lunes, noviembre 05, 2007
Bueno, me acordé de eso y después pensé "7 de noviembre... qué onda el 7 de noviembre?". Y ahí vino a la memoria este post.
Me alegró el día saber que las cosas cambiaron tan radicalmente.
Si mi analista siguiera viviendo en Buenos Aires, en la sesión del siguiente jueves le contaría lo sorprendida que estoy de creer y sentir que tengo una buena vida.
viernes, noviembre 02, 2007
"Bueno, vos decís que no tenés ninguna pasión pero yo te veo como a una mina super apasionada con todo lo que hace, lo que dice..."
"Sos re curiosa, siempre con esos libritos de andá a saber qué en la cartera"
Que qué caracter de mierda que tengo, que parece que hago lo que quiero hacer y tengo cerca a las personas que quiero tener cerca, que me tomo todo con demasiado humor, que soy muy puta, que soy muy buena, que no quiero a nadie, que no rompa más las pelotas, que, ay, soy lo más, que me vaya a cagar.
Es una de esas épocas en las que no me encuentro ni un poco en la mirada del otro.
Todavía no decidí si está bueno o no.
En otro orden de cosas, hay un pibito laburando acá (22, 23 años como mucho) que me está fichando, o no sé si soy yo la que lo está fichando a él. No importa, lo miro cuando hace que no me ve y me mira cuando hago que no lo veo.
Estoy rezándole a la virgen para que me conceda un viaje en ascensor los dos solos. O no, mejor que nos crucemos en el cajero del subsuelo, eso quiero. El se da vuelta para salir después de retirar su dinero y se choca conmigo que estoy apoyada sobre el marco de la puerta, me pide perdón y yo lo miro desde abajo con cara de perrita y le digo "no, todo bien". El aprovecha para pispearme el escote porque claro, mide como 2 metros y tiene full visual access. En cuestión de segundos estamos cogiendo desaforadamente sobre la botonera y la pantalla que sigue pidiendo que se introduzca la tarjeta.
Qué lindo sería tener un amante en la oficina.
Qué calenturienta que ando ultimamente.
Es el Sol en Escorpio.
jueves, noviembre 01, 2007
Después vimos Sex & the City, ella con sus 39 grados y yo con un cansancio espantoso que me subía en forma de dolor por la piernas hasta instalarse en la zona lumbar. En un momento, Charlotte dice que una nunca conoce a las personas con las que se está acostando y Carrie, o su voz en off, afirma que la tarada esta a veces puede decir cosas muy zen. Ya me estoy hartando feo de Carrie Bradshaw y su grupete. Me pasa como con Amelie, si me limito a lo entretenido que veo en la pantalla, está todo bien, pero (ay) si me pongo a pensar en la idea de mujer que estos personajes representan, me angustio feo. Pero la cuestión es que Charlotte tenía un poco de razón, o no.
De repente, flashback a la mañana de ayer. Y flashback a la madrugada que precedió a la mañana de ayer. Y este pibe que conozco desde hace más 4 años y sigue siendo un interrogante. Se sabe en qué trabaja, con quién vive, qué películas se baja, con qué películas llora, qué cantante lo emociona, qué cosas lo hacen reír, qué le gustaría hacer en el caso de liberarse de ese trabajo siniestro que tiene y cuál es su lugar preferido en el mundo. Y aún así, sigue siendo impenetrable, tan hermético. O capaz es mi percepción amoldada, condicionada por lo predecible y la tibieza de sus anteriores y posteriores, que me hace saltar de perturbación cada vez que se me sale de mi estructura tan neura y tan prolija.
Él me agradece, muy sutilmente, la paciencia para soportar sus fluctuaciones, las ganas y predisposición para seguirle el juego.
Yo le agradezco, tácitamente, su capacidad de hacerme creer que todavía somos un misterio absoluto a los ojos del otro.
De cómo ver Sex & the City te hace hilar un montón de pensamientos y terminás dándote cuenta de todo lo que querés a alguien.
Ese habría sido el título de este post.
martes, octubre 30, 2007
Tenía el consultorio en un aula de la sede de Independencia de la facultad de Psicología y cuando terminaba de dar clases, hacía pasar a los pacientes, que en vez de recostarse en un diván, tenían que sentarse en esas sillas con mesita tan incómodas.
El tipo me recibía con un abrazo de oso y tengo que reconocer que hacía poner muy incómoda, incómoda de revuelto en el estómago, incómoda de "ay, me gusta". Me ofrecía un vaso con agua amarronada y me hacía tomar asiento. Yo le contaba de mi relación con Tomás (sí, Muchacho se llamaba Tomás) como si hubiéramos cortado recientemente y tengo la sensación de que tenía unas ideas muy acertadas y esclarecedoras acerca de cómo me manejo con los hombres, pero claro, justo de esa parte no me acuerdo nada de nada, represión, que le dicen.
Al final de la sesión, me daba una pastillita con un dibujito de una carita sonriente y me decía "bueno, mientras te tomes esto, vas a ver que nada te va a importar demasiado".
Caminaba más o menos 3 cuadras con la pastillita en la mano, tratando de decidir si tomarla o no. Paraba en un kiosco, compraba un agua Ser mandarina naranja y me tragaba el smiley.
Mucho mejor fue el sueño del viernes a la noche. Yo podía ver el futuro y Mr Eko leía los pensamientos. Mientras le hacía masajes en esa espalda enorme y viril que tenía, le decía chanchadas con la mente.
viernes, octubre 26, 2007
Bueno, "por una vez en la vida" es un tanto exagerado, sí. Calculo que esta debe ser la novena o por ahí.
El punto es que todas las mujeres que conozco andan quejándose. Del novio, del marido, del chongo, del amante, de estar sola. Queja, mucha queja.
Yo me tiro en la cama, duermo siestas, leo libros, miro películas, charlo con las roomates, cocino fideos, como galletitas, dibujo, tomo fernet con coca, me tiro las cartas, miro por la ventana, sueño con los angelitos, barro mi cuarto, compro leche en los chinos, mojo vainillas en la leche que compré en los chinos, fumo cigarrillos en la terraza, pongo el despertador, me rio con Will Ferrell, llamo por teléfono a mi madre, le cobro la jubilación a mi abuela, pago el Gas.
Y en ningún ningún ningún momento me siento sola, o con ganas de quejarme por estar sola. Sola de soltera, eso.
Nice.
lunes, octubre 22, 2007
Entonces el Viernes cené con Dedé, Sol y un señor que la tenía clara en muchas cosas y me abrió un canal en la cabeza. Me enculé por la lluvia indecisa y cancelé mi ida a Tigre para quedarme en cama ajena la mitad del sábado, jugando a que me cogía Mr Eko y tratando de desneurotizar los diálogos. Cancelé una cena en casa a último momento y me escapé a lo de Dedé para ver Sex & the city y comer pizza de Güimpy hasta que me angustié (es que eran justo esos capítulos en los que Carrie le mete los cuernos a Aidan, la muy turra) y me fui a la compu a ordenar la casilla de mails del laburo, chatear con los trasnochadores y recibir noticias prometedoras de LlaveInglesa que, después de un "che, mejor dejemos esto en standby, ando muy medicado" hace un par de semanas, me sacaron la primera sonrisa de la madrugada . Tipo cuatro de la mañana nos fumamos un resto de porro y terminamos cantando Britney a los gritos y armando un proyecto musical con Sol. El Domingo, Día de la Madre, así que el 92 me llevó hasta Plaza Francia, y charlé y comí empanadas con mi mami, que entre bocado y bocado se mandaba un par de tragos de un licor fuertísimo que le había regalado un amigo. A las 6 de la tarde salí corriendo para casa, mi querida casa, después de tres días de dormir por ahí... Y qué lindo cuando llego a casa y no hay nadie, y entro y están las luces apagadas y me siento un ratito en el patio para fumarme un pucho mirando el cielo que cada vez se va poniendo más oscuro. Y qué feo cuando tengo que bañarme, ordenar el cuarto, cambiar las sábanas, encontrar una bombacha decente y retocarme la cara, todo en media hora. Porque, claro, en el momento en el que llama, tan espontáneo él, y tira un "hola, nenita, qué te parece si en una hora estoy en tu casa y te recompenso por todo lo que te hago esperar?" me agarra un escalofrío que me recorre, rápido, la espalda y me empiezo a calentar en ese mismo instante. Pero después, cuando sólo dispongo de 25 minutos para ponerme presentable y me miro en el espejo y los granitos, las ojeras, los rulos rebeldes, el corpiño que me queda incómodo y soy fea y blah, me quiero matar.
La visita de médico (cuando le dije eso, me puso una cara de orto tremenda, qué cosa esto de la gente de entender lo que se le canta. Visita de médico por lo rápida, bolas, no porque andes medicado) me dejó lista para una siestita y unas hamburguesas buenísimas, con queso, cebolla saltada y barbacoa, mirando Knocked up.
A veces, la vida me sonríe. De costado, pero me sonríe.
viernes, octubre 19, 2007
ojalá hubiera un número para llamar y quejarse: "sí, que tal, te llamo de córdoba 5900, me mandaste el ego con mucho narcisismo"
Cel dice:
estaría reee bueno
pero viste cómo son los que te atienden en los call centers "sí, disculpe, hubo un error en el sistema, lamentablemente no podemos hacer nada por usted en este momento. Le enviaremos una mermelada de naranja a modo de compensación. Gracias por llamar"
MB dice:
"hola, habla mengana dellorto, en qué lo puedo ayudar?"
