jueves, enero 28, 2010

Cada día más parecida a tu mamá, vos. Eso me dijo una amiga de mi tía allá, en el valle. Y qué loco, porque sí, capaz que me parezco a mí mamá, y a mis tías, y a toda la parte de mi familia por parte de abuelo materno; pero a mí eso no me interesa, porque sí, tenemos todos los mismos rasgos y blah, lo sabemos muy bien todos.
Acá el tema es otro. Lo que me da mucha intriga es la otra parte que puso sus cromosomas para que yo esté escribiendo acá, sentada en la cama, y a la que nunca le vi la cara. ¿Seré parecida? ¿Tendré, desperdigados por ahí, hermanos con los que compartimos gestos y expresiones? Esas cosas.
Entonces me miro en el espejo y busco, busco algo que nunca encuentro.

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