miércoles, febrero 24, 2010

Sonó el despertador, sufrí, sufrí un poco más y fui para el baño a lavarme y esas cosas. Comí una rodaja de melón y prendí la compu. Respondí unos mails y me preguntaron qué leía cuando tenía trece años. Casi me descompongo, García Márquez, Isabel Allende y poesía de la más cursi y melosa.
Oh por dios, paren las rotativas, me acabo de acordar de lo peor. YO ESCRIBÏA POESÏA A LOS TRECE AÑOS. Pura rima y palabras como "amor" y verbos como "espiar". Porque me gustaba un flaco que estaba en cuarto año y le decían Tango, y usaba gamulán y fumaba y yo me ponía colorada cada vez que lo veía, pero no podía dejar de perseguirlo. Después llegaba a casa, me tiraba en la cama, lloraba contra la almohada y le dedicaba horrendos poemas rimados. Mi mamá me preguntaba qué me pasaba y yo le decía que no entendía geografía, ella respondía "Cele, cualquiera que te haga llorar, no te merece". Lindas enseñanzas las de mi madre, muy profundas y absolutamente útiles para una adolescente que tiene las hormonas alborotadas, se siente el ser más horrible del universo y piensa que un pendejo de 16 años y pelito largo es la cristalización de la belleza más estremecedora.
Al final no me acuerdo cuál era el objetivo de este post, el recuerdo de aquellos años me deprimió.
Me voy a llorarle a la almohada un rato.

2 comentarios:

Soria dijo...

soy un fiasco como cheerleader.
tb vos, con isabel allende...

la poesía es para el escritor novato como el pañal para el bebé: en algún lado tenemos que dejar la cacona.

Cel dijo...

Soria, vos no tenías que cheer up a nadie, la culpa de todo la tiene un chileno que me enseñaba literatura en séptimo grado y me hizo leer Paula.

Yu metáfora sobre la poesía me alegró la noche.