"sí, te llamo de guardia vieja al 3000, esteeee... no me anda el compañero"
"ah... pero usté lo pidió con erección plena?"
"no sé, yo compré el standard"
"espere un instante que lo voy a chequear en el sistema."
tiruriruriruriruriruriruriruriruriru...
"sí, efectivamente, acá me sale que usted no está abonando por el servicio de erección."
Cel dice:
jajajaaaaaaa
MB dice:
"usted tiene cubierto el servicio de orina nada más, eso es con el abono que usted está pagando"
Cel dice:
ay, no, pobrecito!!!!!
MB dice:
"ajá, y el abono siguiente trae el servicio de erección?"
"a ver... sí, efectivamente, el bonus track plus tiene el servicio."
"bueno, me quiero pasar al bonus nosequé"
"correcto... ahora si me da el número de cliente, el número de solicitud, el número de factura y el número de documento, lo pongo en el sistema y en 72 horas ya le tendría que estar funcionando."
"72 horas?????"
"sí, efectivamente"
"pero yo estoy con mi mujer acá ahora, no en 72 horas!!!"
"mire, yo le expliqué como funciona el sistema, más no lo puedo ayudar."
"y bueh... gracias."
"gracias por llamar al servicio de pene, que tenga un buen día"
-click-
Cel dice:
"y bueh... gracias"? No way, ahí le pedís hablar con el supervisor que es un banana con reflejos rubios y gel que te trata peor aún que la subnormal que levantó el teléfono originalmente
MB dice:
bueno, terminalo y colgalo del blog.
Cel dice:
jajajajaaj
MB dice:
estas cosas yo pondría si tuviera un blog.
miércoles, octubre 17, 2007
En un momento, una de ellas llama al celular a su chico, o chongo, o vínculo, o lo que sea. El tipo no contestó y a ella ya se le pierde la mirada. Una sabe qué está pensando. Que el tipo no quiere atender, que vio el número y decidió ignorar el llamado. Que está con otra y dejó el celular en vibrador. Que la ignora descaradamente. Que está con otra.
Una también sabe que cuando se tienen unas pintas de cerveza encima y una relación poco estable, van a venir las ganas de hacer la drunk call. No importa para qué. Te quiero. Te extraño. Estoy caliente. Te quiero dar un abrazo. Y si voy a tu casa ahora?. Esas cosas.
Ella lo llamó dos veces mientras estábamos en el bar, el pibe no contestó. Cosas que pasan.
Digo, cuántas veces no atendí el celular por no escucharlo? Muchas más veces de las que no atendí por hacerme la boluda frente al caller id. Claro que este no era mi vínculo, era el de ella.
Me tomé el 86 y mientras me daba el vientito en la cara me alegré de no tener a nadie a quién llamar cuando estoy borracha, que no es lo mismo que no tener a nadie. Aunque si lo pienso un poco, ni borracha ni sobria. Nadie en el horizonte. Bah, por lo menos nadie que me haga temblar las rodillas y me genere tos histérica.
Algo me dice que estoy ahí, en ese punto justo, caramelo, en el que nada me importa demasiado y me convierto en una persona atractiva. El momento indicado para el "cuando menos lo esperes", porque la verdad es que no espero. Si viene, que venga y si no, I couldn't care less.
Estoy como para tirarme en paracaídas, esa es la sensación.
martes, octubre 16, 2007
"Not only was she efficient and cheerful, she went above and beyond in keeping me updated with current status."
"More people would do well to emulate her good cheer and professionalism, and I wanted to be sure you knew what a splendid job she did, and how much our team appreciates her assistance. Thanks to her, we are actually a day and a half ahead of schedule, which is absolutely splendid!"
Ja! Ahí tienen todos* los que dicen que soy colgada, amargada y desganada!
Soy efficient, cheerful y soy capaz de hacer un splendid job.
*Por "todos", léase mi madre. Le forwardearía el mail, pero dudo que abra su casilla.
lunes, octubre 15, 2007
Mientras hacía la fila con Dedé y ella me decía "es que yo no entiendo qué hacés con la plata" me di cuenta de que me falla.
Consideremos...
Primero, que es mala idea hacer las compras un Sábado a la tarde, porque, claro, a todo el mundo se le ocurre hacer las compras el Sábado a la tarde.
Segundo, que es peor idea aún, hacer las compras lejos de casa, la excusa "en Disco sale todo más caro" no sirve porque si después me tengo que tomar un taxi para no viajar con todo el bolserío en colectivo, termino gastando lo mismo, o más.
Tercero, que comprar fernet y cervezas ricas no es hacer las compras.
Cuarto, que comprar 6 yogurts Activia de frutilla, tampoco es hacer las compras. Desembolsé 9 pesos sólo porque venían dentro de un tupper violeta.
Quinto, que tratar de esquivar las colas normales sacando cosas que sí entrarían en la categoría "hacer las compras" para llegar a los 10 productos que me exige la caja rápida me convierte en una pelotuda importante.
Una Antares, una Otro Mundo roja, un fernet de 450, una Coca de litro y medio, un paquete de salchichas, los Activia en tupper, un Finlandia y un budín Bimbo marmolado.
De más está decirlo, sigo sin tener qué comer.
Una pelotuda im-por-tan-te.
jueves, octubre 11, 2007
De disfraces, dicen. Ni loca, les digo.
Casi que me están convenciendo.
lunes, octubre 08, 2007
Esa es la visión que tengo casi todo el tiempo que estoy en casa, o sea, lo que veo cuando estoy tirada en la cama. Tirada leyendo, tirada escribiendo, o, como la mayoría de las veces, tirada durmiendo. Es lindo despertarse de la siesta dominguera y ver a James Dean.

Esta de acá abajo es Elvira, la perra que reemplazó a la gata Isa. Es buena, es muy buena, pero se pasa de cariñosa, todo el tiempo se me tira encima y me quiere dar besos de lengua. Todavía no entendió que yo soy fácil pero que, por ahora, hembras no.
jueves, octubre 04, 2007
vendi tus tetasssss
Cel.-
eeeeeeeeeeeeeesa!
Cel.-
a quién?
Eä Light & Honey....stockeando
una piba que no tenia nada
Eä Light & Honey....stockeando
le dije que era el ultimo bolso y pum, se lo llevo
Cel.-
qué alegría
Cel.-
me encanta que la gente porte mis tetas
Eä Light & Honey....stockeando
seh, sabia que te ibas a alegrar
Ya 3 personas llegaron a este blog por googlear "tetacentrismo".
Mi amiga Deborah creó un nuevo término y lo hizo circular.
Gracias, Dedé.
miércoles, octubre 03, 2007
Lo bueno es que me cuidan, tal vez por eso no estoy triste. Cada uno a su manera. Mi papá me invita a que vaya a los ensayos con sus amigos, mi mamá no me molesta con sus hinchapeloteces, mi abuela no me habla de la vecina asesina, Nat me invita a ver películas en la cama y me hace compañía los Sábados a la noche, Flor es Flor y con eso es más que suficiente, Mr Blonde me abraza fuerte y me hace sentir en casa, LlaveInglesa me aclara, tan suelto él "pero ojo, che, que soy más que una pija, eh", mi hermana me manda mensajitos graciosos.
Ya va a mejorar, a activar.
Hay que esperar a que desaparezca la cuadratura Saturno - Venus.
viernes, septiembre 28, 2007
Claro que lloré y miré para arriba exigiendo una explicación.
Al rato me reía mientras me acordaba de sus encuentros de poetas y las canciones que tocaba con sus instrumentos raros.
Hace 10 años, cuando empecé a fumar, me apodó "particulares 30", sí, yo empecé fumando particulares, un espanto. A los 17 me dio trabajo, me hacía corregir las pruebas de sus alumnos de séptimo grado, me pagó de más hasta que la mujer se avivó. Siempre me preguntaba por la facultad y cuando se enteró de mi cambio a Letras le vi cierta aprobación en la mirada que me tranquilizó bastante, era de esos tipos hiper inteligentes y creativos. Me hablaba de Tarkovsky y Bergman como si fueran novedades. Tomaba vino en cantidades industriales y tocaba la armónica y el bajo. Cuando ensayábamos con la banda que tenía mi papá, nos hacía frenar cada 20 minutos para salir a fumar y seguir tomando vino, terminaba siempre ronca y medio borracha.
Y hay mil cosas que recuerdo de Eduardo, que era como un tío para mi hermana y para mí, y son todas cosas lindas, porque el tipo no tenía un gramo de maldad. Sí, estaba completamente chiflado y tenía que medicarse porque era esquizofrénico, y una vez le agarró un brote zarpado porque no tomó las pastillas unos cuantos días y persiguió en pelotas a un vecino con un matafuegos para dárselo en la cabeza, pero era bueno, bueno de verdad. Luz. Lo voy a extrañar, mucho.
Y necesito un abrazo fuerte, y las chicas hoy no vienen a dormir a casa. Y mis viejos tampoco van a estar, y mi hermana tampoco. Y la sola idea de quedarme en casa viendo Heroes me angustia un poco, pero no tanto.
jueves, septiembre 27, 2007
La bomba llegó en el almuerzo, cuando llamé a la casa de mis viejos para reportarme vivita y coleando y mi hermana me contó que al mejor amigo de mi papá lo asaltaron y le pusieron tres tiros en la cabeza. Las chances de que sobreviva son escasas, y aún saliendo de esta los daños neurológicos no lo dejarían llevar una vida "normal". Tres tiros en la cabeza, la puta que los parió.
