miércoles, noviembre 11, 2009

Tratando de encontrar un mail con una propuesta laboral extrañísima que le había reenvíado una vez a mis amigas, abrí la caja de pandora, AKA la carpeta de enviados.

Se supone que no tengo que tomar ningún tipo de decisión importante dentro de los 56 días previos a mi cumpleaños. Creo que lo que (me) está pasando va a derivar en una decisión muy importante, una decisión que vengo posponiendo desde hace mucho tiempo.
Hace poco menos de un año, mi analista, ese que se fue a Córdoba, me sugirió que tenía que definirme con respecto a vos. A los 3 días estaba comunicándote mi resolución, no verte más. Otra vez me había enamorado, eso si alguna vez me había desenamorado, claro.
Al tiempo de eso, ese mismo analista trató de hacerme entender que yo no me había definido nada, que dejar de verte o verte en plan fraternal era otro de mis escapes frente a ese miedo inmenso que siempre me dio cada vez que imaginé la posibilidad de estar en pareja con vos. Verte en un bar, ir a tu casa, que vinieras a la mía, era todo más de lo mismo. Aún estando yo con otra persona, había algo con respecto a vos que seguía haciendo ruido en algún lugar, la sensación de saber que si yo estaba en ese momento con esa otra persona, era sólo porque vos no habías querido darme una oportunidad, porque yo nunca había querido que me dieras esa oportunidad.
En un principio (bastante lejano ya) quise tenerte sólo por el hecho de tener la certeza de que en algún momento te me ibas a escapar, esa certeza se fue desvaneciendo con el correr del tiempo, me empecé a dar cuenta de que amagabas con desaparecer pero que nunca lo hacías, y sí, es probable que yo haya ayudado de alguna manera a que vos permanecieras, pero eso sería atribuirme todo el crédito y es imposible, si no te fuiste es porque desde algún lado percibiste que te podías quedar, que te querías quedar.
Yo no sé si puedo confiar, creo que sí, pero por ahora desde un lado muy distante. Confío en tu criterio, en tu generosidad, en tu humildad, en tu capacidad de amar y entregarte. El (mi) problema es que no sé si puedo ser la depositaria de todas esas cualidades que te veo y admiro. Todo esto, en mi cabeza. En lo real, recibo de vos todo el tiempo. Cada palabra tuya, cada abrazo, cada caricia, se me hacen carne, no me olvido nada, nunca. Podría hacer una lista larguísima de cada vez que me sentí feliz estando con vos, pero es como si a partir de todos esos hechos no pudiese armar la hipótesis más simple y más comprobable, “INSERTE AQUÍ EL NOMBRE REAL DE MR BLONDE AHORA CONOCIDO COMO EL INNOMBRABLE quiere a Celeste”. ¿Cómo hacer para dejar de pensar en términos de teorías, hipótesis y contraste con la realidad?
Quiero estar con vos. Y es la expresión de deseo más intensa que haya tenido. Más que el “por favor, quiero querer a alguien alguna vez” o que el “por favor que alguien me quiera”. Lo otro era mirar para arriba y pedir, esto va dirigido, tiene un blanco. Quiero estar con vos. Quiero que confíes en mí, que te dejes caer porque sabes que detrás te voy a estar sosteniendo. Que me des un beso cada vez que tengas ganas de darme un beso, que me llames cada vez que tengas ganas de escucharme, que no tengas la necesidad de pedirme abrazos porque te los voy a estar dando, siempre. Porque te quiero abrazar y besar y tocar todo el tiempo. Quiero que nos demos una oportunidad de algo más que vernos una vez por semana.
No quiero tener más miedo y sé que vos tampoco. Dejame entrar, y entrá vos. Aceptame, porque nunca tuve tantas ganas de aceptar a alguien. Te juro que pienso en todo lo que te quiero y me agarra una sensación extrañísima en el plexo, ahí te tengo alojado.
La definición no pasaba por dejar de verte o bancarme que no me correspondieras. Esto es definirme. Esto. Decidir que quiero tener un proyecto con vos, que quiero acompañarte a dónde sea que quieras ir y dejarme acompañar por vos. Querer coger con vos y con nadie más. Querer arriesgarme a decirte todo esto sabiendo que existe la posibilidad de que vos no quieras lo mismo. Esto me define como persona. Yo te quiero a vos. Te quiero a vos y no me importa si me conviene o no me conviene, si nos veo un futuro acotado o casi eterno. No puedo permitirme seguir dilatándolo. Si me hago la boluda una vez más, me recibo de discapacitada emocional, porque tener tanto amor por alguien y sólo darle una mínima parte es bajo, es egoísta, es horrible.
Animate, atrevete, dejá de escaparte, vení conmigo. Sabé que estoy para vos, siempre, en cualquier en momento y bajo cualquier circunstancia. Para lo que quieras. Tirá abajo la barrera. No hay barrera, vos sos la barrera. Yo soy la barrera. Seamos cursis y digámonos cosas lindas al oído, caminemos de la mano, llamémonos con apodos estúpidos, llenémonos de besos, todo el tiempo.

