo de una novela), pero definitivamente no aburre. eso pasa cuando uno habla de la realidad y no la esquiva, no se cubre...

Soria dijo...

"de tu propia escritura": más bien del propio género discursivo que utilizas (literario o no; ya te dije que para mí sí)

Cel dijo...

Soria, aaaah... geminiano persuasivo, me vas a terminar convenciendo.

azul dijo...

como poder, podés muchísimas veces. la pregunta es: tenes ganas de seguir mirando la misma película? yo creo que habemos algunos que somos como expertos en eso, en la iteracion, en el eterno retorno, en siemprelomismoyalose. y a veces, maravillosas, unicas veces, nos podemos para del sillon, poner stop y decis "gracias hoy no".

igual a mi no me sale seguido

como acabo de leer tu post sobre la gente con carteles de "abrazos gratis" no te voy a decir "un abrazo, cel". te voy a decir: adelante nena, no pares

azu.-