Podría decir que con todo esto la angustia se me esfumó porque claro, cómo me voy a preocupar por nimiedades como el laburo o las pocas ganas de coger cuando hay gente, con esposa, con hijos, con alumnos, que va caminando por la calle y se come tres tiros en la cabeza. Pero no, la sensación de vacío se acentúa a cada minuto, la migraña me ataca, y lagrimeo a escondidas para que nadie se dé cuenta. Y lloro porque no entiendo nada. Qué sé yo si tiene que ver conmigo, con mi papá que debe estar pasando por un momento espantoso, con el hijo de este hombre que no quiere irse del sanatorio porque no quiere estar lejos de su papá, con él en sí que desde que tengo 6 años me dice que estudie y nunca abandone porque mi cabeza es lo más sobresaliente que tengo, o con qué carajo.
Nadie tiene un migral a mano?
lunes, septiembre 24, 2007
Hace más de dos años, le dije a un chico "te quiero tanto que vomito". Así le declaré mi cariño cuando todavía no podía ponerlo en otras palabras. Un par de meses más tarde vino el "estoy enamorada de vos, así que no te puedo ver nunca más", por lo menos no hablé de vómito. Después se enteró de que tenía un blog donde hablaba de él y lo llamaba "Mr. Blonde", sólo atiné a borrarlo en su cara.
Una vez dejé una carta en el hotel donde él estaba parando porque había decidido no verle nunca más el pelo y no podía no hacerle llegar que pensaba que era un egoísta que sentía que el mundo era una extensión de su cuerpo.
Otra vez escribí en un espacio anterior a este, que estaba frustrada sexualmente por culpa de él, que no dejaba que mi puta interior saliera a la superficie. Lo que sea que eso signifique.
Y, clavado, cada dos o tres meses le mandaba un mail bomba en el que volcaba toda mi confusión y le afirmaba que nunca nunca nunca más lo iba a ver porque su presencia me obstruía el plexo solar y muchas sandeces más.
He llegado a escribirle cosas tan chiquilinas como "...por eso, lo espantoso es que ya no te voy a buscar mas, que ya no te voy a ver mas... y me hubiese encantado que con querer alcanzara... creo que al final de cuentas las expectativas no estaban puestas en que vos te enamoraras de mi, sino en que con quererte nos alcanzara a los 2".
Toda esa confusión culebronera se esfumó hace rato. El es mi amigo. Mi amigo bonito, abrazable, rompebolas, neurótico, gracioso. Y hoy, mientras comía mi arroz con verduras, me sorprendió gratamente.
Mr. Blonde dice:
es que me di cuenta de que no paro de alejar a las personas que me quieren...
y vos te la re bancaste
no puedo creer lo que te la bancaste
así que me dieron ganas de reconocertelo
eso.
Y aunque él no lo pueda ver, y hable de elegir las cosas y el valor de las cosas y nosequé las cosas, él también se la bancó, me bancó lo suficiente como para que yo lo bancara a él. (pero qué bancadores que somos, che). Porque, vamos, de Madre Teresa no tengo ni un pelo.
De todos modos, era hora. Después de 3 años y monedas de remarla y sudarla me llegó el momento del reconocimiento.
Quiero dedicarle este premio a todas mis amigas, que soportaron estoicamente mis debates internos acerca de todo el asunto cuando las papas quemaban y a mi analista, que a la cuarta sesión me despachó un "bueno, para la próxima quiero que traigas definida tu situación con Mr. Blonde" y con eso me abrió un mundo de posibilidades.
Prometí que no iba a llorar, pero... perdón... perdón.
Ayer limpié los libros de la repisa. Qué de polvo que se junta, eh! Encontré muchas porquerías. Mi libreta del cbc, un paquete de vainillas por la mitad (sí, a veces escondo los dulces para no tentarme) dos lamparitas quemadas, pilas usadas, monedas varias, servilletas dobladas y unas revistas que sobrevivieron a la mudanza. Todo a la basura salvo la libreta... las vainillas estaban duras.
Bueno, limpiando los libros, los fui ojeando y parece que subrayo mucho cuando leo. Y acá viene lo de Salinger, no soy tan colgada. Agarré una hoja en blanco de mi block para dibujar y empecé a transcribir esas frases y diálogos subrayados. Todo en lápiz negro, en letra bien chiquita, formando dos columnas, sin diferenciar de qué libro era cada frase. Hasta tiene una especie de sentido si se lo lee de corrido, es como un cadaver exquisito.
Es sorprendente, soy asquerosamente repetitiva. No importa si es Cortázar, Bukowski o Carver, siempre destaco las mismas cosas. La falta de empatía, la dependencia, lo no correspondido. Que para qué necesita el hombre amar a otro ser humano, que todo termina en una guerra despiadada, que para qué necesita familia si es escritor, que no se amaban pero hacían el amor y más de lo mismo, mi paja constante, compulsiva, inevitable. La búsqueda de la identificación.
Estoy considerando seriamente dejar de subrayar. En todos los sentidos.
viernes, septiembre 21, 2007
Y claro que me faltan cosas, Me falta un amante, una carrera, un juego de sábanas más, una botella de Camapari. Ya vendrán. Por lo menos las sábanas y el Campari.
jueves, septiembre 20, 2007
Entro el Viernes a la noche y no veo la calle hasta el Lunes a la mañana.
Me procuraré de tener las provisiones necesarias, cigarrillos, verduras, algún chocolate, cerveza y películas.
Si me llega a faltar algo... pues por alguna razón existe el delivery.
Si alguien me requiere, que llame, alguna de las chicas atenderá el teléfono, o que se mueva y toque el timbre, alguna de las chicas les abrirá la puerta.
martes, septiembre 18, 2007
La cuestión es que soy una novelera, a mí me gusta enterarme de la vida de la gente. Llámenlo morbo, curiosidad o no tener tele para poder mirar gran hermano, pero a mí me copa leer a alguien que escribe lo que le pasa día a día, ya sea desde lo muy puntual y anecdótico o desde un lugar más sentimental y de introspección, yo compro.
También compro otras cosas, por supuesto, pero cuántos blogs como el de Bestiaria, por poner un ejemplo, hay dando vueltas por ahí? No muchos, lamentablemente.
Así que vamos, por qué no me recomiendan algún blog interesante?
lunes, septiembre 17, 2007
viernes, septiembre 14, 2007
No voy a hablar de la pobreza y chatura en las definiciones porque, es cierto, soy una rompebolas que estudió teoría de la comunicación en demasiadas materias, lo mismo que cosas como la perceptividad, el feedback y la escucha activa. El tema no fue ese, el problema fue tener que hacer este curso de 8 horas con 15 muchachos, ni una mujer. Todos muchachos. De sistemas. Todos nerds. Había uno que se ponía tan nervioso cuando quería decir algo que abría la boca demasiado grande y terminaba haciendo un gesto extrañísimo, ese me daba hasta ternura en algunos momentos. Otro que gritaba y opinaba sobre absolutamente todo, odio a los que opinan sobre todo sin tener ni idea, a ese le discutí cada puta frase. El que se sentó al lado mío era buena onda, como que el nerd de 30 años ya está medio de vuelta, encontró hobbies no relacionados con la seguridad informática y blah, esos me caen bien, me divierten, pero este había dejado de fumar hacía un par de semanas y trató de hacerme entrar en razones, que 15 cigarrillos por día era mucho y no sé cuántas cosas más.
La primera "dinámica" era hacer un dibujo sobre algo que nos representara, la mitad se dibujó a sí mismo con la laptop, algo realmente creepy. Otra era un juego en el que te vendaban los ojos, te ataban con una piola a tus compañeros y te daban directivas para levantar pelotitas del suelo, así que ahí estaba yo, vendada, atada a 10 tipos, agachándome para levantar pelotas. La última era hacer una canción sobre el "workshop", sin palabras.
Podría haber dicho que me dolía la muela y huir despavorida, pero me quedé y no canté un cuerno.
Y a la noche festejé Rosh Hashaná y comí demasiado.
Y me analista se va a vivir a Córdoba así que sólo nos quedan 3 sesiones juntos.
Y quiero matar a todos los yanquis que me reclaman cosas que no corresponden.
Y nadie quiere ir a ver conmigo Inland Empire al cine.
miércoles, septiembre 12, 2007
Siempre me agarra de sorpresa, para lo bueno y lo malo. A veces es sorpresa linda, un "y por qué no me escapo un par de horas del laburo y nos dormimos una siesta?". Otras me saca de quicio con sus crípticos "no voy a poder ir, estoy con un ataque de ansiedad" o "no creo que puedas entender qué me pasa, mejor lo dejamos acá" cuando acabo de bañarme, perfumarme y emperrarme para él.
Prime azules ya tenía en una repisita, así que hice el regreso a casa de todos los días, el Mitre hasta Barrancas y de ahí el 55, sin desviarme para ir a Farmacity (porque yo los forros los compro en Farmacity, no sé por qué, debe ser que de paso me compro cremas y jabones y chocolates) apurada, con una mezcla de ansiedad y perturbación.
El Domingo las cosas habían llegado a un terreno muy extraño cuando me contó que era fóbico. A espacios abiertos, a espacios cerrados, a los espacios que desconoce en general. Yo qué sé qué hacer con esas cosas. Qué se le dice a un tipo que iba a visitarte y de repente te salta con algo así? Podía mandarlo a freír churros, o a hacer terapia con un sistémico, o pedirle que volviera a aparecer en caso de curarse. Pero no, le dije que estaba todo bien, que yo estaba para lo que necesitara, que tenía una energía re linda y no sé cuántas cosas más. El Lunes me agradeció por messenger mi buena onda frente a la situación, que qué bueno que sea tan comprensiva y blah. Sí, soy re comprensiva, sí, no sabés. Soy re buena persona... Eso o soy una estúpida a la que si le dicen "tengo muchas patologías, aléjense todos de mí" se le prende una luz, y no roja precisamente, es más como un verde esperanza que dice "ADELANTE, DALE PARA ADELANTE". Y no, no estoy orgullosa de eso, es algo que hago sin darme cuenta, hasta que me doy cuenta.