Y cuando terminé, pensé "wow". Wow porque hasta hace una hora estaba sacándole el cuero a más no poder. Wow porque ya casi no tengo registro de haber sentido todas esas cosas. Wow porque lo escribí hace casi exactamente dos años. ¿Tan rápido se desvanecen ciertas cosas? Wow por acordarme que nunca me respondió ese mail, que nunca lo nombró, que nunca nada.

9 comentarios:

¨ce_ dijo...

Cobarde.

Cel dijo...

¨ce_: eso pensé durante mucho tiempo... ahora no sé, capaz cobarde por sentir cosas y no hacerse cargo, quizás cobarde por no animarse a decirme nunca con todas las letras que nunca me iba a querer de una manera ni remotamente parecida a mi forma de quererlo a él. cobarde yo por vomitarlo todo en un mail y no poder hacerlo palabra coherente cuando lo tenía en frente.
beso!

azul dijo...

no puedo parar de llorar. esto es lo que me gustaria escribirle a niño rock. asi de directo y simple. sé que tampoco respondería. sé que al final de cuentas lo que quiero es sacarme de encima todo esto y no sentirlo más, creo que nunca más por nadie. nunca nada. exactamente eso. gracias cel (otra vez) por escribir eso que no sé, no quiero o no puedo decir. gracias, totales.

Cel dijo...

azul: una forma de empezar a sacarlo de encima es llorándolo, escribiéndolo, gritándolo. no conozco otra forma, ojalá existiera, a lo clementine como decías vos en un post.
vos también pusiste en palabras cosas que me parecían del terreno de lo exclusivamente tácito, muchas veces. así que un de nada y un gracias también.
te mando un abrazo enorme.

Lemonchelo dijo...

wow
¿ves que todo lo que hablabamos de los mails tiene un por que? La codificación binaria de sentimientos anula el deseo de respuesta. Si le hubieras dicho todo en la cara o por telefono (dije HUBIERAS, NO ME PEGUES) seguro te contestaria. O al menos estarias mas liviana puteandolo en tiempo real y no en diferido. Pero en fin.

Ahora vos viste Cel, los astros NO MIENTEN!!! -ESO ME DA MIEDO-

besos

L

Cel dijo...

Lemonchelo: gracias a tu sabiduría entendí y empecé a aplicar la política NO AL MAIL, SEÑORA, NO AL MAIL; pero hace dos años la vida no te había puesto en mi camino, y yo era adicta a enviar mails de este tipo. Siempre los respondía, pero este no era necesario, durante 4 años se había encargado de decirme "no" de todos los modos posibles. Fue más un acto de descarga que otra cosa, una declaración de algo, no sé de qué.
Los astros no mienten, mi querido; téngalo siempre en cuenta, siempre.

Dolo dijo...

uh.. cuantas cosas para decir. qué lindo lo que le escribiste y que fuerte para él recibirlo,. No sé si cobarde o no, no sé su situación o sentimiento. Hace una semana me invitó a salir un chico y todavía no le dije que no asi que supongo que yo soy cobarde también.
No deja de sorprenderme lo mismo que a vos, como uno puede estar tan cercano a alguien, sentir tanta cosas por esa persona uqe casi se convierta en todo nuestro universo y tiempo después, sin darnos cuenta, tal vez sin que pase mucho tiempo, esa persona es sólo un recuerdo. increíble!
Con respecto al No, al No claro, en la cara, al negativo a ir en b´´usqueda de esa respuesta que en el fondo ya sabemos pero necesitamos comprobarla te entiendo, cuantas veces me ha pasado... ¿porqué será que necesitamos el cartel luminoso para darnos vuelta y seguir nuestrto camino?
beso
D

Cel dijo...

que te invite a salir un chico y no responderle me parece que entra más en el terreno de la indecisión que de la cobardía, el chico al que le escribí lo que leíste tuvo 4 años para decidirse...
Necesitamos el cartel porque si no, lo investimos todo de segundas intenciones y "para mí me quiere estar conmigo pero no se anima porque no le gustan los compromisos" y todas esas barrabasadas que venimos comprando. Y aunque una sepa que es autoengaño, a veces es más fácil recibir el cachetazo de afuera que dárnoslo nosotras mismas.
(amé las fotos de tus abuelos, casi que me emociono)

Anónimo dijo...

eso que escribiste no funciono porque transmite una desesperacion que repele via satelite