Cuando iba por Parque Centenario, me preguntó la dirección exacta y me dijo que estaba saliendo. Llegué a casa y ordené el cuarto en 4 minutos, barrer, doblar la ropa tirada, prender Sai Baba, acomodar zapatos y hacer la cama. Me bañé en 10 minutos, con máscara para el volúmen y brillo incluída y mientras me ponía la pollera, sonó el timbre.
Hay algo raro en todo esto de vivir con mis amigas. Ellas tienen sus parejas relativamente estables que ya conozco y veo de vez en cuando, pero yo ya no tengo eso, llevar a alguien de quien me han escuchado hablar durante años y que lo vean en carne y hueso es todo un desafío a mis paranoias, a mi necesidad de mantener todo en secreto siempre. Saber que el famosísimo LlaveInglesa estaba esperando en la puerta de calle las hizo reírse de mí, de mi tensión evidente, del escote, de las llaves que se me caían de las manos.
Después de unas cuantas horas, después de charlar sobre los chamanes y los tatuajes, después de tirarle las cartas, de corroborar una vez más que tenemos una curiosidad y conocimiento del otro que permite absolutamente todo, y después de bajar a abrirle la puerta, pasé por la habitación de Flor, que estaba con Nat mirando la tele y comiendo dulce de leche.
Se burlaron de vuelta, pero esta vez de mi cara de paraíso en la tierra, de lo dificil que es imaginarse al muchacho este diciendo todas las barrabasadas que me sabe decir cuando menos lo espero, de la pinta de freak que tiene y de mi sonrisa embobada.
Y ante el típico "y? qué onda?" sólo pude contestar "es un amor".
Estoy en peligro.
martes, septiembre 11, 2007
Hoy llegué al laburo, abrí el messenger y me apareció una de esas ventanitas que te piden que agregues a alguien a tu lista. Era el primer chico con el que salí. Que me dejó por teléfono. Que hace un año y medio apareció pero no pasó nada. Y andá a saber para qué cuernos me volvió a agregar, pero a mí todo esto me huele raro.
A eso sumémosle que LlaveInglesa está completamente chiflado y cada vez que nos vemos es porque le agarra un ataque de celestitis que "no puede controlar", no importa que sea Lunes al mediodía o Jueves a las 3 de la mañana.
Hace cuatro años que se mantiene el mismo elenco estable, porque hay un par más que rondan por ahí, apareciendo periódicamente. Hay personajes invitados y apariciones estelares muy de vez en cuando, pero la storyline es más o menos la misma. Mi madre diría que todos estos tipos son algo así como mi familia karmática y que hay algo que yo tengo que aprender a resolver para poder seguir adelante. Una compañera del laburo dice que son todos unos huevones que vuelven a mí porque siempre dejo la puerta entreabierta por si las moscas. Yo no digo nada, a veces me rio de todo y otras maldigo a la sincronización, el loop constante y los ataques de ansiedad ajenos.
Por suerte, son más las veces que me rio.
lunes, septiembre 10, 2007
Algunos dicen que es porque no creo en mí. Y en qué se supone que tengo que creer de mí? No quiero volver al argumento “es que nunca nadie me va a querer, no me lo merezco” que tanto usé los últimos diez años y ya está gastado. Qué sé yo si me lo merezco o no, qué sé yo si alguien me va a querer o no, seguramente sí.
Yo quiero otra cosa, quiero paz en el cuerpo. Y no sé si querer y ser correspondida me va a traer esa paz. Hasta ahora, cada vez que quise algo, eso no me trajo más que perturbación y síntomas de Dora wannabe. Quiero tranquilidad, que el pecho no se me haga un nudo 35 veces por día, que no me agarre la tos histérica, que ir al trabajo cada día no sea una tarea colosal. Poder ver una película de principio a fin sin tener que pararla a la mitad para ir a llorar contra la almohada, cantar sin estar corrigiéndome cada nota, caminar sin estar pendiente de la calle por la que voy por miedo a perderme, cocinar sin pensar que me pasé con la sal o la pimienta, llorar de una buena vez por todas. Coger con alguien que tenga ganas de pasarla bien y nada más, porque “nada más” no es poco si se le ponen ganas, pero coger toda la noche y todo el día siguiente, que me dejen atontada de orgasmos, que me hagan sentir que soy linda, o que soy puta o que soy mala, pero que me transmitan algo. La sensación en la piel es lo único que me hace perder el control, me muestra que algunas veces puedo ser increíble, inagotable, generosa y vulnerable.
Quiero comunicarme y ya me cansé de hablar en cara a cara, por teléfono, de chatear y de mandar y recibir mails. Quiero tocar, morder, chupar, acariciar, mirar.
Porque no soy solamente lo que digo que soy, soy más y mejor.
domingo, septiembre 09, 2007
Si sigo haciendo cuentas, hace ya bastante que no salgo a lugares muy concurridos, o medio concurridos... o concurridos at all. Sí, que me quedo en casa fin de semana tras fin de semana, haraganeando con las chicas, o leyendo y viendo películas, o lo que sea que no implique mezclarme con multitudes de veinteañeros en plan levante.
Esto del elenco constante de hombres en mi vida tiene sus pros cuando me agarra la fobia social y no quiero ir a ver qué me deparan las noches de Sábado. Bueno, sí, la contra es que fomento mi aislamiento y que cómo voy a conocer a alguien y blah, no me jodan, cuando no quiero ver gente y me encierro en mi pequeño mundo me importa muy poco lo que me diga esa partecita (ita) de mí que siempre tiene todo tan claro.
Y a veces se me aparecen cosas, así, inesperadas y está re bueno, porque las sorpresas siempre están buenas y además tengo la oportunidad de decir "aaaaaaah, vieron que no tengo que salir de casa para vivir el romance?" y capaz por unos minutos me la creo. El problema es que las sorpresas estas vienen siempre con una vuelta de tuerca jodida, pero, claro "quién te quita lo bailado" dice esta otra parte de mí (no tan pequeña como la otra) que es fácil y ante la menor oportunidad revolea el corpiño. Lo bailado me lo quita que me confiesen que tienen novia después de haberme conquistado por completo, que me persigan día y noche con llamados y mensajes de texto, que me celen sin razón... esas cosas. Entonces, todo lo lindo de la sorpresa y el "ay, el amor puede estar a la vuelta de la esquina" se van por un agujero negro donde se esconden por un largo tiempo.
Otras veces me pasa que salgo de casa sin pensar y especular sobre todo esto y recibo la mañana del día siguiente con un chico en mi cama (ni un muchacho, ni un pibe, ni mucho menos un chabón) que me abraza, se rie de todo lo que digo y me da besos en la frente. Y yo pienso... "besos en la frente? hace 12 horas que te conozco y me das besos en la frente????". Esa es la parte de mí que se hace la cínica pero que en realidad se muere de miedo porque las cosas se le salen de control, de más está decir que esta es la que más espacio ocupa.
En una época hacía unos ejercicios en análisis (el de mi psique, no matemático) que más o menos se trataban de crear un diálogo entre todas estas partes. Yo tenía que cerrar los ojos porque si le llegaba a ver la cara al jungiano mientras hacía la paparruchada esa me agarraba un ataque de risa imparable. Era genial, nunca se ponían de acuerdo y yo terminaba preguntándole al pobre tipo "pero no seré esquizofrénica? No tendré que medicarme?". Me decía que no, que cómo decía tal pavada, pero yo qué sé, siempre le esquivé a cursar psicopato y no me iba a quedar con la duda atragantada.
Ratifico lo que vengo diciendo desde hace semanas, yo no quiero un novio. A lo sumo, un amante.
Pero más que un amante, un analista.
viernes, septiembre 07, 2007
Ayer, después del trabajo, pasé por Cúspide porque tenía muchos puntos para canjear y volví a casa con uno de relatos de Bukowski y otro que me habían dicho que estaba bueno pero que ya ni me acuerdo cómo se llama... La verdad es que me gusta mucho Bukowski y más que nada los relatos. Cuando tenía catorce o quince años mi papá me leyó una poesía de Bukowski, me flasheó mal y desde ahí fui leyendo todo lo de él, muy de a poco. Es lindo cuando pasan diez años y los gustos por ciertas cosas no cambian. Ponele, yo a los trece leía a García Márquez y Hermann Hesse día y noche, pero ahora a García Márquez te lo tiro por la cabeza y si bien a Hesse le tengo todo el respeto del mundo, es casi imposible que me vuelva a copar con Siddharta o Demian. Entonces, hoy venía al trabajo en el 55 y me reía sola con la historia de una treintañera divorciada que se había casado con un indio caníbal porque la tenía enorme y se lo había llevado a Los Angeles pero el chabón ya estaba podrido de tanto garchar y lo único que hacía era tomar oporto de la botella. Se ve que me conformo con poco para reírme un rato.
Bueno, a ver si alguien me recomienda algo para leer. Y si de paso quieren, alguna película.
jueves, septiembre 06, 2007
Yo tenía (tengo) esta cantidad de sustancia/energía/cosa que se me resbalaba de las manos. No sé en qué momento exacto tomé conciencia de su existencia, a veces digo que fue un 25 de Mayo después de ver un corto malísimo en i-sat, otras, afirmo que fue una noche de Abril, lluviosa, mientras me daban la mano y el pecho se me congestionaba. No creo que importe demasiado la fecha o el lugar, eso es parte del anecdotario, la realidad es que siempre estuvo. Con diferentes formas, le puse distintos nombres, cada analista que me tuvo como paciente lo abordó a su manera, pero siempre se trata de lo mismo, lo mismo disfrazado de hombre, de padre, de compañerito de colegio, de primo, de galán de telenovela, lo mismo de incógnito, pero lo mismo al fin.
Un buen día decidí tomar cartas en el asunto, que lo iba a dominar. Viéndolo a la distancia, era como el coyote y el correcaminos, el goce en el intento sistemático que está destinado a ser fallido. Así lo perseguí, como loca, durante un par de años, estando más pendiente de las desventuras que me generaba, de la escena que se creaba a partir de mi capricho de tener todo bajo control, que de cómo eso me iba transformando a mí, cómo dejaba de ser Celeste para convertirme en otra cosa, muy rara, muy enferma y triste. Tuve que tomar coraje y reconocer que, por el momento, lo tenía que dejar ir de vuelta, todavía no estaba capacitada para enfrentarme a las consecuencias de tenerlo atado.
Creo que ahora tampoco estoy preparada para enfrentarme a ese deseo de/sustancia/energía/cosa que se me resbala de las manos, pero sí mucho mejor entrenada, es por eso que tuve la necesidad de crear esta instancia intermedia, un gris que me permitiera estar tranquila conmigo misma al saber que no le estaba dando la espalda nuevamente.
Lo bueno de todo este proceso fue haber desarrollado una capacidad de adaptabilidad enorme, una cintura para esquivar ciertas cosas que hasta a mí me sorprende, una fortaleza disfrazada de desinterés. Menos mal, porque el corazón se me rompe una y otra vez, de otra manera, sin toda esta fuerza que andá a saber de dónde saqué, me volvería loca. Me rompe el corazón y no descansa, siempre está listo para atacarme cuando pienso que las aguas están tranquilas. Y hace poco me golpeó de vuelta, esta vez me tomó completamente desprevenida, bajo un cuerpo que pensé que conocía un poco más, pero parece que no. Y me devolvieron un regalo que yo había preparado con esmero, ahora roto, sin valor.
La cosa esta es como un animalito salvaje que nunca se cansa. Y ya estoy toda mordida y pateada y llena de rasguños. Pero lo estoy aprendiendo a domar.
miércoles, septiembre 05, 2007
Igual, me duele el pecho, la tos volvió triunfal y le tengo un miedo terrible a la melancolía.
Una vez me escribió "Un beso, nunca una flor, la no caricia, el sol". Ni él se debe acordar. Y ahora entiendo todo.
Lo quiero más de lo que mi cabeza puede tolerar.
jueves, agosto 30, 2007
Y para aquel que no sepa quién es LlaveInglesa... Hay quienes lo conocieron como el "regalo del cielo en forma de rubio pisando los treinta", mientras que mis más cercanos lo llaman "el mecánico" (no, no es mecánico). Me conoció hace más de cuatro años, cuando era una pequeña histérica y me ubicó de manera sorprendente para luego mandarse a mudar. Volvió hace un año y medio y el tiempo nos trajo sólo beneficios. Cuando empecé a salir con Muchacho tuve que darle salida, pero hace un par de semanas empecé a llamarlo con la mente. Y él, que es tan perceptivo cuando de mis deseos se trata, apareció, llamándome a las 3 de la mañana con propuestas absurdas, dejándome mensajes insolentes en mi messenger, haciendo que me sienta bien. Eso es lo suyo, hacerme sentir bien.
Una buena en el medio de tanta locura.
Viaja en el último vagón y si no es así y está un poco más adelante, cuando el Mitre se acerca a Barrancas, se pasa al último. No es muy alto y es grandote, protector. Tiene un saco azul que le queda un poco corto de mangas. Usa sweaters de colores fuertes, naranja, verde, rojo. Tiene muchos rulos que se le aplastan de sien a sien porque usa esos auriculares tipo vincha, grandotes. El otro día estaba leyendo un libro forrado de un papel a cuadritos. Otro día, leía algo de Carver. La barba, siempre de dos días. Las manos grandes, toscas. Tiene lentes con marco grueso y negro, no queda ni tan geek ni tan pretensioso, vamos, que le quedan muy bien. No es lindo, es normal, bastante tierno pero con la cuota necesaria de virilidad.
Se baja conmigo y camina rápido, para el lado de Luis María Campos. Espera el 55, igual que yo, y mueve la cabeza y canta bajito bajito, casi ni se lo oye. Se sienta bien atrás y nunca mira por la ventana. Termina su viaje en Thames y Corrientes.
Amo a los chicos de Villa Crespo.
miércoles, agosto 29, 2007
Que me trague la tierra.
Ya no estoy inusualmente bien, como era de esperarse.
martes, agosto 28, 2007
Pero estoy bien, eh. Inusualmente bien.
Es la combinación Sol en Virgo y Luna llena en Piscis.
lunes, agosto 27, 2007
Y qué?
Y a Tim Roth también.
Lo mismo con John Turturro.
Me gustan los feos. No hay vuelta que darle.
De todas maneras, el protagonista de mis más salvajes fantasías en los últimos tiempos es Seth Rogen.
De veras, no me avergüenzo.
viernes, agosto 24, 2007
Hoy me levanté, después de abusar del snooze durante 45 minutos, y cuando salí del cuarto sentí olor a primavera. El olor que sentía cuando dejaba de ponerme campera sobre el guardapolvo durante la primaria, el olor que hacía que le pidiera una cantidad exagerada de camisolas a mi tía que tenía local de ropa jipi (todas batik, qué espanto).
Por algún motivo, me genera un poco de angustia. Es como cuando tenía once o doce años, me miraba y no entendía cómo era que ya tenía tetas. Así como en ese momento no quería empezar a usar corpiño, ahora no quiero archivar los abrigos, quiero seguir con bufandas al cuello y polerones lanudos. No estoy preparada para la exhibición estival, ni para los antojos de helado cada tarde.
Soy una persona para el otoño, eso está clarísimo.
Por otro lado, mi casa pide a gritos que suba la temperatura. Es pura terraza. El patio ruega que le colguemos una hamaca paraguaya y le pongamos una parrillita.
Frente a esta resistencia mía, sólo hay algo que me estimula: sábados a la tarde y campari con naranja.
jueves, agosto 23, 2007
Qué tal? Qué contás?
Que me levanto y cuando me quiero acordar qué soñé, plaf! ahí está. Buen día. Cómo estás hoy? Claro que no obtengo respuesta. Me preparo una chocolatada en silencio, que me sale buenísima por cierto, y le pregunto si quiere que le prepare una. Silencio nuevamente, no esperaba otra cosa.
Que me voy al living y resulta que alguien alquiló una película, ESA película, no podía ser de otra manera. Le pido que se siente en el sillón conmigo para verla y comer unas Merengadas. La veo y para la mitad ya estoy tan llorona que me paro y voy por las Melbas. Es un hecho, los carbohidratos serán mi única compañía esta puta tarde.
Que salgo a la calle para tomar un poco de fresco y veo los afiches en la calle. Me debato sobre si debo arrancar la enorme cara de Jason Lee que está pegada al lado del Mc Donalds de Córdoba y Medrano. Desisto y me calzo los lentes, esos lentes que se agrandaron y me bailan.
Que vuelvo a casa y hago todo mal. Quiero poner un disco pero me doy cuenta de que va a tener que pasar muchísimo tiempo hasta que pueda escuchar música que me guste y que no traiga recuerdos que de tan gratos se me hacen insoportables. Le pido que elija, que tengo ganas de que me sorprendan. Termino durmiendo en el absoluto silencio, por supuesto.
Que decido salir a la noche y verme con gente que desapareció de mi vida hace ya mucho tiempo. Que tomo una cerveza tras otra y no me molesta emborracharme. Que me subo al auto y está sonando esa maldita canción. Le pregunto si quiere que la deje para martirizarnos un rato. Por suerte, llegamos a destino antes de pedir que la saque.
Que me voy del lugar porque la histeria ajena ya me está rompiendo demasiado las bolas. Me abrigo y enfilo para Carlos Pellegrini en busca de un taxi. Compro cigarrillos y miro el kiosco como estúpida, me estoy despidiendo. No pienso volver nunca más a ese barrio. Que me subo al taxi y bajo la ventanilla. El taxista sube la radio. Suena Bob Dylan y no puedo evitar el puchero y las lágrimas que se vienen unas sobre otras. Le pido que pare de cantar, pero nunca me hace caso. Cantamos juntos y me apoyo en su hombro.
Que ya me estoy cansando de vivir con un fantasma que me hace de guardaespaldas. Que ya no sé si me está llamando o si mi cabeza tiene tantas hipótesis ad hoc que se me fue de las manos. Que me gustaría ser más racional en momentos como este, pero la verdad es que no tengo la voluntad. Que ya no soy la misma pero todavía no pasé al estadío siguiente, la transición me está matando. Que extraño horrores ciertos rituales que antes me parecían insignificantes. Que busco trasfondos inexistentes y señales cósmicas en catálogos snobs y cajas de gelatina. Que estoy triste y me alejo de todos, pero siempre sabiendo que es así como debe ser, aunque duela.
Que no puedo hablar y tampoco quiero que me escuchen. Que empecé algo y ahora tengo terminarlo aunque mi ego se arrepienta. Que le hablo cada mañana y cada noche pero nunca me contesta. Que ni las cartas me quieren contestar qué va a pasar. Que es raro darse cuenta que no hay reemplazantes para algunas cosas, no existen los genéricos en estos casos.
Bien, todo tranquilo por suerte.
(Buscando mi libreta del cbc apareció una hoja con esto de acá arriba. Marzo del 2006. Es bueno, genial, liviano, no vivir con el fantasma)martes, agosto 21, 2007
Período marzo - agosto de 2004. Empezaban las dudas acerca de mi carrera, la relación con mi madre se volvía cada vez más tensa y más que nada, oh, Mr. Blonde, oh qué pena esta de quererte y no ser correspondida. Entonces, como soy re espontánea y jajaja hago que me rio de todo lo que alguna vez fui, manoteo el celular y "Boluuuuu, hoy encontre en lo de mi abuela mi diario de hace 3 años! Es todo sobre vos! Te lo tengo que leer!".
Al otro día, tenía a Mr. Blonde en la cocina de casa diciéndome "quiero el cuadernito". Y se lo leí, según él no contenía nada revelador.
A mí sí se me revelaron, o por lo menos retornaron a conciencia, un par de cosas. Que me castigo, mucho. Que tenía mucha necesidad, casi desesperación, de querer a alguien y de recibir cariño. Que estaba muy obsesionada, muy. Que puedo ser muy cursi. Que no me perdono absolutamente nada. Que tenía un importante problema con el asunto ese de demostrar afecto. Que me quería morir cada dos por tres. Que era muy poco feliz.
Y sí, me da un poco de miedo volver a eso de antes, a la exageración del dolor y la angustia. Aunque en realidad no, me da miedo no poder manejar este nuevo estado, que las cosas deriven en andá a saber qué.
Qué sé yo, soy miedosa.
Por ahora, el cuadernito se queda escondido en la cocina, donde no lo pueda ver. Ya me amigaré con esa parte atormentada de mí misma. Si pude volver a escuchar los backstreet boys sin querer pegarme un tiro en la sien (ja, sí, me amigué con los backstreet boys), calculo que voy a poder volver a leer algún día "quereme, por favor quereme" o "lo quiero, así que no lo voy a ver nunca más en la vida".
En otro orden de cosas, me pasé el fin de semana largo tirada en la cama, pachorreando a más no poder. Me agarró un ataque de emocionalidad que me hizo lagrimear con La Fiesta Inolvidable (y no de risa, señores, me daba pena Peter Sellers). Y soñé que tacho me decía una cosa fea en un comment y me ponía muy triste.
What a wonderful life, folks.
viernes, agosto 17, 2007
En Junio me hice dos más, Urano y Mercurio, que me dolieron aún más que el primero. Tuve afiebrada la zona por casi una semana, no había crema que me alcanzara, no pude dormir boca arriba por unos cuantos días y me prometí que nunca (NUNCA) más una aguja con tinta se iba a acercar a mi pobre cuerpecito.
Hoy a la mañana lo supe, los próximos van a ser Neptuno y Plutón.
Es como si me dieran cuerda.
jueves, agosto 16, 2007
Entonces el Lunes a la noche fui a despedir a mi amiga y su novio que se volvían a Madrid y cuando llegué a casa, medio fumada y con una mezcla de nostalgia y alegría por un lado y el enojo, la rabia y lo atragantado por el otro. Dormí y dormí y dormí y el Martes cuando me desperté, me fui al cine. A mí sí me causó gracia lo del puerco araña, será que me conformo con muy poco. Todo el circuito del cine en solitario me hace bastante bien, tengo cerca el Village Caballito (y al pronunciar estas dos palabras juntas siento como náuseas) y otro que está enfrente que pasa "cine arte" (lo que sea que eso signifique), es claro que termino siempre gastando 16 pesos para ver alguna pochoclera. Y el circuito es siempre el mismo, me tomo un café o como algo por ahí después de sacar la entrada, compro los obligados pochoclos, me meto en la sala y espero. Salgo del cine y paso por la librería. Ok, es Cúspide, pero es lo que está ahí, me meto y algo me llevo. Esta vez, fue la narrativa completa de Dorothy Parker que encima no pagué porque lo saqué con los puntitos estos. Qué genialidad esto de agarrarme de las pestañas con el asunto este de los puntos y las tres cuotas sin interés.
Cuando volví a casa tenía un mensaje de texto "estás bien? no te veo en el msn y la entrada del blog es lapidaria". Oh, alguien en el mundo piensa en mí! Oh, puedo ser lapidaria! Y así el enojo y la bronca se fueron yendo, a fuerza de los relatos de esta mujer, tan exquisitos, y té de canela con leche y miel, tan exquisito también.
Capaz lo que necesitaba era dormir 14 horas seguidas. O tomar un vino con amigos y comer sandwichs de pastrón y pepino. O no sé. Se me pasó un poco todo.
Qué bueno.
lunes, agosto 13, 2007
Así es como termino un Domingo a la noche, gritándole(me) al techo cosas espantosas. Llorando y con todo el juego de sintomitas de pendeja histérica. Y ya basta del sintomita, y del llanto y de enojarme sólo cuando estoy sola en casa. O empiezo a decir las cosas que quiero vomitar o esto se va al carajo.
Me estoy saliendo de eje de vuelta y ya no me importa nada. Lo único que quiero es que sea primavera de una buena vez por todas.
martes, agosto 07, 2007
Lo empecé cuando me mudé, hace casi 5 meses, y no tiene más que 20 hojas escritas. Hace un par de días, en el limbo de mi estado gripal, lo agarré, pero no para escribir sino para leer. Parece que "Muchacho no es como Mr Blonde en montóooooon de sentidos", "...Pero y qué tenemos en común? que los dos escuchamos Le Tigre?", "Cuando lo veo está todo super bien, pero cuando no está, todo el concepto de él me resulta un poco soso" y el revelador "No le veo mucho futuro a esta cuestión, estamos en planos diferentes" a sólo 5 días de la ruptura.
También lei muchas cosas lindas, claro que sí, pero siempre terminaban con algún "pero" o una frase completamente desesperanzadora.
Me dio un poco de nostalgia. Más que nada esa cosa de no sentirme sola 24x7, de poder agarrar el teléfono a cualquier hora para decir y escuchar cosas lindas, pachorrear en la cama hasta las 3 de la tarde de un Sábado o tener a alguien que me acompañe hasta la parada del colectivo que me trae al trabajo.
Pero no extrañé ni extraño.
Hoy recibí mail de Muchacho. Que el diálogo no es lo suyo, que me pide perdón si fue brusco, que a veces no se puede hacer cargo de las consecuencias que tienen sus acciones, que me desea una buena vida y que me debería querer un poco más porque me doy muchos palos.
Y me saqué un peso de encima. Y me siento bien, re bien.
Además, mañana me voy a comprar un brand new sommier.
Yo creo que la vida me está sonriendo.
lunes, agosto 06, 2007
Ya estoy lista para tener nietos.
No, en serio. Ayer a la noche, después de no haber salido de casa por casi 48hs, me fui al super y compré carne, cebollas, morrón, papas, lentejas, panceta y el resto de las huevadeces que compro cada vez que voy a Disco.
Dos horas y media después estábamos en nuestra cocinita con Nat, a pura onomatopeya.
Y hoy me traje lo que había sobrado al laburo.
Soy tan feliz, tan feliz. Y me siento tan pesada, tan pesada.
jueves, agosto 02, 2007
- Tomá la leche que se te va a enfriar.
- ....
- De qué te reís?
- De que no me dicen eso desde que soy un nene...
Un rato después...
- Tomatelá que se te va a enfriar!!!
- Voy a tener que usar doble forro me parece.
- Eh?
- Porque tenés unas ganas terribles de ser madre.
Y me mantuve en conchuda mode un rato más, sólo para no darle el gusto de largar la carcajada. Tiene ese don, el que hace que no te puedas enojar con él.
martes, julio 31, 2007
También podemos ver la escalera que lleva a mi cuarto, esa que cada vez que llego medio borracha a casa se me convierte en una especie de Aconcagua móvil. Ni hablar de cuando tengo que bajarlas en estado de ebriedad, un día de estos voy a terminar mal, lo presiento.

A pedido de tacho, unas fotos de mis libros. Las tenía de antes, así que no es una foto de la biblioteca propiamente dicha sino la demostración de que las fotos me salen movidas y de que nunca encontré la función para que salgan como la gente.
Hay una sección "no sé cómo carajo llegaron estas cosas acá" y otra "nunca te pude terminar de leer". Saramago, García Márquez y algunos best sellers entran en la primera categoría; El proceso de Kafka (me faltaban 10 páginas nada más!) El Golem (me debe haber aburrido) y El retorno de los brujos (por embolante) en la segunda.
Esta es la parte "tengo un sueldo y me compro libros". O sea, lo que vengo leyendo últimamente. Mucho Auster, algunos de Hornby, Yoshimoto, Irving, Puig y demases.
lunes, julio 30, 2007
Pero no, esta roto el coso donde se mete la lamparita. Hace 4 meses que estoy con un velador que me hace vivir en tinieblas. Entonces prendo sahumerios y velas, me tiro las cartas y estropeo mi vista.

Ahí está la percha de donde cuelgo las carteras y bufandas.
A veces cuando me despierto a la madrugada y pienso que es un tipito que me está observando no me puedo volver a dormir.

viernes, julio 27, 2007
- No sé bien... me interesa la parte de edición, de corrección de estilo... y la teoría literaria. Yo quiero hacer lo que hace Dustin Hoffman en Stranger than fiction, ponele.
- Y no querés escribir?
- No...
- Deberías...
- Y si vos no sabés cómo escribo. Desde que tengo 8 años que no leés algo que haya escrito.
- Cele, si cuando te fuiste de acá dejaste todos tus cuadernitos...
Mi madre leyó todos mis cuadernitos. Mis cuadernitos eran la queja y la amargura en blanco y negro. Hojas y hojas de lamento adolescente con tendencias autodestructivas. Desde los 15 hasta los 18 años dediqué horas y horas a escribir en esos cuadernitos sobre todo lo que me hacía sufrir la perra vida.
Otro horror, peor aún que el diario íntimo de Garfield.
jueves, julio 26, 2007
De Garfield, con candado.
Al parecer, desde febrero a junio de 1996 me gustaron 16 chicos.
Un tipo de 30 años, un chico que trabajaba para mis tíos, un par de las vacaciones en Pinamar, 2 compañeros del curso de ingreso, tres o cuatro del centro de estudiantes, un fumón con toda la onda, uno de sexto año que se partía al medio solo y unos más que ni sé de dónde los habré sacado.
Paré de leer cuando vi escrito un poema. Con rimas. Un horror absoluto.
Tal vez algún día me anime a llegar al final, quién sabe.
martes, julio 24, 2007
Si tengo que hacer memoria, me acuerdo de solamente 3 momentos en los que me enojé, y me enojé fiero.
1. Cuando me fui de la casa de mis padres. Después de una pelea horrible con mi mamá me fui a lo de mi abuela con lo puesto y 5 pesos en el bolsillo. Estaba tan enojada que cada vez que mi madre me llamaba para pedirme que volviera, le escupía un rosario de puteadas y reproches contenidos durante 20 años. Tardé tres meses en volver a ese departamento para buscar un poco de ropa y empezar a arreglar el vínculo ese que tenemos, por demás conflictivo.
2. Cuando después de organizar una movida "queremos un aumento" con mis compañeros del laburo, me dejaron sola hablando con la gerente, lavándose las manos olímpicamente. Me dejaron pagando de tal manera que empecé a considerar la posibilidad de irme de la empresa. Por suerte el aumentó llegó y ya no vivo con la soga atada al cuello.
3. Cuando me dejó Muchacho. Me citó en su casa para decirme que le parecía que no me quería... y nada más. Se quedaba callado, movía los ojos de un lado para otro. Primero trataba de extirparle las explicaciones pertinentes muy despacio, con paciencia... Después de 10 minutos la sangre se me había convertido lava, quería tatuarle el cuerpo con quemaduras de cigarrillo y colgarlo de la soga de colgar ropa de mi terraza para usarlo de puching ball. Salí de su casa disparada, caminando por Ugarte como desquiciada, llamando a toda persona querida para pedirle un poco de soporte.
Eran tres hasta ayer a la noche...
Ayer el muy turro de Muchacho me hizo enojar de vuelta. Me hizo enojar muchísimo.
Si bien la que tiró la primera piedra - un mensaje en el que le contaba cuánto extrañaba coger con él - fui yo, lo que recibí como respuesta me dejó helada. Primero, una excusa chota del tipo "no nos lastimemos" y después, ante mi intención de pasar de los sms al teléfono, su mariconeada de no querer contestar. A mis pedidos de "por favor atendé el teléfono", me respondía con infantiles "no no y no".
Aclaremos, un rechazo a mi propuesta indecente hubiese provocado muchísima tristeza y una escapada al kiosco más cercano para atiborrarme de chocolates, ese no fue el problema. El asunto es la ligereza con la que decidió no contestar ese puto telefonito y tener la osadía de seguir contestando mis mensajes. El otro asunto es que detesto que me anulen, que no me dejen comunicar.
Digo, el tipo me deja de un día para el otro, se queda con mis cosas, después de un par de semanas se compromete a juntarnos a hablar y me deja plantada y no es capaz de darme cinco putos minutos por teléfono? Y no sólo eso, encima me psicopatea por mensajes de texto. Si no querés garchar conmigo, hablar conmigo, lo que sea conmigo, ni-con-tes-tes!
Finalmente, con la batería del celular descargada, le dejé un mensaje por demás verborrágico que terminaba en "y ojalá que nunca más toques a una mina, porque sos una peste".
Por momentos pensé en tomarme un taxi hasta su casa, hacerlo bajar y pegarle una patada en los huevos, pero la verdad es que no quiero convertirme en mi madre, así que terminé llorándole a Flor por Muchacho, por mi papá, por la gente, por la gente que me quiere y la que no.
Lo peor es que sigo enojada, muy enojada. Es de esos enojos que incitan a la venganza. Quiero que sufra, que se arrepienta de haberme conocido, que se arrepienta de ser heterosexual.
No me di cuenta y me transformé en Medusa.
Que alguien me ayude.
lunes, julio 23, 2007
Pasarme las tardes tirada al sol, tomando chocolatada con vainillas. Las noches tapada hasta el cuello, con olor a humo en el pelo y viendo las cuatro primeras de Harry Potter.
Mirar un rato las estrellas y buscar luces raras que nunca aparecieron. Dormir profundamente hasta el mediodía, todos los días.
Pensar sólo lo justo y necesario, sin nostalgias entrometidas.
No sé, me parece que la felicidad, al menos para mí, se parece bastante al Valle Traslasierra.
viernes, julio 13, 2007
miércoles, julio 11, 2007
Cuando alguno de mis cercanos me pregunta dónde estuve "tal día" o "tal noche" y yo contesto "con Mr Blonde" recibo como contestación 2 reacciones. Sólo gestos, sin palabras.
Gesto 1, del que se lee un "Me estás jodiendo? No aprendés más vos, eh"
Gesto 2, del que interpreto una especie de "Aaaaahhhhh miraaaaala, te sigue gustaaaaaando"
No, no estoy jodiendo a nadie. Con él aprendí más que con cualquier otro. Y claro que me sigue gustando, me gusta toda la gente que elijo tener cerca.
martes, julio 10, 2007
lunes, julio 09, 2007
Y mientras, a mí me toca trabajar, porque mi feriado de la independencia fue el miércoles pasado. Pero igual miro por la ventana y caen esos copos chiquitos, livianos, blancos, que forman dibujos según cómo les dé el viento.
Me llama Dd anticipando el principio del fin, argumentando que sí, que todo muy hermoso, pero que sólo puede ser apocalíptico que le nieve en Palermo.
También llama Flor, que con una mano sostiene el celular y con la otra la correa de la perra, mientras me dice que no lo puede creer, que qué lindo que es ver caer la nievecita.
Manda un mensaje de texto mi tía, uno mi mamá, otro más de Nat, una de mis roomates. Los tres sobre lo mismo, la nieve y la sorpresa.
Mi amiga Andre, que llegó hace una semana después de no pisar Argentina en más de 3 años, debe estar a las puteadas. Podrida de la nieve está.
No sé, me siento en el final de alguna película navideña yanqui. Con una alegría calma y la sensación de que hubo un conflicto que se resolvió y dejó moraleja. Y mientras tanto, la nieve cayendo tranquila.
viernes, julio 06, 2007
jueves, julio 05, 2007
Bajé, porque mi baño está escaleras abajo, me bañé, me perfumé y encremé. Cuando subí ya estaba durmiendo. La primera reacción fue pena, la segunda fue ternura, la tercera, enojo. Bajé de vuelta, pero esta vez a la cocina.
Hice unos dibujos, unas listas para el supermercado y me tomé un café con leche mientras pensaba qué cosas tenía en común con esta persona y si alguna vez íbamos a llegar a algún lado que no fuera acabar flasheando a colores o hablar como nenitos. Decidí que para saber eso no me quedaba otra más que arriesgarme y ver, total, qué se perdía? Nada, de hecho ganaba muchas de esas acabadas flasheando a colores.
Después de dormir mal, muy mal, me desperté enojada, caprichosa. Lo traté mal, nunca fui tan arisca. Se fue y todo ese Domingo se trató, basicamente, de definir y definirme. Decidí que iba a seguir, que tenía ganas de seguir, que nunca me habían hecho sentir así. Parece que él se planteó lo mismo pero le pareció mejor pegarle un gomerazo a mi nube rosa.
viernes, junio 29, 2007
jueves, junio 28, 2007
"HOLA BON BON COMO ESTAS"
Contestación de Celeste recién tatuada, sintiendo que la acaban de marcar como a una vaca, con un fierro caliente incrustándosele en su espaldita:
"Primero, se dice bombon y 2do, no se quien sos"
Hace sólo un rato...
"BUENO AHORA NO TE ACORDAS MAS DE MI CINTIA ANABELA TEJEDOR"
Y un...
"Bueno, Augusto Zenón De los Verdes Prados, no soy Cintia Anabela... SOY TU MADRE!"
... de mi parte hace unos pocos minutos.
Dudo que conteste.
miércoles, junio 27, 2007
lunes, junio 25, 2007
La cosa era que yo venía de: a) un séptimo grado de ir a una academia tres veces por semana para hacer ejercicios de matemática, análisis sintáctico de oraciones y tratar de entender los procesos socio-económicos de cien años de historia argentina. b) un Enero tirada en la playa con el Tapia, resolviendo ecuaciones. c) un Febrero de levantarme a las siete de la mañana para ir al curso de ingreso. Un mes de puro nervio y tarea, hojas y hojas de tarea. Redacciones para Lengua, reglas absurdas para acordarme de los ríos argentinos, superficies, perímetros y diagramas, fotos de próceres y la mar en coche. d) un Marzo de definiciones, de sumar puntos de exámenes y especular y especular un poco más. Sinceramente, después de todo el sacrifio hecho, si me decían “Celeste, ahora te vamos a tirar por la ventana” yo aceptaba gustosa, así de contenta estaba por haber terminado con ese año de tortura académica.
La bendita foto era para una credencial. La idea original sostenía que la credencial tenía que estar colgada de la ropa de los alumnos para que las autoridades de la sobrevalorada institución supieran que uno no era un vagabundo que, después de tomarse un tetra de blanco dulce en la plaza del Pizzurno, había entrado clandestinamente al edificio para usar los sanitarios.
El plastiquito tenía mi nombre, una línea de color verde para categorizarme como estudiante del turno vespertino, una inútil banda magnética (la sola idea de unos molinetes fascistas en la puerta me ponía los pelos de punta) y mi foto. Mi foto, con mi cara y mi cuello, con mis cachetes medio colorados y mis ojos grandotes y medio tristones, el pelo revuelto y una remera batik.
Creo que la tuve colgada dos o tres días nada más, después devino en papeleta para que el tipo de la biblioteca no tuviera que pedirme que le repitiera el apellido cada vez que sacaba prestado un libro.
Para tercer año se había partido al medio y estaba remendada con cinta adhesiva.
En el 2000, cuando terminé el secundario, la metí en una agenda que archivé en un placard de la casa de mis viejos.
Después de terminar el colegio, no volví a entrar (salvo un día de verano pre debacle DeLaRuísta en el que pasé para retirar mi título). Las promesas a profesores y preceptores de volver a visitar para tomar unos mates nunca las cumplí. Cada vez que pasaba por la puerta del edificio y esquivaba adolescentes con pelos sucios, jeans claritos y remeras de Los Redondos, me agarraba una angustia horrible, todavía inexplicable.
Hace unas semanas, por medio de una de mis primitas que entró este año después de dos años de academia, me enteré de que la escuela estaba tomada por los alumnos. Miré notas al nuevo rector por la tele, leí noticias en los diarios, pasé por enfrente y me quedé mirando los carteles pegados en la puerta, vi un fotorreportaje de Clarín, con un montón de imágenes de chicos medio zaparrastrosos y con cara de ideales.
Busqué en ese placard la agenda vieja hasta encontrar la credencial. Ahí estaba la púber Cel, con los ojos tristes y enormes. Cachetona, con cara de nena y de superada al mismo tiempo. A veces la extraño. La mayoría del tiempo, no.
viernes, junio 22, 2007
Lo bueno: que sé que hice todo lo mejor que pude. Le puse onda y fui yo. Bajé la guardia y esas cosas que siempre me habían costado un montón.
Lo malo: No sé... Es necesario que lo explique acaso? Será que ni yo lo puedo explicar?
Menos mal que están los amigos...
Flor que me llevó a caminar para tomar aire y no me avisó que tenía todo el maquillaje corrido y que parecía un mapache novelero, Mr Blonde que desde Santa Fé me prestó un ratito el oído y me tiró buena onda como siempre, Vic que me quiere sacar a pasear y "revolearla", y Pablo, que no sólo asoció a Muchacho con Chandler sino que me cita Pulp Fiction.
[14:17] Pablo: sabés? tengo ganas de ir a hablar con este pibe "Muchacho"...
[14:17] Pablo: y preguntarle... "What does Celeste Look Like"?
[14:17] Pablo: "Does she look like a Bitch"?
[14:18] Pablo: asi, muy al estilo Pulp fiction y de paso, pegarle un tiro en una mano.
[14:22] Ce.-: I don't like to be fucked!!!! (fucked in a "i leave you because I don't care about you anymore" kind of way, of course)
Ya vendrán tiempos mejores.
miércoles, junio 13, 2007
Entonces, tenía fiebre y me preparó sopa de pollo. Me hizo muchos mimos. Jugamos al tutti frutti y me ganó. Tomamos té con galletitas y jugamos a Kevin Bacon. Me dejó dormir incontables siestas y volvió a cocinarme. Me presentó a la hermana y me llenó de besos y cosas lindas.
Esto del amor es contraproducente para el blog.
Es contraproducente para mi vida social en general.
Es lo más lindo que me haya pasado.
jueves, junio 07, 2007
lunes, junio 04, 2007
Era el padre, que después de que Muchacho lo atendiera por el portero eléctrico subió porque le abrieron la puerta de abajo.
Mientras, yo todavía estaba en pelotas en la cama.
Me metí ligero ligero en el baño para vestirme, pero estábamos sin luz así que me arreglé a oscuras.
Así me conoció el señor, con el mañanero interrumpido, ojos de dormida, pelo revuelto y con una sola media puesta. La otra se me había caído antes de entrar al baño.
Y pensó que estudiaba algo relacionado con Economía.
Dios me libre.
martes, mayo 29, 2007
Recién después de mi monólogo (que acorté porque incluye descripciones demasiado íntimas como para poner acá) lo miro. Está al borde de la carcajada. Se la aguanta de bueno que es nomás. Entonces me doy cuenta de que lo acabo de comparar con conejos, gatos y koalas, de que estuve hablando como una nena, con diminutivos. Y entonces nos reímos, mucho, un rato largo.
Vamos, todos conmigo, haciendo palmas!!!
Pe-lo-tu-da!
Pe-lo-tu-da!
Pe-lo-tu-da!
Que no decaiga!!!
Pe-lo-tu-da!
miércoles, mayo 23, 2007
Y también parece que en quinto lugar está El Principito.
Ya me pasó de ver en varias películas y leer por ahí que en yanquilandia, si leíste El amor en los tiempos del cólera sos lo más de lo más.
Yo leí Cien años de soledad, no sé, a los 15 años más o menos. Y para qué mentir, la re flasheé. Me hice una hojita con el árbol genealógico de los Buendía, quise tener un romance con un Arcadio y llamarme Amaranta. Lo volví a leer a los 18. Lo agarré de vuelta hace un par de años, casi me duermo a las tercera hoja, y no miento.
El Principito, un re embole. Insufrible. Después ahí van los adolescentes que toman mate en Plaza Francia los domingos mientras escuchan al clon de Silvio Rodriguez (porque todavía está ese tipo, es cosa de no creer) y compran hippeadas (aritos, remeras) con la figura de El Principito.
No sé a qué viene todo esto. Probablemente a que no me entra en la cabeza cómo es que la gente gasta su dinero en estas cosas. Si llegaba a ver El mundo de Sofía entre la lista de más vendido, se armaba la gorda.
Cuestión de gustos, me dirán. Sí, lo que sea, les contesto.
viernes, mayo 18, 2007
martes, mayo 15, 2007
Cuando está así de triste me dan ganas de abrazarlo hasta drenarle todas las penas, hasta hacerlo feliz, hasta el infinito.
Durante años hice mutar esa misma energía. Sublimé por un lado, saqué por acá, metí por allá. Me fui y me volví muchas veces, pero la sensación era casi siempre la misma: acá hay algo. En demasiadas ocasiones ese algo era quilombo, perturbación, tristeza, rabia. En otras tantas, el algo fue comodidad, cariño, aceptación, comprensión, esperanza. Me satisface saber que tenía razón y que yo tengo el poder de elegir la mitad vacía o la llena del vaso. Lo quiero tanto que el amor se me sale por los brazos, la boca, los ojos. Es bueno y es lindo y es inteligente. Es hermoso.
Y aunque a veces me aterrorice de sólo pensar que capaz algún día la nube negra con la que alguna vez lo asocié vuelva a aparecer, cuento hasta diez y trato de no especular. Porque las cosas están como siempre deberían haber estado.
Estoy enamorada, enamoradísima, de Muchacho y esto, señores, es estar enamorada. Lo otro no sé, lo otro era otra cosa. O era la versión análoga del enamoramiento para ese momento en particular. O era mi escape. O era mis ganas de ser Andrea del Boca. Pero ya no importa.
jueves, mayo 10, 2007
Me acabo de dar cuenta de que este blog tiene 200 posts. Bah, con este, 201. Casi redondo, casi.
También me acabo de dar cuenta de que si varias cosas de las que me están pasando ahora, me hubiesen pasado hace 6 meses, tendría material para 239 posts.
Por ejemplo, la compañera de escritorio que me enchufaron, la que atiende el teléfono con su distintivo "aló - hawaii" y escuchar Arjona TODO el santo día.
Por ejemplo, que mi abuela está en la cresta de la ola paranoica y ya no deja que mi abuelo vaya a su propia casa.
Por ejemplo, que ayer en una librería escuché a una treintañera de cutis marchito decir, muy suelta y despectiva ella, "Woody Allen escribió un libro??? Por favor".
Por ejemplo, que estoy toda enamorada.
Esas cosas.
Pero no.
Gracias que puedo poner unas 20 líneas y quedarme en el molde.
Volveré y seré millones. I promes.
lunes, mayo 07, 2007
- Y... el gato tiene más masa así que...
- Nerd... le quitás la magia a todo.
Mentira. Desde hace 4 que vivo en fantasilandia.
Madre santa, cómo lo quiero.
viernes, mayo 04, 2007
Si fuera una carta del Tarot, sería sin dudas el Ermitaño. Si fuese un planeta, Saturno.
Algo no está bien y todavía no sé qué es.